Elecciones

La impronta solidaria de la “generación Merkel”

Casi tres millones de jóvenes alemanes votarán por primera vez en las elecciones federales del 26 de septiembre

Varios jóvenes beben cervezas en la Puerta de Brandenburgo en el centro de Berlín. EFE/ María Garrido Sellabona
Varios jóvenes beben cervezas en la Puerta de Brandenburgo en el centro de Berlín. EFE/ María Garrido SellabonaMaría Garrido SellabonaAgencia EFE

Para los casi tres millones de jóvenes alemanes votarán por primera vez en las elecciones federales del 26 de septiembre no hay un mundo sin la canciller y de ahí que la prensa germana se refiera a ellos como la“generación Merkel”. Jóvenes que crecieron con los teléfonos inteligentes y la digitalización. Siempre en línea y siempre disponibles en un mundo en el que cuentan con muchas posibilidades pero poco tiempo para decidir. Crecieron con el trasfondo de una crisis, ya fuera la acaecida tras los atentados del 11-S, la financiera, la migratoria, la climática o la que trajo la pandemia.

Pero, ¿qué esperan de la política y qué motiva a estos jóvenes cuya juventud se dibujó en tiempos turbulentos y ahora pueden votar al próximo canciller? ”Si tuviera que definir a esta generación en tres términos sería divertido, significativo y seguro”, dice el investigador juvenil Simon Schnetzer. En una entrevista concedida al informativo “Tagesschau” de la televisión pública alemana, Schnetzer asegura que “con todo lo que hacen, los jóvenes se preguntan mucho más que las generaciones anteriores sobre su contribución a la sociedad o el impacto que tendrán sus acciones en la sociedad”.

Y en tiempos de una crisis casi permanente, como es el caso actual de la pandemia, los jóvenes también anhelan seguridad para su futuro. ¿Hay entonces una crisis generacional? Para Björn Milbradt, del Instituto Alemán de la Juventud, “las crisis políticas, económicas y sociales han moldeado la vida de muchos jóvenes”. Sin embargo, es difícil entender a los jóvenes como una generación unificada. Detrás de la “generación Merkel” hay jóvenes con similares actitudes pero también otros que no pudieron hacer nada al amparo de la canciller o con el movimiento ambiental “Fridays for Future”.

Sin embargo, y ambos expertos coinciden, la crisis ambiental es un gran problema entre los jóvenes. “Con el cambio climático, muchos de ellos se han vuelto cada vez más conscientes de que las decisiones políticas en esta área tendrán un impacto masivo en sus vidas”, dice Milbradt. Una postura que se refleja en el último “Estudio Shell sobre la Juventud”, según el cuál el 71% de los jóvenes tienen más miedo por la degradación ambiental.

Nada que ver con los análisis anteriores donde las cuestiones relativas al medio ambiente aún no desempeñaban un papel destacado. En ese momento dominaban las preocupaciones económicas como la pérdida del empleo o la injusticia social, así como el miedo al terrorismo o a la guerra. Lo que parece más certero es la poca confianza de los jóvenes hacia los políticos.

Según la misma encuesta de Shell, el 77% de los jóvenes está satisfecho con la democracia en Alemania, un número significativamente más alto que en 2010 cuando ese valor alcanzó el 64%. Al mismo tiempo, el 71% no cree que a los políticos les importe lo que piensen las personas. “Los políticos han perdido mucha confianza en los últimos años”, añade Schnetzer.

Último sondeo electoral en Alemania
Último sondeo electoral en AlemaniaTeresa Gallardo

Una insatisfacción que parece ser el motivo de que algunos jóvenes alemanes se hayan decantado hacia posiciones más populistas. En el mismo estudio, se les preguntó -entre otras cuestiones- si serían capaces de vivir en un edificio junto a una familia de refugiados. El resultado se saldó con una negación del 33 por ciento de los encuestados; del cual, una mayoría contaba con un menor nivel educativo que aquellos que respondieron otras posturas más cosmopolitas.

Algo que ya se pudo apreciar en las pasadas elecciones regionales de Sajonia-Anhalt donde, a pesar de que el partido de Los Verdes obtuvo un número particularmente elevado de votos entre el grupo de edad de 18 a 24 años, fue reseñable que el partido xenófobo Alternativa para Alemania (AfD) se anotase el 17 por ciento de las papeletas, entre este grupo de edad, solo por detrás del partido de la canciller. Entonces, ¿cuál es el legado de Merkel y cómo modeló la canciller a esta generación?

Milbradt no tiene duda de que “el estilo político comedido pero en combinación con las crisis, influyó en parte en la visión que los jóvenes alemanes tienen hoy en día sobre la política y la sociedad”. Muchos de ellos piensan que el hecho de que Merkel gobernase con tanta sobriedad y firmeza fue muy bueno y no olvidan su decisión de acoger a miles de refugiados en 2015.

No obstante, ese calificativo no debería ser decisivo para la próxima cita electoral aunque lo que sí es cierto es que los votantes nuevos y jóvenes que votarán este año pertenecen a una generación políticamente muy activa, informada e ilustrada. Una generación que ha aprendido a hacerse oír y a defender sus intereses y que sobre todo está lista para el diálogo democrático. “Tarde o temprano esta generación se rebelará”, concluye Schnetzer. La crisis del coronavirus les quitó parte de su juventud. “Y eso es algo que critican a la política”. Pero hay más; la crisis climática podría incluso robarles el futuro.