Asia

Mediación diplomática

Birmania libera al periodista estadounidense detenido en mayo

Danny Fenster fue condenado a once años de prisión y trabajos forzosos por difundir información falsa y violar las regulaciones de las visas migratorias

El periodista Danny Fenster habla con los medios en Qatar junto al diplomático Bill Richardson
El periodista Danny Fenster habla con los medios en Qatar junto al diplomático Bill RichardsonLuis CostaAP

Después de varios meses de angustia y muchos días de incertidumbre, la familia del periodista estadounidense Danny Fenster ya respira tranquila y espera con los brazos abiertos su inminente llegada al país en las próximas horas.

El Gobierno de Joe Biden, a su vez, celebra la liberación del periodista estadounidense, denunciando en un comunicado emitido por el Departamento de Estado que había sido “detenido injustamente durante casi seis meses”.

Editor de la revista digital“Frontier Myanmar”, Danny Fenster fue encarcelado en mayo cuando intentaba abandonar el país, y condenado medio año después, el viernes de la semana pasada, a once años de prisión con trabajos forzados por “difundir información falsa o incendiaria (3 años), contactar organizaciones ilegales (otros 3 años) y violar las regulaciones de visas” migratorias (5 años más de condena).

“Éste es el día que esperas que llegue cuando haces este trabajo”, declaró en un comunicado Bill Richardson, ex embajador de Estados Unidos ante la ONU y responsable de las negociaciones diplomáticas presenciales para su liberación, confirmando que el periodista estadounidense ya se encontraba con él y que emprenderían el camino de vuelta a casa a través de Qatar en el próximo día y medio.

Reconocido diplomático estadounidense con grandes dotes de persuasión y amplia experiencia en países donde Estados Unidos no cuenta precisamente con las relaciones más sólidas ni cercanas, Richardson tiene a su espalda un pasado político tan dispar como el de haber sido gobernador de Nuevo México o desempeñarse como secretario de Energía bajo la Administración Clinton, aunque en la actualidad está más involucrado con la búsqueda de la libertad de ciudadanos americanos detenidos en Venezuela.

“Estamos muy agradecidos de que Danny finalmente pueda volver a encontrarse con sus seres queridos, que han estado defendiéndolo todo este tiempo contra inmensas probabilidades”, añadió Richardson, pero, en sus propias palabras, “Siempre hay esperanza”.

El periodista estadounidense había permanecido encerrado en la prisión de Insein, en Yangón, la antigua capital de Birmania. Dirigida por la junta militar de Myanmar, el Consejo de Paz y Desarrollo, el centro penitenciario es conocido en gran medida por utilizarse para reprimir a disidentes políticos.

Desde que los militares tomaron el poder en Birmania, otros siete periodistas extranjeros han sido detenidos, aunque Fenster es el único que había sufrido, hasta ahora, el castigo más severo, condenado a 11 años de prisión y trabajos forzados. “Estamos muy contenidos de que Danny pronto se reunirá con su familia mientras seguimos pidiendo la liberación de otros que siguen encarcelados injustamente en Birmania”, anunció en un comunicado Antony Blinken, el secretario de Estado de EE UU.

Tras las intensas negociaciones con Richardson y otros dos enviados especiales de Japón, la junta birmana confirmó, también a través de un comunicado, que Danny Fenster había sido “indultado” antes de su liberación por “motivos humanitarios”.

Esas negociaciones incluyeron encuentros cara a cara entre el representante de Estados Unidos, Bill Richardson, y el general Min Aung Hlaing, el líder militar que derrocó en febrero de este año al gobierno electo de la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi

Con esta última, Richardson ya mantuvo un encuentro en 1994 como miembro del Congreso de EE UU cuando Sui Kyi, que durante décadas ha luchado por la democratización de Birmania, se encontraba bajo arresto domiciliario con un Bobierno militar anterior.

La amplia experiencia de Richardson en Birmania le ha postulado como el candidato ideal de EE UU para encabezar las conversaciones con el país asiático en la liberación del periodista. Su última visita a Birmania fue en 2018, cuando lideró las conversaciones sobre la crisis que involucra la minoría musulmana rohingya tras la brutal represión del Ejército de Myanmar en 2017, que forzó la huida de 700.000 personas a campos refugiados de Bangladés.