¿Guerra a la vista?
Qué hacen 114.000 tropas rusas estacionadas en la frontera con Ucrania
Crece la preocupación en EEUU y la OTAN ante una posible invasión del este ucraniano por parte de Rusia
A río revuelto, Rusia mueve posiciones. Mientras Bielorrusia azuza un conflicto fronterizo en Polonia y Lituania con el envío de miles de migrantes para que enfrente de forma irregular en la Unión Europea, Rusia prosigue con una operación militar en las fronteras con Ucrania, ampliamente criticada por la OTAN y Estados Unidos como un intento por desestabilizar la región. Hasta 114.000 tropas rusas, según el Ministerio de Defensa de Ucrania, se hallan estacionadas en la linde del noreste, este y sur de Ucrania, incluidos unos 92.000 soldados de infantería y fuerzas aéreas y marítimas. Las imágenes por satélite usadas por EEUU muestran, según Washington, la acumulación de material ruso compuesto por cañones autopropulsados, carros de combate y vehículos de combate de infantería en un campo de entrenamiento a unos 300 kilómetros de la frontera con Ucrania. ¿Qué misión tienen los soldados rusos? ¿Suenas tambores de guerra?
En Washington se manejan informes de inteligencia que apunta a una posible invasión militar del este de Ucrania, donde buena parte de la población habla ruso y tiene unas vínculos fuertes con Rusia. En la zona de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk se calcula que existen cerca de 650.000 personas con pasaporte ruso. Moscú ha deslizado en los últimos meses la posibilidad de una intervención para proteger a esos residentes -que tiene la doble ciudadanía- ante el acoso que sufren desde Kiev.
En este sentido, el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, pidió estar atentos ante la “significativa concentración militar” de Moscú en la zona. EEUU cree que la movilización de tropas rusas en la linde con Ucrania es la mayor desde 2014, cuando Moscú se anexionó la provincia de Crimea. Cabe recordar que el de Ucrania es el último conflicto militar registrado en Europa y que desde su estallido en 2014 esta guerra de baja intensidad se ha cobrado la vida de 14.000 personas, según informes de la ONU.
El Kremlin ha respondido diciendo que todos los desplazamientos de sus tropas se producen dentro de sus fronteras y no amenazan a nadie. Desde hace meses Moscú viene criticando lo que considera provocaciones por parte del gobierno de Kiev y manifestado su disposición para “defender” a los ciudadanos de habla rusa en Donetsk y Lugansk, las regiones ucranias del este donde vive una población con muchos vínculos con Rusia.
Pero en Estados Unidos y en el cuartel general de la OTAN existe el temor de que Rusia vuelva a intentar una conquista de territorio. Así lo dijo Anthony Blinken, jefe de la diplomacia estadounidense cuando advirtió a Moscú de que cometería “un error grave si intenta volver a hacer” lo ocurrido en 2014, en referencia a la ocupación de las regiones de Crimea y Donbás, donde el Kremlin apoya militar y políticamente a los rebeldes prorrusos.
Jens Stoltenberg, ha sido categórico: “Sabemos que Rusia ha demostrado tanto la voluntad como la capacidad de usar la fuerza militar contra Ucrania antes. Vimos eso cuando se anexionaron de forma ilegal Crimea y lo hemos visto durante muchos años en el modo en que dan apoyo a los separatistas en Donbás”, expuso el jefe de la Alianza Atlántica, para quien el apoyo de la OTAN a Ucrania “no es una amenaza para Rusia” y agregó que los ejercicios de la Alianza en la región del Mar Negro son “defensivos y transparentes”.
En un comunicado conjunto emitido el lunes, los ministros de Exteriores de Francia y Alemania ya pidieron a Rusia “contención” y transparencia sobre sus actividades militares, además de avisar de que “cualquier nueva tentativa de atentar contra la integridad territorial de Ucrania tendría graves consecuencias”.
Para la resolución de este conflicto, existe un proceso de negociación en el que participan representantes de de Ucrania, Rusia y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). El primer ministro de Ucrania Zelenski y el presidente ruso, Vladimir Putin, se reunieron en diciembre en París bajo el formato de Normandía que incluye a la canciller alemana, Angela Merkel, y al presidente francés, Emmanuel Macron para avanzar en una tregua que no ha funcionado.
Putin ha sostenido oficialmente que el acercamiento de la OTAN a las fronteras con Rusia desde la caída de la URSS es una política que rompe con el pacto no escrito alcanzado en los 90 de respetar la órbita rusa. A ojos de Moscú, EEUU rompió ese acuerdo con una estrategia agresiva que se materializó con el apoyo occidental a la revolución naranja de Kiev para favorecer un alejamiento de Ucrania a Moscú. El presidente ruso ha hablado desde entonces de Ucrania como un vasallo de Occidente y ha defendido que “la formación de un estado ucraniano étnicamente puro, agresivo hacia Rusia, es comparable en sus consecuencias al uso de armas de destrucción masiva contra nosotros”.
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