Tribunales
Varapalo para Marruecos: la Justicia europea anula los acuerdos pesqueros de la UE con Rabat
El Tribunal General Justicia de la UE entiende que el pueblo saharaui no ha sido consultado
Las relaciones entre la UE y Marruecos entran en un periodo turbulento y España puede ser uno de los principales perjudicados. La justicia europea ha anulado esta mañana sendos acuerdos firmados entre los Veintisiete y el reino alauita en el terreno agrícola y pesquero ya que el Tribunal General Justicia de la UE entiende que el pueblo saharaui no ha sido consultado, a pesar de que estos convenios se aplican al Sáhara occidental y explotan sus recursos naturales. El Frente Polisario decidió acudir a la justicia europea al considerar que esto favorece la política de Marruecos sobre este territorio y los jueces europeos le han dado la razón.
En anteriores sentencias, la justicia europea ya había dictaminado la ilegalidad de estos acuerdos, pero los Veintisiete decidieron sortear estos fallos al asegurar que, con los nuevos pactos, se estaba respetando la voluntad del pueblo saharaui y su desarrollo económico. La sentencia, en línea con las alegaciones del Frente Polisario, concluye, sin embargo que esto no se ha cumplido ya que “en lo tocante a su aplicación territorial, la puesta en práctica de los acuerdos controvertidos tiene un carácter puramente automático y no deja ninguna facultad de apreciación a sus destinatarios” a pesar de que el tribunal con sede en Luxemburgo vuelve a recordar que “en la medida en que los acuerdos controvertidos se aplican expresamente al Sáhara Occidental, así como por lo que respecta al segundo de esos acuerdos, a las aguas adyacentes a este, afectan al pueblo de dicho territorio y requerían que se obtuvieran su consentimiento”.
Además, el tribunal también desmonta los argumentos de las cancillerías europeas sobre que estos convenios agrícolas y pesqueros benefician al pueblo saharaui, ya que asegura que la “finalidad de los acuerdos no es conceder derechos a dicho pueblo, sino que le imponen, en cambio, obligaciones” y asegura que las consultas emprendidas por las instituciones Europeas para conocer el parecer del pueblo saharaui “no pudieron fructificar en la expresión del consentimiento del pueblo del Sáhara Occidental”.
Las implicaciones de este fallo no son tan sólo económicas para nuestro país ya que 93 barcos dejarán de faenar en las aguas saharauis sino, sobre todo y, ante todo, políticas. De hecho, el tribunal ha dictaminado que, a pesar de que los acuerdos han sido cancelados, «los efectos se mantengan durante un cierto período de tiempo, pues su anulación con efectos inmediatos podría tener graves consecuencias sobre la acción exterior de la Unión».
La sentencia llega en un momento especialmente delicado justo cuando España está intentando recomponer sus relaciones con el reino alauita, muy dañadas tras la crisis migratoria en Ceuta y la decisión del Gobierno español de acoger en un hospital de Logroño al líder Frente Polisario, Brahim Gali, en una turbia operación que no fue consultada con Rabat. Además, las relaciones entre un Marruecos y España ya estaban muy deterioradas tras el reconocimiento por parte de Donald Trump de la soberanía de Rabat sobre el Sahara Occidental.
La sentencia llega en un momento especialmente delicado justo cuando nuestro país está intentando recomponer sus relaciones con el reino alauí, muy dañadas tras la crisis migratoria en Ceuta y la decisión del Gobierno español de acoger en un hospital de Logroño al líder Frente Polisario, Brahim Gali, en una turbia operación que no fue consultada con Rabat. Además, las relaciones entre Marruecos y España ya estaban muy deterioradas tras el reconocimiento por parte de Donald Trump de la soberanía de Rabat sobre el Sáhara Occidental.
Una de las principales tareas del nuevo titular de Exteriores, José Manuel Albares, es restaurar las relaciones con Marruecos. Se esperaba que el ministro de Exteriores español pudiera mantener un encuentro con su homólogo marroquí en los márgenes de la reunión de la Asamblea de la ONU en Nueva York la semana pasada, pero al final este último no se desplazó hasta EE UU y esta cita en persona se ha pospuesto sin nueva fecha.
Reacción de Bruselas y Rabat
Tras el fallo, la Unión Europea y Marruecos han anunciado que tomarán “las medidas necesarias” para garantizar un marco jurídico que proteja la “estabilidad comercial” en sus relaciones. “Estamos plenamente movilizados para continuar con la cooperación entre la UE y el Reino de Marruecos, en un clima de serenidad y compromiso, para consolidar la asociación euromarroquí lanzado en junio de 2019″, aseguran en una declaración conjunta el Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, y el ministro de Exteriores marroquí, Nasser Bourita. Aunque no aclaran el tipo de medidas que contemplan, el Tribunal con sede en Luxemburgo discutirá un plazo de dos meses y diez días para que las partes afectadas presenten un recurso.
Marruecos controla la mayor parte del Sáhara Occidental y lo considera parte de su territorio después de librar una guerra de 16 años con el movimiento independentista del Frente Polisario, que había establecido allí la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática. La ONU dice que la región, administrada hasta 1976 por España, tiene derecho a la autodeterminación y el Polisario ha tratado de impugnar los acuerdos comerciales de la UE con Marruecos. Así, el Frente Polisario impugnó dos acuerdos UE-Marruecos alcanzados en 2019, ambos revisados después de un fallo anterior de un tribunal de la UE de que no eran aplicables al Sáhara Occidental.
El Frente Polisario ha celebrado «con gran satisfacción» el fallo. Según Oubi Bucraya Bachir, el representante del Polisario ante la UE, la Justicia europea no sólo les da la razón sobre «la necesidad de consentimiento del pueblo saharaui» sobre unos acuerdos comerciales que les afectan, sino que también «reconoce al Polisario como representante del pueblo saharaui para defender sus intereses».
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