Opinión

Cuba es una inmensa farsa, Cuba es una dictadura

No rigen los derechos, sino los privilegios; todo es para el turista; los beneficios sociales solo existen en las noticias e informes que el Gobierno brinda a la comunidad internacional

Personas ondean banderas cubanas con el lema "Patria y Vida" durante una marcha de apoyo a los cubanos celebrada el 14 de noviembre en Miami
Personas ondean banderas cubanas con el lema "Patria y Vida" durante una marcha de apoyo a los cubanos celebrada el 14 de noviembre en MiamiAna MengottiAgencia EFE

La sociedad cubana está fragmentada y polarizada. Una minoría anclada a los privilegios capitalistas y militares del poder gobierna Cuba con una mano de hierro. No permite siquiera una opinión contraria a sus intereses. La mayor parte de la sociedad cubana son personas excluidas de la posibilidad de «existir». No rigen los derechos, sino los privilegios; todo es para el turista; los beneficios sociales solo existen en las noticias e informes que el Gobierno brinda a la comunidad internacional.Cuba es una inmensa farsa, Cuba es una dictadura. Por alzar su voz contra la injusticia, ya hay más 640 presos políticos, incluyendo menores.

El 18 de noviembre de 2020, hace exactamente un año, el Movimiento San Isidro inició una histórica huelga de hambre colectiva. La represión a la misma fue el desencadenante de la ola de protestas más grande que ha vivido toda la historia de la Revolución Cubana; más de seis décadas de silencio cómplice de la ciudadanía han sido marcados por protestas (27-N, 27-E, 4-A, 30-A, 11J y 14-15N) muchas de estas famosas protestas están relacionadas con algún grupo o movimientos cívicos. Así tenemos al Movimiento San Isidro (MSI), al Movimiento 27-N, al Movimiento 11-M, a la plataforma Amarillo & Medio (A&M) y el más reciente, Archipiélago.

Archipiélago es ante todo una plataforma para potenciar el diálogo de la sociedad civil cubana. Surge a raíz de las protestas del 11-J. Se rige por la horizontalidad y la democracia, por eso independientemente de dónde resida el carisma o cariño de sus seguidores, las decisiones se toman por consenso o mayoría, siempre tomando en cuenta los criterios de la ciudadanía. Se guía por las ideas y la necesidad urgente de cambios en la sociedad cubana.

Archipiélago abraza la pluralidad, la diversidad y la humanidad, no es un espacio para proselitismo, sino para pensar en el bien común... y ese bien común está relacionado con el fin de la violencia y la represión en Cuba, la liberación inmediata de todos los presos políticos, el derecho a pensar diferente al gobierno y la articulación de mecanismo democráticos.

Mientras dichos problemas subsistan, mientras los cubanos padezcan o estén expuestos a padecer los desmanes y desvaríos de un gobierno demasiado viejo como para entender el mundo en el que vivimos hoy, la plataforma continuará trabajando desde la no violencia y el civismo reconstruyendo el tejido social, uniéndonos como ciudadanos ante la causa de la Democracia, la libertad y los Derechos Humanos «por la república con todos y para el bien de todos».

FERNANDO ALMEYDA RODRÍGUEZ es jurista y moderador del grupo Archipiélago en Cuba