Ensayo
Mueren 200 personas en Brasil que hacían de cobayas en un ensayo relacionado con la covid
Los fallecidos habían sido tratados con proxalutamida, una droga experimental que se aplica en algunos tipos de cáncer, sin ser advertidos previamente. Ya se ha abierto una investigación
La muerte de 200 pacientes ingresados ingresados en distintos hospitales de Brasil tras participar en un estudio de un medicamento experimental contra la covid-19 ha alarmado al país, donde la Comisión Nacional de Ética en la Investigación (CONEP) ya ha abierto una investigación. Este organismo autorizó un estudio con proxalutamida a principios de este año 2021, si embargo sostiene que el ensayo realizado en el Estado de Amazonas implicó a más personas de las que se habían aprobado al inicio ya que en dicho estudio participaron 294 cobayas humanas cuando en realidad solo se habían autorizado 645 participantes.
El estudio se llevó a cabo con “pacientes de cuidados intensivos gravemente enfermos”, pero CONEP afirma que no había sido aprobado. El diario El País explica el caso de Zenite Gonzaga Mota, de 71 años, que comenzó a sufrir los síntomas de la covid-19. Pronto se convirtió en cobaya humana en un hospital a 270 kilómetros de Manaos, capital de la región del Amazonas, para probar en pacientes de covid la proxalutamida, una droga experimental que se aplica para algunos tipos de cáncer pero que “no está registrada en Brasil y no se utiliza en ningún tratamiento en el país”. El periódico cuenta que ni ella ni sus familiares supieron que formaba parte de un experimento que ha situado a Brasil en el centro de un escándalo científico. Después de tomar tres cápsulas al día de proxalutamida y de inhalar dosis diarias de hidroxicloroquina, Zenite murió y ahora su familia pide explicaciones a las autoridades para conocer si el fallecimiento está relacionado con el nuevo tratamiento
“Hay indicios de irregularidades en el estudio, así como transgresiones de las normas vigentes sobre ética en investigación con seres humanos”, se afirma en un documento firmado por el coordinador de la CONEP, Jorge Venâncio, el 3 de septiembre. El organismo recibió varias denuncias del mismo experimento en Manaos, Maués y Parintins, todas en el Estado de Amazonas, en el norte de Brasil, si bien también se han detectado casos en el sur del país.
El 9 de octubre, investigadores de la Red Latinoamericana y del Caribe de Educación en Bioética de la Unesco señalaron en un documento que este podría ser uno de los “episodios más serios y graves de infracción ética” y de “violación de los derechos humanos” de pacientes en la historia de América Latina. “Es urgente que, si se demuestran las irregularidades, se investigue a todos los implicados, dice el texto.
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