Asamblea General

Biden rehúye de una nueva Guerra Fría pese a sellar la alianza militar AUKUS

Biden recordó que la democracia también vive en “manifestantes pacíficas, defensores de los derechos humanos, periodistas, mujeres que luchan por la libertad o personas LGTBI, entre otros”

Apelando a la vía diplomática, como en ocasiones anteriores, pero sin armas, “NO violencia” quiso resaltar Biden
Apelando a la vía diplomática, como en ocasiones anteriores, pero sin armas, “NO violencia” quiso resaltar BidenEvan VucciAP

Durante su primera intervención como presidente de EEUU, Joe Biden llegaba a la sede de las Naciones Unidas en Nueva York unos minutos antes de la hora prevista para su discurso destinado a los líderes mundiales. Siendo fiel a sí mismo, con una imagen sobria y palabras conciliadoras se posicionaban, sin competencia, como el presidente más diplomático de la historia reciente de Estados Unidos.

Tras resaltar el “honor” que representa para él dirigirse a las naciones “por primera vez” desde el mítico atril verdoso de la ONU, Biden expuso las prioridades de su Administración bajo el contexto del desafío conjunto de enfrentar las nuevas amenazas del mundo, que ya no son las guerras, como Afganistán, sino la pandemia, el cambio climático y todos aquellos lugares donde la población mundial pueda necesitar necesitar ayuda.

“Estamos listos para ayudar”, aseguró Biden en un discurso optimista de más de 30 minutos de duración. El presidente de EEUU llamó a la unidad de la comunidad internacional para construir “un futuro mejor”. Un futuro que “pertenecerá a quienes abrazan la dignidad humana, no la pisotean. A quienes liberan el potencial de su pueblo, no lo sofocan”, agregó en un guiño hacia sus países aliados contra conductas autoritarias de regímenes como los de Cuba y Venezuela.

En esa misma línea, Biden recordó que la democracia también vive en “manifestantes pacíficas, defensores de los derechos humanos, periodistas, mujeres que luchan por la libertad, personas LGTBQ”, entre otros, mencionando ejemplos de países como Bielorrusia, Zambia, Siria y Cuba, sin dejar de lado la propia lucha interna, en democracia, dentro de su propio país.

Apelando a la vía diplomática, como en ocasiones anteriores, pero sin armas, “NO violencia” quiso resaltar Biden. “Estoy aquí por primera vez en veinte años sin que Estados Unidos esté en guerra”, dijo el presidente, añadiendo: “Hemos pasado página. Con toda la fuerza, energía, compromiso, voluntad y recursos inigualables, nuestra nación está ahora directamente enfocada en lo que tenemos por delante, no en lo que dejamos atrás”.

Precisamente una parte del discurso de Biden lo dedicó a los “13 héroes que perdieron la vida en el atentado de Kabul y casi 200 civiles afganos inocentes” el pasado mes de agosto durante la evacuación de emergencia que EEUU llevó a cabo en tiempo récord con apoyo de sus aliados, tras dos décadas de presencia militar en Afganistán en la que ha sido la guerra más larga de su historia.

“Hemos puesto fin a veinte años de conflicto”, aseguró Biden, quien considera que ahora los países aliados dan comienzo a una nueva era diplomática para averiguar nuevas fórmulas de defender a la población mundial. El presidente de EEUU adelantó que trabajará con socios locales para disminuir la necesidad de grandes despliegues militares.

“El mundo de hoy no es el mismo de hace veinte años y el Estados Unidos de ahora tampoco es el mismo que cuando nos atacaron el 11 de septiembre, hace veinte años”, aclaró el presidente para justificar que los desafíos actuales son otros y que “hoy estamos mejor equipados para detectar y prevenir amenazas terroristas y somos más resistentes en nuestras capacidades para repelerlas y responder”.

Uno de esos nuevos desafíos planteados y hacia el que EEUU enfoca gran parte de su atención, convirtiéndolo en una de las prioridades de su actual Administración, es fortalecer su poder en el Pacífico para hacer frente a la creciente amenaza de China. De ahí a que AUKUS, su nueva alianza con Australia y el Reino Unido en la fabricación de submarinos nucleares, haya provocado la mayor crisis colateral con Francia, otro de sus grandes aliados europeos hasta ahora, a quien Biden ha dado fuera del triángulo estratégico del Pacífico.

“EEUU no busca una nueva Guerra Fría”, dejó claro el presidente Biden en su discurso, a la vez que se comprometía a impulsar diversas medidas que considera urgentes en varias áreas prioritarias de su Gobierno. Ahora mismo, “tres desafíos clave: salvar vidas, vacunar al mundo y traer de vuelta lo mejor”.

Biden animó a los líderes mundiales a “trabajar juntos” para derrotar la pandemia, combatir el cambio climático, fortalecer la carta de la ONU y los derechos humanos a nivel mundial, y colaborar con el comercio, las tecnologías cibernéticas emergentes y la amenaza de terrorismo.

La 76 edición de la Asamblea General de la ONU se ha caracterizado por el regreso a los discursos presenciales después del parón por pandemia que impidió a los líderes mundiales reunirse en persona el año pasado. Aunque, en esta ocasión, la opción de enviar videos programados en lugar de viajar hasta la sede en Nueva York era también una posibilidad que muchos mandatarios o sus representantes de mayor rango han elegido.

Ese fue el caso del presidente de China, Xi Jinping, quien en un vídeo grabado en Pekín anunció que su país dejará participar en la construcción de plantas eléctricas de carbón en el extranjero como parte de sus planes para combatir el cambio climático. En un discurso por vídeo ante la Asamblea General de Naciones Unidas, Xi aseguró que su Gobierno va a reforzar su apoyo a otros países en vías de desarrollo para que pongan en marcha fuentes de energía limpias. “Tenemos que acelerar la transición a una economía verde y baja en emisiones de carbono”, insistió el presidente de China, que es uno de los principales apoyos de la construcción de grandes infraestructuras en otros países, sobre todo a través de su iniciativa conocida como la “Nueva Ruta de la Seda”.

Gran contribuyente financiero de las Naciones Unidas, ni el gigante asiático ni EEUU esconden su rivalidad en la carrera hacia el dominio mundial en materia comercial, tecnológica, espacial e incluso armamentística. Agravada la creciente tensión entre ambas potencias, la clave participación de Xi Jinping cerró la ronda de discursos del martes con su esperada intervención.