Antisemitismo

Justicia para Mireille Knoll, la superviviente del nazismo que fue acuchillada y quemada en un ataque en su casa de París

Los dos sospechosos del asesinato se enfrentan a un juicio acusados de un homicidio de carácter antisemita

Muestras de cariño en la puerta de la vivienda de Mireille Knoll, asesinada en París en 2018
Muestras de cariño en la puerta de la vivienda de Mireille Knoll, asesinada en París en 2018larazon

Mireille Knoll fue brutalmente asesinada en 2018 en su cada de París. Tenía 85 años y era superviviente de un campo de concentración nazi. Dos hombres entraron en su casa, le asestaron once puñaladas mortales y quemaron su casa. Los dos supuestos autores de este horrible crimen fueron detenido y desde hoy están siendo juzgados por lo que la fiscalía considera un ataque antisemita.

Ambos están acusados de matar a una persona vulnerable por motivos religiosos, así como de robo agravado, pero ellos se acusan mutuamente del asesinato y sus abogados niegan cualquier razón antisemita, según informaciones de la prensa francesa. Uno de los acusados dijo que su cómplice gritaba «Alá es grande» cuando agredió a la víctima. Para más inri, uno de los sospechosos era un vecino que creció en el mismo barrio de viviendas sociales de París donde Knoll había vivido la mayor parte de su vida. De hecho, Knoll lo había alojado con frecuencia en su casa, según su hijo.

Centenares de personas acudieron a los homenajes que esta semana se celebraron en memoria de Mireille Knoll. En la imagen, una de las concentraciones en Estrasburgo
Centenares de personas acudieron a los homenajes que esta semana se celebraron en memoria de Mireille Knoll. En la imagen, una de las concentraciones en Estrasburgolarazon

Según la nieta de Koll, el apartamento de su abuela fue incendiado, “dejando a la familia sin recuerdos, sin álbumes de fotos, sin cartas, nada. Lo único que tenemos ahora son nuestras lágrimas”, escribió en su muro de Facebook. “Estamos realmente en estado de shock. No entiendo cómo alguien podría matar a una mujer que no tiene dinero y que vive en un complejo de viviendas sociales”, lamentó en su día el hijo de la víctima.

El asesinato de Mireille Knoll conmocionó a los franceses y sirvió como recordatorio tanto del antisemitismo histórico como de su resurgimiento en los últimos años. Tras su asesinato se celebraron marchas de homenaje en Francia para honrar a la víctima y denunciar el racismo. El presidente Emmanuel Macron asistió a su funeral y dijo que los atacantes “profanaron nuestros valores sagrados y nuestra historia”.

A los 9 años, en 1942, Knoll se vio obligada a huir de París con su familia -gracias al pasaporte brasileño que poseía su padre- para escapar de una redada de judíos durante la Segunda Guerra Mundial. La policía francesa condujo a unas 13.000 personas, incluidos más de 4.000 niños, al estadio Vel d’Hiv en 1942 y las envió alcampo de exterminio de Auschwitzen la Polonia ocupada por los nazis. Menos de 100 de ellos sobrevivieron.

Un miembro de la familia con ciudadanía brasileña ayudó a Knoll y a otros parientes a escapar del territorio ocupado por los nazis hacia el sur de Europa y luego a Canadá, según su hijo. La mujer regresó a Francia después del final de la guerra, y mientras sus nietos y otros judíos franceses se mudaron más tarde a Israel, Knoll se quedó en su modesto apartamento en su amada París.

La muerte de Knoll se produjo un año después de que otra mujer judía, Sarah Halimi, fuera arrojada desde su balcón de París a su muerte. Los fiscales franceses clasificaron el asesinato como antisemita, pero el tribunal superior del país dictaminó este año que el sospechoso no podía ser juzgado por asesinato porque estaba en un “estado delirante”, aparentemente relacionado con su consumo de drogas. Esa decisión provocó indignación.

También el martes, Macron inauguró el primer museo de Francia en honor al capitán del ejército Alfred Dreyfus, un judío que fue condenado injustamente por traición en el siglo XIX. El asunto inspiró un ensayo histórico del autor Emile Zola que denunciaba el antisemitismo francés, llamado “J’Accuse”. El museo, en el barrio parisino de Medan, es parte de la Casa Zola y tiene como objetivo “dar vida al asunto Dreyfus para perpetuar su memoria”, según la oficina de Macron.