Opinión

El mejor legado de Angela Merkel

Es la primera canciller en la historia de Alemania que se va del poder sin ser derrotada

Un operario retira un cartel con la imagen de Angela Merkel
Un operario retira un cartel con la imagen de Angela MerkelFABIAN BIMMERREUTERS

Dieciséis años es mucho tiempo para que un líder sobreviva en una democracia y, sin embargo, la canciller alemana Angela Merkel ha continuado manteniendo su control y el de su partido en la política alemana durante todo este tiempo, con la posibilidad de que su sucesor continúe este camino. Ahora que el mandato de Merkel llega a su fin es útil revisar los éxitos y fracasos clave de los últimos dieciséis años del Gobierno demócrata cristiano en Alemania.

Angela Merkel surgió de orígenes poco probables. Aunque nació en Hamburgo, creció en la República Democrática Alemana y se educó y trabajó como científica antes de ingresar a la política. Su primer papel fue como portavoz del primer gobierno de Alemania Oriental elegido democráticamente, después de lo cual se convirtió en una protegida de Helmut Kohl, ascendiendo en las filas del partido en la Unión Demócrata Cristiana (CDU) antes de alcanzar la Cancillería como la primera mujer jefa de gobierno de Alemania en 2005.

La canciller Merkel heredó la Alemania de Gerhard Schroeder, en medio de una pelea importante con Estados Unidos por su intervención en Afganistán e Irak. Por primera vez desde 1945, la relación transatlántica se vio cuestionada. El resultado fue una brecha entre EE UU y Alemania que nunca volvió a los niveles anteriores a 2001, alcanzando quizás su punto más bajo durante la administración del presidente Trump. Por otro lado, las posiciones tranquilas y moderadas de Merkel le valieron el título de “Líder del mundo libre” durante un tiempo, y un aumento de la popularidad debido en gran parte a su condición de veterana líder mundial.

El mayor éxito de la canciller ha sido el fortalecimiento del papel de la Unión Europea y Alemania dentro del club comunitario. Su gestión ayudó a asegurar el éxito del Tratado de Lisboa y fue seguido por la declaración de Berlín en 2007. A lo largo de su carrera, trabajó para hacer que Alemania fuera más respetuosa con el medio ambiente y, al mismo tiempo, aceleró el desmantelamiento de las centrales nucleares que quedaban en el país.

Merkel dirigió a Europa con fuerza a través de dos crisis importantes: la crisis financiera mundial de 2008 y la pandemia del coronavirus. Gracias a su papel la Unión Europea apoyó a Grecia para mantener al país dentro de la Unión Europea. Su pragmatismo y su imperturbabilidad eran activos muy valorados tanto en Alemania como en Europa, ya que trabajó con serena eficacia para marcar un camino claro y seguro hacia adelante. No todo el mundo recibe una palabra con su nombre, pero Merkel sí, y la palabra “merkelismo” significa tomarse el tiempo para deliberar con calma sobre un tema antes de tomar una decisión.

Sus mayores fracasos tuvieron que ver con la gestión de la crisis migratoria causada por la Primavera Árabe y la guerra civil Siria, la agresión abierta de Rusia contra Ucrania a partir de 2014 y la salida británica de la Unión Europea. De hecho, Merkel fue notablemente blanda con Rusia y más específicamente con la República Popular China, donde evitó deliberadamente las críticas a las violaciones internas de los derechos humanos en China y Hong Kong.

Con respecto a la crisis migratoria, el enfoque inicial de Merkel, centrado en evitar una mala imagen, adquirió forma de una ideología mediante la cual la canciller insistió en la necesidad de más inmigración y en la capacidad del islam de convertirse en parte de la cultura alemana pese a la impopularidad de esa visión entre los alemanes. Esto alimentó el impulso del partido Alternativa para Alemania (AfD). Si bien la AfD apoyó abiertamente la salida de Reino Unido de la Unión Europea, Merkel gastó un capital personal importante para evitar que el Reino Unido mientras negociaba al mismo tiempo cómo se produciría la salida de Londres.

Angela Merkel es la primera canciller en la historia de Alemania en ceder el poder en lugar de ser derrotada. Con las encuestas muy reñidas, es posible que la CDU tenga que llegar a un acuerdo con uno o más partidos para mantenerse en el poder. Dada su inclinación a establecer coaliciones con amigos y enemigos, sobre todo con los socialdemócratas, tal vez un posible pacto forme parte del legado de la canciller Merkel. Si es así, podría ser el legado más influyente de todos.

John M. Callahan es decano de la Escuela de Estudios Graduados y Profesionales del New England College. Ha trabajado para el Departamento de Estado de EEUU y en la comunidad de inteligencia estadounidense