Defensa común

Borrell lamenta no haber tenido una ejército rápido europeo para desplegar en Afganistán

El jefe de la diplomacia europea pide crear una fuerza con 5.000 soldados: “Necesitamos poder actuar con rapidez”

Tres Eurofighters Typhoon en una foto de archivo
Tres Eurofighters Typhoon en una foto de archivoDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

Los gobiernos de la UE deben impulsar una fuerza europea de reacción rápida para estar mejor preparados para crisis futuras como la de Afganistán, dijo el jefe de política exterior de la UE,Josep Borrell. En una entrevista publicada el lunes, Borrell afirmó al periódico italiano Il Corriere della Sera que el despliegue de tropas estadounidenses en Afganistán a corto plazo a medida que se deterioraba la seguridad mostraba que la UE necesitaba acelerar los esfuerzos para construir una política de defensa común.

“Necesitamos sacar lecciones de esta experiencia. Como europeos, no hemos podido enviar 6.000 soldados alrededor del aeropuerto de Kabul para asegurar el área. Estados Unidos lo ha hecho, no lo hemos hecho”, dijo. Borrell indicó que la UE de 27 miembros debería tener una “fuerza de entrada inicial” de 5.000 soldados. “Necesitamos poder actuar con rapidez”.

En mayo, 14 países de la UE, incluidos Alemania y Francia, propusieron una fuerza de este tipo, posiblemente con barcos y aviones, para ayudar a los gobiernos extranjeros democráticos que necesitan ayuda urgente. Discutido por primera vez en 1999 en relación con la guerra de Kosovo, en 2007 se estableció un sistema conjunto de grupos de batalla de 1.500 efectivos cada uno para responder a las crisis, pero no se han utilizado porque los gobiernos de la UE no estaban de acuerdo sobre cómo y cuándo desplegarlos.

Borrell añadió que era hora de ser flexible, y citó los acuerdos firmados para hacer frente a la crisis financiera como un ejemplo de cómo la UE podría superar las restricciones en el despliegue de operaciones militares establecidas en sus tratados constitucionales. “Podemos trabajar de muchas formas diferentes”, dijo.

Reino Unido, durante mucho tiempo un miembro reacio de la UE, jugó un papel decisivo en la creación de los grupos de batalla en la década de 2000, pero no aprobó el despliegue, ya que la oposición interna creció hasta convertirse en algo que pudiera parecerse a la creación de un ejército de la UE. Con la salida de Gran Bretaña del bloque, el ejecutivo de la UE espera que la idea pueda revivir.

Pero siguen existiendo obstáculos, incluida la falta de una cultura de defensa común entre los distintos miembros de la UE y las diferencias sobre qué países deben tener prioridad para el despliegue.