Alemania
Laschet decide echarse a un lado tras el batacazo de CDU en las elecciones de Alemania
El sucesor de Merkel dijo a los legisladores conservadores que el partido necesitaba un nuevo comienzo después de su derrota electoral
El candidato la Unión cristianodemócrata de CDU y CSU, y presidente de la DCU Armin Laschet anunció el jueves que su partido llevará a cabo una renovación de la directiva tras perder las elecciones frente a los socialdemócratas así como el apoyo mayoritario en varios estados del este de Alemania. “Las conversaciones con Die Grüne y el FDP fueron muy constructivas, hemos perdido las elecciones y aceptamos que éstos dos partidos tomen sus propias decisiones”, explicó Laschet en la sede del partido, la Casa de Konrad Adenauer. “No se trata de qué personas o qué partidos llegan al poder, sino de qué políticas se hacen durante los próximos cuatro años”, aseguró para explicar porqué en la Unión están convencidos de que “Jamaica sería el verdadero resurgimiento para nuestro país”, en referencia a una posible coalición de centro-derecha junto con Die Grüne y el FDP.
Durante el discurso, Laschet dejó claro que una reedición del actual gobierno de la gran coalición con el partido socialdemócrata SPD, que esta vez ha ganado las elecciones, no está en el horizonte de su partido. “El SPD es el socio equivocado”, le decía Laschet a verdes y liberales, algo que su partido habría comprobado “en varios años de trabajo conjunto”. Ya por la mediodía varios medios habían especulado que el candidato de la Unión y ex-Ministro-Presidente de Renania del Norte-Westfalia habría decidido abandonar el intento de conseguir dicha coalición y que decidía retirarse.
Sin embargo, en su anuncio no dejó claro si se marchará, ya que, aseguró, la CDU llevará a cabo un “proceso de consenso” para debatir las consecuencias en el cambio de personal que el partido sacará en claro de los malos resultados. “Lo primero es el proyecto y después están las personas concretas”, aseguraba haciendo referencia indirecta a su propia renuncia, esperada para esta tarde de jueves que no llegó.Laschet propone renovar el partido mediante una ronda de conversaciones en el que todos los jefes regionales del partido puedan proponer candidatos y lleguen a un consenso en torno a una sola persona para evitar luchas internas.
Las críticas sobre la actuación de Laschet en la campaña electoral y su actitud tras la pérdida de las elecciones no han parado de crecer en su partido y en el socio bávaro que forma la coalición electoral por la que se presentaba candidato. La Unión consiguió el pasado septiembre con un 24,1% el peor resultado de su historia. La marcha de la canciller Angela Merkel, unida al descontento en el país por problemas estructurales, las consecuencias del cambio climático y la falta de carisma de Laschet fueron determinantes para el resultado. La elección de Laschet como jefe de la Unión el pasado enero no estuvo libre de polémica, ya que el jefe de la CSU Markus Söder también se presentó para dicho puesto y disfruta de una mayor popularidad en Alemania.
Las negociaciones del semáforo continuarán el lunes
Mientras tanto, las conversaciones para la posible “coalición semáforo” por los colores de los tres partidos que la compondrían, continuaban entre el SPD, los Grüne y el FDP. Aunque sobre dichas conversaciones sigue sin trascender nada al exterior, ya por la mañana el Secretario General del FDP Volker Wissing dejaba claro que su partido aún no descarta ninguna opción: “Nunca hemos cerrado la puerta a Jamaica”, en relación a gobernar con Laschet y Annalena Baerbock, la co-jefa y candidata del partido verde. “No sabemos si las conversaciones para una coalición de semáforo van a ser fructíferas”.
Han sido una veintena de políticos de los tres partidos los que se han reunido en la feria de congresos de Berlín con una serie de temas muy concretos en torno a los cuales será difícil que se pongan de acuerdo. En especial la subida de impuestos a las rentas más altas y el impuesto a las fortunas que quiere introducir el SPD choca frontalmente con las promesas del FDP. En el ámbito de la vivienda, el SPD quiere introducir una moratoria de cinco años a los alquileres para evitar más subidas de precios y junto a los verdes quieren limitar los precios del alquiler, algo en contra de lo que está el partido liberal.
También en relación a las jubilaciones hay discusiones, ya que verdes y socialdemócratas quieren subirlas al menos hasta el 48% de los ingresos regulares durante los ejercicios cotizados, mientras que los liberales proponen que los fondos de pensiones puedan cotizar en bolsa. El freno de la deuda constitucional es otro de los temas en liza, ya que el partido verde cree que es necesario sustituirlo por una “regla de inversiones” para promover la renovación de la infraestructura y hacer posible la transición a las energías renovables más rápido. El FDP está en contra de una medida intervencionista como ésta y los socialdemócratas creen que no sería posible llevarlo a cabo sin cambiar la constitución.
Está previsto que las negociaciones del futuro tripartito continúen el lunes. El actual Ministro de Transportes Andreas Scheuer del SPD explicó a la agencia de noticias DPA el jueves que no serán unas negociaciones fáciles. Desde Roma, la todavía canciller Angela Merkel aseguró que está segura de que en esta ocasión las conversaciones para formar una coalición de gobierno no tardarán tanto como la última vez en 2017, cuando CDU/CSU y el SPD volvieron a repetir la gran coalición tras un largo tira y afloja.
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