Socialismo

Venezuela estrena moneda con seis ceros menos

Es el país con la mayor inflación del mundo. Hasta ayer, un millón de bolívares equivalía a 0,21 euros

Los venezolanos se han acostumbrado a los fajos de billetes debido a la hiperinflación
Los venezolanos se han acostumbrado a los fajos de billetes debido a la hiperinflaciónAriana CubillosAP

Una nueva moneda con seis ceros menos debuta hoy en Venezuela, cuya divisa ha quedado casi sin valor por ser el país con la peor inflación del mundo durante años.

La denominación más alta hasta ahora era un billete de 1 millón de bolívares que valía poco menos de 25 centavos (0,21 euros) hasta el jueves. La nueva moneda tiene un valor máximo de 100 bolívares, algo menos de 25 dólares (21 euros), hasta que la inflación empiece a devorarla también.

El cambio de un millón a un bolívar pretende facilitar tanto las transacciones en efectivo como los cálculos contables en bolívares, que ahora exigen hacer malabarismos con cadenas casi interminables de ceros.

“La razón más importante y fundamental es que los sistemas de pago ya están colapsados porque la cantidad de dígitos hace que los sistemas de pago y la realización de los cálculos sean prácticamente inmanejables”, explicó a la agencia AP José Guerra, profesor de economía de la Universidad Central de Venezuela. “Estos sistemas de procesamiento de pagos con tarjetas de débito o un sistema de contabilidad para empresas... No están pensados para la hiperinflación, sino para una economía normal”.

Con el antiguo sistema, una botella de refresco de dos litros podía costar más de 8 millones de bolívares -y muchos de esos billetes eran escasos-, por lo que un cliente podía tener que pagar con un grueso fajo de papel.

Tope diario en los bancos

Los bancos permitían a los clientes retirar un máximo de 20 millones de bolívares en efectivo al día, o a veces menos si la sucursal estaba escasa.

Así que los consumidores han llegado a confiar en los dólares estadounidenses y en los métodos de pago digitales, como Zelle y PayPal, para realizar sus compras. Hoy en día, la mayoría de las transacciones se realizan electrónicamente y, según Guerra, más del 60% se hacen en dólares estadounidenses.

Cuando el Banco Central de Venezuela anunció el cambio de moneda el mes pasado, los funcionarios dijeron que los sistemas de pago se modernizarán para ampliar el uso digital del bolívar.

También subrayaron que la eliminación de seis ceros no afecta al valor de la moneda. El bolívar “no valdrá más ni menos; sólo se trata de facilitar su uso en una escala monetaria más sencilla”, según un comunicado del Banco Central.

Tercer cambio

Es la tercera vez que los dirigentes socialistas de Venezuela quitan ceros a la moneda. El bolívar perdió tres ceros en 2008 bajo el difunto presidente Hugo Chávez, mientras que su sucesor, el actual presidente Nicolás Maduro, eliminó cinco ceros en 2018.

Tras más de cuatro años de hiperinflación, muchos venezolanos creen que los nuevos billetes también serán efímeros. El banco central ya no publica estadísticas de inflación, pero el Fondo Monetario Internacional estima que la tasa de Venezuela a finales de 2021 será del 5.500%.

“Sólo tenía 3 millones de bolívares en mi cuenta, con eso no se compra ni un (trozo de pan), explicó Elena Díaz, una trabajadora de la limpieza de 28 años, a la salida de un supermercado. “Cuando quiten los seis ceros, con esos 3 bolívares tampoco podré comprar nada”.

El uso de billetes verdes se aceleró después de que el Gobierno de Maduro renunciara hace dos años a sus largos y complicados esfuerzos por restringir las transacciones en dólares en favor de la moneda local, restricciones que sólo alimentaron la inflación.

Los billetes en dólares entran en Venezuela a través de una red de titulares de cuentas bancarias extranjeras que cobran comisiones o a través de personas que viajan a su país con dinero en efectivo.

Antes del cambio, algunas tiendas ya habían comenzado a mostrar tres precios para cada producto, tanto en dólares como en bolívares nuevos y viejos.

Los bancos anunciaron que congelarían las operaciones durante varias horas entre el jueves y el viernes para hacer ajustes por el cambio.

Guerra, que fue asesor de un ex candidato presidencial de la oposición, dijo que los venezolanos ya están acostumbrados a los ajustes monetarios, y que podrían producirse más si no cambian las políticas del Gobierno.

“Básicamente, si no hay un programa económico que detenga la hiperinflación, esto volverá a ocurrir”, reconoció Guerra. “El problema es que la hiperinflación fue tan agresiva en 2018 y 2019 que la reconversión de 2018 (cuando se recortaron cinco ceros) se perdió en año y medio”.