Al menos seis muertos y 24 heridos de bala en un tiroteo en una universidad en Rusia

Otra vez disparos. De nuevo en una universidad rusa. El fatídico incidente ocurrido ayer tuvo lugar en la ciudad de Perm, a 1.300 kilómetros de Moscú y el autor, de 18 años, estudiaba en su facultad de Derecho, dentro de la Universidad Estatal de Investigación de aquella región, cursando la especialidad para convertirse en experto forense. Todo comenzó a primera hora de ayer, cuando el atacante entró en uno de los edificios de la universidad, en la que, según su rector, se encontraban cerca de 3.000 estudiantes repartidos por todo el campus, puesto que a esa hora ya habían comenzado las clases. Rápidamente empezaron a escucharse disparos y los alumnos salieron corriendo, muchos de ellos retransmitiendo en directo lo que estaba pasando a través de sus teléfonos móviles. Según los datos facilitados, han fallecido seis personas y 28 han resultado heridas, 20 de ellas hospitalizadas y nueve en estado grave, varias de ellas alcanzadas por las balas y otras por daños al haber saltado por las ventanas del centro. El agresor recibió un disparo por parte del agente de policía que intentaba detenerlo y se ha sabido que momentos después de su arresto falleció en el hospital adonde fue trasladado.

Se ha abierto inmediatamente una investigación sobre lo sucedido dando algunos detalles del atacante, cuyo padre describió como un chico con pocas amistades, que pasaba la mayor parte del día encerrado en su habitación jugando al ordenador y que salía poco. También se ha sabido que el agresor había dejado una carta de despedida publicada en la red social rusa VK, en la que afirmaba que se encontraba lleno de odio y que llevaba varios meses preparando “su sueño de cometer una masacre”. Compró el arma, un rifle de caza automático, el pasado mes de mayo y lo tenía registrado a su nombre de manera legal.

Las autoridades locales han declarado luto oficial durante el día de hoy y la universidad ha anunciado compensaciones de un millón de rublos (aproximadamente 11.600 euros) a los familiares de las víctimas mortales. El presidente ruso, Vladimir Putin, se dirigió a los allegados de los fallecidos y heridos para darles el pésame afirmando que “ninguna palabra de simpatía puede ahogar la amargura de las pérdidas, esto es un gran desastre”.

Rusia ha sufrido durante los últimos años varios tiroteos en escuelas y universidades, algo que antes no era nada habitual. El último tuvo lugar de mayo de este mismo año en la ciudad de Kazán, cuando un chico de 19 años volvía a su escuela armado para acabar con la vida de nueve personas. Después de aquello se modificó la ley para elevar la edad mínima legal para comprar armas de fuego, pasando de los 18 a los 21 años. En 2019, otro estudiante de la región de Amur mató a disparos a dos personas en la Facultad de Arquitectura muriendo en el acto. Aunque la peor matanza tuvo lugar en 2018 a manos de un estudiante que se llevó por delante la vida de 20 personas en una universidad de la península de Crimea.