Maniobra de distracción
¿”San Nicolás” en octubre? Maduro adelanta otra vez la Navidad en Venezuela
No es la primera vez que el mandatario venezolano anticipa las fechas navideñas para desviar la atención pública de los graves problemas que atraviesa el país
En Venezuela ya es Navidad, al menos en el palacio presidencial que ocupa Nicolás Maduro. El mandatario ordenó que el país festeje a partir del 1 de octubre, el mismo día que entró en vigencia un nueva moneda con seis ceros menos, el bolívar soberano, para facilitar las cuentas de un país golpeado por la devaluación y una hiperinflación que ya suma cuatro años.
El lunes en la noche, Maduro publicó un video en redes sociales caminando por los jardines de Miraflores, la sede de la Presidencia de la República, celebrando la decoración instalada en el lugar, con iluminación, arbolitos y hasta venados de utilería. “Se pone bello el palacio. Esto está muy bello. Miren estos venaditos, un detalle bello”.
Maduro anunció que “en Venezuela vamos a tener unas navidades felices, brillantes, llenas de luces y colorido”, acompañado por su esposa Cilia Flores. “Llegó la navidad a todo nuestro país, con la alegría y detalles que caracterizan esta época especial”, escribió el gobernante en Twitter al publicar el video.
Es el segundo año consecutivo en que Maduro ordena que los festejos se adelanten desde octubre, pero nunca había sido desde tan pronto. En 2020 las navidades venezolanas “comenzaron” el 15 de octubre. En 2019 fueron a partir de noviembre.
Este año, además, forma parte de las intenciones de impulsar la idea de que “Venezuela se está arreglando”, como dijo hace algunas semanas durante una actividad en Caracas, visto que la devaluación de la moneda se ha ralentizado así como los índices de inflación, gracias a la inyección de dinero al mercado por parte del Estado y a la apertura sin restricciones de las importaciones para que no se repitan los episodios de profunda escasez de productos.
Pero nada de eso ha impedido que la pobreza siga creciendo. La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida, elaborada por la Universidad Católica Andrés Bello, colocó en más de 94% el índice de pobreza nacional y sobre el 75% el de pobreza extrema.
En Navidad, los venezolanos añoran comer hallacas, un plato típico de ocasión. En 2021 muchos no podrán probarla: según el Programa Mundial de Alimentos, que desde este año brinda ayuda en el país caribeño, uno de cada tres venezolanos sufre inseguridad alimentaria y necesita asistencia.
Venezuela llegará a finales de 2021 con ocho años en recesión económica, los mismos que lleva Maduro en el poder. Pero ha dicho que ampliar las fiestas navideñas durante diez semanas puede impulsar el comercio nacional.
De igual forma, desde hace dos semanas ha anunciado que el país entrará en una “flexibilización completa” durante noviembre y diciembre. Desde el año pasado, el gobierno decretó que la cuarentena nacional por el Covid-19 se intercambia entre semanas “radicales” y “flexibles”. Durante las primeras, solo se permite la actividad económica esencial y hay limitaciones a la movilidad. Durante las segundas, no hay restricciones.
Pero la realidad es que las “semanas radicales” no difieren tanto de las otras. Y los datos de contagios por coronavirus demuestran que el esquema no es efectivo: Venezuela vive una tercera ola desde agosto, aunque las autoridades no la admitan.
Hasta ahora lo que ha dicho el gobierno nacional es que el repunte de casos en Caracas, que abarca a Distrito Capital y el estado Miranda pudiera conducir a que allí no se “flexibilice” la cuarentena, y este lunes los pasos a la capital amanecieron con restricciones de paso por parte de uniformados.
Pero en Miraflores no hay virus ni apagones ni falta de agua ni pobreza, sino luces y adornos de unas “Naviades felices” que ya Nicolás Maduro ha comenzado a festejar.
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