"Caliphate"

Alemania condena a una yihadista del Estado Islámico por dejar morir de hambre y sed a una niña yazidí

Se trata de una sentencia ejemplar. La terrorista es una alemana convertida al islam que viajó a Irak y fue parte de la llamada “policía moral”

La yihadista y simpatizante del Estado Islámico en Irak, Jennifer W., a su llegada a su juicio en Múnich
La yihadista y simpatizante del Estado Islámico en Irak, Jennifer W., a su llegada a su juicio en MúnichSven HoppeAP

Entre las atrocidades cometidas durante el “Califato”, a partir de 2014, está el exterminio de la minoría yazidí en Irak. Se calcula que fueron asesinados unos 5.000 hombres; y 7.000 mujeres y niños fueron sometidos a secuestro y violación. Además, cientos de miles de personas fueron expulsadas de sus hogares en la región de Sinyar, cuna de los yazidíes. De trata de crímenes de lesa humanidad. Uno de los que dirigió ese exterminio fue el actual califa de Daesh, Ibrahim Hashimi.

Ante esta barbarie, además de las condenas internacionales, la Audiencia Territorial de Múnich ha dictado hoy una sentencia ejemplar. Ha condenado a diez años de prisión a una alemana de 30 años militante del Estado Islámico en relación con el caso de una niña yazidí de cinco años, esclavizada en Irak y a la que se dejó morir de sed.

La mujer, Jennifer W., de 30 años, fue condenada entre otros cargos por pertenencia a una organización terrorista en el extranjero, complicidad en intento de asesinato y tentativa de crímenes de guerra y por crímenes contra la humanidad.

Se le acusa de haber observado impasible cómo su entonces marido, Taha A.-J., encadenó a la niña a una ventana en un patio bajo un calor sofocante como castigo por haberse orinado sobre un colchón y la dejó morir de sed.

Jennifer W., alemana convertida al islam, viajó a Irak en 2014 y hasta septiembre de 2015 formó parte de la llamada “policía de la moral” integrista en las ciudades iraquíes de Mosul y Faluya, donde su tarea consistía en vigilar que las mujeres se vistieran de acuerdo a los cánones ordenados por el Estado Islámico.

La Fiscalía, que acusaba a la mujer de asesinato por omisión en relación con la muerte de la menor, exigía cadena perpetua, mientras la defensa pedía un máximo de dos años de prisión por militancia en una organización terrorista.

La fiscal señaló que el veredicto de hoy era significativo porque declaraba a alguien culpable de un crimen que tuvo lugar hace años fuera de Alemania. “Es decisivo que un crimen que nadie hubiera pensado que se iba a resolver se haya esclarecido hoy en un juicio penal”, aseveró la fiscal federal Claudia Gorf.

Según informa la agencia Reuters, el caso fue presentado por la madre del niño, que estuvo representada por dos abogados alemanes y la abogada de derechos humanosAmal Clooney.

“Creo que para una madre que ha perdido a su hijo, no hay sentencia lo suficientemente severa”, indicó Natalie Von Wistinghausen, la abogada de la demandante.

“Para ella era importante (...) que el mundo supiera quién es el responsable y hoy ha recibido esa decisión”, dijo.