Crisis política

La derecha portuguesa se activa para enfrentarse a Costa en las urnas

Paulo Rangel, su figura emergente, insta a acelerar las primarias para presentarse a las elecciones

Antonio Costa y Pedro Sánchez conversan en la Cumbre Hispano Lusa celebrada hoy en Trujillo
Antonio Costa y Pedro Sánchez conversan en la Cumbre Hispano Lusa celebrada hoy en TrujilloJorge ArmestarEuropa Press

En el primer día oficial de crisis política en Portugal, sin presupuestos para el próximo año, con un Gobierno acorralado y solo y a la espera de que se convoquen oficialmente elecciones anticipadas, la derecha ha sido la primera en reaccionar. El inesperado divorcio de la izquierda tras seis años de entendimiento ha tenido consecuencias inmediatas para la oposición, que ve ante un frágil y Antonio Costa una inmejorable oportunidad de descabalgar a los socialistas del poder, pero al que la circunstancia pilla en un proceso abierto de renovación de liderazgo que podría no estar completado a tiempo para la futura cita electoral, que se especula puede llegar a finales de enero.

Sin que se prevea que el presidente del país, Marcelo Rebelo de Sousa, anuncie una fecha definitiva hasta mediados de la próxima semana, este jueves el principal partido de la oposición, el PSD, de centroderecha, y el minoritario democristiano CDS, otrora aliados de Gobierno, bullían de actividad para decidir si cambian sus calendarios para elegir a contrarreloj quién disputará a Costa la gobernabilidad de Portugal.

Esa es la opción que gana peso dentro del PSD, donde los cuchillos han comenzado a afilarse. La formación, que gobernó Portugal durante los duros años de rescate y recortes (2011-2015) ha encadenado en los últimos seis años sucesivos malos resultados electorales que algunos expertos achacan al recuerdo de la austeridad y otros a la forma de cuestionar al Gobierno de su actual líder, Rui Rio. Rio ha apostado siempre por lo que denomina “oposición útil”, tendiendo la mano al Gobierno de Costa cuando ha considerado que defendía los intereses nacionales, y ello le ha granjeado numerosos enemigos internos.

Uno de ellos quiere disputarle el puesto. Es el eurodiputado Paulo Rangel, una estrella emergente en el país, sobre todo desde que el pasado septiembre asumiera públicamente en una entrevista su homosexualidad. Los militantes elegirán entre ambos el próximo 4 de diciembre, pero el vencedor no asumiría el cargo hasta el congreso del partido, programado para mediados de enero. Dado que deben entregarse las listas electorales al menos 41 días antes de la fecha de elecciones, podría suceder que, aunque Rangel fuese elegido nuevo líder, la lista del PSD acabase siendo elaborada por Rio, lo que ha llevado al eurodiputado a reunir apoyos con rapidez para este mismo jueves pedir públicamente que el congreso se adelante un mes.

Su rápido ascenso como estrella mediática y sus buenas relaciones con el presidente de Portugal, de su misma familia política, han dado a Rangel una seguridad que le lleva ya a presentarse ante los periodistas como el futuro rival de Costa, a quien interpela electoralmente. “El Partido Socialista no tiene ni tendrá condiciones para gobernar Portugal en los próximos años. Todos los votos al Partido Socialista serán inútiles, porque no podrá sumar en la izquierda”, ha dicho Rangel, echando sal en la herida todavía fresca de la ruptura del Partido Comunista Portugués y el marxista Bloco de Esquerda con Costa, que este jueves asimilaba aún el golpe junto a Pedro Sánchez en Trujillo, en el marco de una nueva cumbre Hispano-Lusa.

Si el PSD se plantea acelerar, el CDS estudia el camino contrario. La formación, que cuenta apenas con 5 de los 230 diputados del Parlamento, celebrará su congreso los días 27 y 28 de noviembre, en los que también se dilucidará si hay cambio de líder o se mantendrá el actual, Francisco Rodrigues dos Santos. Pero con la caída de los Presupuestos “todo ha cambiado”, sostuvieron este jueves hasta 14 dirigentes del partido en una carta en la que apelaron a retrasar la cita hasta después de las elecciones para priorizar “la definición de una estrategia y de un programa electoral”, que “debe darse en un clima de conciliación y unión”.

Contactos del presidente

Mientras la derecha se agita, el presidente de Portugal cumple el protocolo que le marca la Constitución antes de disolver el Parlamento, algo que durante días dijo que haría si los Presupuestos para 2022 eran rechazados en el Parlamento. Este viernes recibirá en audiencias a sindicatos y patronal y el sábado se entrevistará con representantes de todos los partidos con representación parlamentaria para conocer sus preferencias. En las últimas horas varias formaciones de izquierda han dejado entrever que prefieren que se dé tiempo extra al Gobierno para preparar un nuevo Presupuesto en lugar de convocar elecciones anticipadas, opción preferida por la derecha.

Será en cualquier caso Rebelo de Sousa quien tome la decisión final, que no se espera que se anuncie al país hasta después del próximo miércoles, cuando dará el último paso que le exige la Carta Magna, reunir al Consejo de Estado para abordar cómo proceder.