Chile

Por qué el desierto de Atacama se ha convertido en un vertedero de ropa

Cada año llegan casi 60.000 toneladas de residuos textiles, que no solo restan belleza a este lugar de Chile, sino que provoca un efecto negativo en el calentamiento global

El desierto de Atacama se encuentra situado en la región Antofagasta. Situado a unos 2.000 metros de altura, es el lugar con menos precipitaciones puede haber
El desierto de Atacama se encuentra situado en la región Antofagasta. Situado a unos 2.000 metros de altura, es el lugar con menos precipitaciones puede haberLa Razón

Ropa usada, nueva, que no pudo ser vendida o que nadie quiere. Cada año llegan alrededor de 60.000 toneladasde vestimentas de todo el mundo al desierto de Atacama, que se ha convertido en un vertedero debido a que muchas de ellas no se utilizan, formando montañas de amplia altura y convirtiendo a Chile en un lugar lleno de basura.

El desierto de Atacama se encuentra situado en la región Antofagasta. Situado a unos 2.000 metros de altura -algunos puntos llegan incluso a los 6.000 metros-, es el lugar con menos precipitaciones puede haber. Temperaturas muy cálidas a lo largo del día, y heladas por la noche, y son muchos los que viajan hasta aquí para disfrutar de la variedad paisajística que ofrece.

La mayoría de la ropa que se almacena en “el lugar no polar más árido de la Tierra” está fabricada en China o Bangladesh y es transportada a Europa, Asia o Estados Unidos, que a su vez la transporte a Chile. Desde aquí, se revende a toda América Latina. Camisetas, pantalones, blusas, chaquetas y demás son vendidas por los comerciantes de la capital, Santiago, a más de 1.500 kilómetros al sur del desierto y otra se introduce a través del contrabando hacia otros países, principalmente a Perú, Bolivia o Argentina, con los que hace frontera.

En todo el mundo, se estima que cada año se generan 92 millones de toneladas de residuos textiles. La producción mundial de prendas de vestir se duplicó entre 2000 y 2014, según un informe de la ONU del año 2019. Asimismo, las multitudes de ropas que se perdieron con la pandemia del coronavirus, debido a confinamientos que impedían a la gente salir o compras que posteriormente las personas no utilizaron, incrementaron en 2020 sus desechos.

La industria es responsable del 20% de toda el agua desperdiciada en el mundo. Estas montañas también inciden en la contaminación, pues provocan que el aire se vuelva más tóxico. Incluso las aguas subterráneas se ven afectadas por el almacenamiento de basura textil. “Llevamos muchos años consumiendo y a nadie parece importarle que cada vez se generen más residuos textiles”, dijo Rosario Heva, fundadora de Ecocitex de AFP. “Pero ahora la gente empieza a cuestionarlo”, dijo.

El desierto de Atacama se ha convertido en un basurero de la fast fashion. La ropa puede durar 2000 años en biodegradarse y puede ser tan tóxica como las llantas o plásticos desechados, y su fabricación contribuye en un 10% a los gases de efecto invernadero a nivel mundial -mucho más que todos los vuelos y transporte marítimo junto-, según alerta Pictoline.

Pero, por otra parte, hay gente muy podre en la región del desierto de Atacama, que aprovecha estos almacenamientos para rebuscar ropa en los basureros y utilizar cosas que necesita o incluso venderlas.