Serie verosimil

Las seis realidades políticas de Corea del Sur en “El Juego del Calamar”

Algunos detalles sobre la serie reflejan el día a día que se vive en el país asiático y el sangriento drama no es más que un símil de la sociedad compleja

Fotograma en el que se aprecia cómo los soldados que vigilan a los jugadores retira el cadáver de uno de los caídos
Fotograma en el que se aprecia cómo los soldados que vigilan a los jugadores retira el cadáver de uno de los caídosNetflix

“El Juego del Calamar” es sin duda la serie del momento. La nueva joya de Netflix ha triunfado en todo el mundo y se ha convertido en uno de los programas más populares de Netflix, vista en más de noventa países. Pero el drama sangriento no es más que un símil de la sociedad compleja que tiene Corea del Sur y cuyo autor decidió reflejar en los nueve capítulos en los que se ha dividido la historia.

Por tanto, no hay que pasar por alto algunos detalles sobre la serie y muchos espectadores extranjeros, que no habían estado al tanto de la realidad del país coreano, ha ido descubriendo gracias a la trama.

Machismo y misoginia

Durante la serie, las mujeres son vistas como un ser inferior y débil, de tal forma que cada vez que tienen que elegir compañeros para los juegos, los hombres solo quieren jugar con otros hombres. Por ejemplo, en uno de los juegos en el que los protagonistas necesitan el uso de la fuerza, evitan jugar con mujeres para “tener más posibilidades de ganar”.

Corea del Sur ocupa el puesto 102 en la lista de países con mayor igualdad de género, según la edición de 2021 de la Brecha de Género Global del Foro Económico Mundial. En los últimos años, las diferencias entre hombres y mujeres han disminuido en el país, pero todavía tiene un ratio de desigualdad muy amplio.

El programa recibió críticas por su interpretación de los roles de las mujeres. Sobre todo, por el momento de la serie en que un personaje femenino, Mi-nyeo (número 212), se involucra en relaciones sexuales con el matón, Deok-su (número 101), que se ve como el más fuerte, para ingresar a su equipo, dando a entender que las mujeres consiguen sus objetivos a costa del sexo con los hombres.

Explotación de inmigrantes

Del mismo modo que las mujeres son vistas como un sujeto menor, la serie refleja los problemas que viven los inmigrantes. Ali (número 199) es un migrante paquistaní que trabaja en una fábrica y se une a los concursantes porque su jefe surcoreano le había retenido su salario durante meses, no tenía dinero y se ve obligado a abandonar a su esposa y su bebé.

La historia del persona refleja una rutina de trabajo duro y de explotación que algunos trabajadores extranjeros tienen que soportar en Corea del Sur. Según grupos de derechos humanos, las condiciones pueden ser nefastas para los inmigrantes en el país.

Los desertores de Corea del Norte

En 1948, la República de Corea fue dividida en dos: Corea del Norte y Corea del Sur. Dos regiones cuyos habitantes no son bien vistos en el otro lado de la frontera que las separa. Sobre todo en el caso de los norcoreanos que intentan escapar del régimen autoritario hacia el sur. Se calcula que más de 1.000 residentes de Corea del Norte busca refugio en Corea del Sur.

Sae-byok (número 067) se une al grupo con la esperanza de ganar dinero para reunir a su familia, que se separó mientras huía del régimen represivo del país vecino. Durante bastante parte de la historia, la concursante esconde constantemente su procedencia, por temor a la reacción del resto por saber su procedencia. Por ejemplo, oculta su acento original.

Seúl, la capital surcoreana, cuenta con una serie de planes y beneficios de adaptación, pero los llamados desertores de Corea del Norte pueden sufrir malos tratos, así como discriminación o abusos, por parte de los surcoreanos.

La pobreza y desigualdad económica

La trama está en que personas con problemas económicos luchan por conseguir el premio que les ayudará a saldar sus deudas. El protagonista, Gi-hun (número 456), personifica al trabajador fracasado que no puede salir de la pobreza: está en paro, vive con su madre y apenas tiene dinero para comprarle un regalo decente a su hija en el día de su cumpleaños.

Aunque Corea del Sur tiene mejores resultados que Estados Unidos, España, Francia o países nórdicos en cuanto a riqueza nacional, la desigualdad está en aumento en el país asíatico, y la brecha cada vez es más grande. Por ejemplo, el 20% de los que más ganan tiene un patrimonio neto 166 veces mayor que el 20% más pobre.

Conflictos con China

Corea del Sur no solo muestra tensiones con sus vecinos de Corea del Norte, sino también con China. En la serie, tan solo hay una referencia al gigante asiático: la madre de Sae-byok es detenida mientras intentaba llegar a Corea del Sur a través de China continental.

Además, los medios chinos informaron que los uniformes verdes utilizados por los concursantes son similares a una película china de 2019, “Teacher, Like”, aunque la plataforma de reseñas de libros y películas más grande de China, Douban, criticó con un 7,6 sobre 10.

A lo largo de los siglos, ambos países han tenido un importante intercambio cultural y económico. Pero en los últimos 20 años, la disputa por la identidad y propiedad de bienes culturales amenaza la relación entre ambas naciones. Una de las más recientes, la que refiere a la polémica por el origen del hanbok y el kimchi.

Corrupción

Cho Sang-woo (número 218) es un banquero de inversiones que se une al juego después de ser acusado de malversar fondos de la empresa para la que trabajaba. Es buscado por la policía y el FBI (vivía en Estados Unidos) y se convirtió en “persona de interés” como uno de los delincuentes más buscados. Es por esta la razón por la que entra en el juego.

En los últimos años,Corea del Sur se ha visto involucrada en escándalas políticos y de su élite empresarial. Entre los más destacados, su presidenta, Park Geun-hye, fue derrocada por una investigación de corrupción en 2016.