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Relevo

Löfven dimite como “premier” sueco para dar paso a la nueva líder socialdemócrata

Magdalena Andersson deberá ser investida por el Parlamento para convertirse en la primera mujer al frente del Gobierno en Suecia

El primer ministro sueco, Stefan Löfven presenta su dimisión al presidente del Parlamento, Andreas Norlán
El primer ministro sueco, Stefan Löfven presenta su dimisión al presidente del Parlamento, Andreas NorlánAnders WiklundAP

El relevo al frente del Gobierno sueco sigue el guion previsto. Una semana después de dimitir como líder socialdemócrata, Stefan Löfven ha presentado esta mañana su renuncia como primer ministro al presidente del Parlamento, Andreas Norlén. Tras siete años al frente de un Gobierno en minoría con el Partido Verde, el antiguo líder sindical será relevado por la actual ministra de Finanzas, Magdalena Andersson, que hace una semana fue elegida nueva líder del partido.

“En cada situación, en cada decisión, he actuado sobre la base de lo que es mejor para Suecia”, aseguró en su despedida Löfven, que permanecerá como primer ministro en funciones hasta que se forma el nuevo Ejecutivo. Tras pasar a la historia como el primer jefe de Gobierno sueco en perder una moción de censura en junio y ser reelegido dos semanas después, el líder socialdemócrata anunció en agosto su intención de renunciar en noviembre para que un nuevo líder tuviera tiempo suficiente de preparar al Partido Socialdemócrata (SAP) de cara a las elecciones del 11 de septiembre de 2022. “El pueblo sueco quiere una transición rápida y Magdalena Andersson tiene un alto nivel de confianza entre los votantes”, aseguró sobre su sucesora.

Antes de convertirse a sus 54 en la primera mujer al frente del Gobierno en Suecia, Andersson debe someterse a una votación de investidura en el “Riksdag” (Parlamento), donde debe reunir más apoyos o abstenciones que votos en contra. En concreto, la futura primera ministra deberá sumar a los 100 diputados socialdemócratas y los 16 verdes, los 31 del Partido de Centro y los 28 del Partido de la Izquierda para alcanzar 175 votos frente a los 174 que del bloque de derechas.

La líder centrista, Annie Lööf, ya ha confirmado que se abstendrá después de pactar con el Gobierno saliente las leyes forestales y de costas que había puesto como condición. Sin embargo, los ex comunistas, que ya hicieron caer en junio al Gobierno en la moción de censura, no han revelado aún el sentido de su voto. El Partido de la Izquierda exige que el Gobierno aparque la reforma laboral parcial que reclamaban los centristas, así como otras demandas en pensiones y sanidad.

La habilidad de complacer a dos partidos programáticamente incompatibles marcará desde el principio el mandato de Andersson a menos de un año de las elecciones legislativas. Tras la toma de posesión del próximo Gobierno, previsiblemente la próxima semana, la líder socialdemócrata deberá sacar adelante unos Presupuestos Generales con el apoyo de centristas y socialistas. De lo contrario, corre el riesgo de que, como le ocurrió a Löfven al llegar al poder, deba tragarse el sapo de gobernar con las cuentas públicas elaboradas por la derecha. En Suecia, es frecuente que la oposición presente un proyecto de presupuestos alternativo al Gobierno para su debate y votación en el “Riksdag”.

La tarea de Andersson, que ha demostrado su pragmatismo como ministra de Finanzas desde 2014, no es fácil. La que fuera campeona de natación júnior dispone de menos de un año para que los socialdemócratas (25%) remonten en los sondeos frente a los conservadores del Partido Moderado (22%), que ya no cierran la puerta a llegar al poder con el apoyo implícita de la extrema derecha (20%).

“Magdalena Andersson ha trabajado en estrecha colaboración con Löfven durante siete años. No espero cambios importantes“, opina Anders Sannerstedt, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Lund. “Los socialdemócratas necesitan proponer nuevas ideas políticas” si quieren ganar las elecciones, que, según advierte, serán una “carrera muy reñida”. Sin embargo, para el politólogo, “Andersson es más una burócrata tecnocrática que una líder creativa y visionario. El tiempo dirá”.