Denuncias en cinco países

El nuevo jefe de Interpol: acusado de cometer torturas y duras detenciones en Emiratos Árabes Unidos

El polémico Ahmed Naser al-Raisi ha sido elegido por el 68,9% de los votos del organismo policial

El inspector general del Ministerio del Interior de los Emiratos Árabes Unidos, el general de división Ahmed Naser al-Raisi
El inspector general del Ministerio del Interior de los Emiratos Árabes Unidos, el general de división Ahmed Naser al-RaisiFrancisco SecoAgencia AP

Interpol, organización internacional de policía criminal que agrupa 195 países, se autodefine como un órgano que “ayuda a los cuerpos policiales a colaborar entre sí para hacer del mundo un lugar más seguro”. La definición contrasta con la polémica elección ayer de su nuevo presidente, Ahmed Nasser al-Raisi, un general emiratí acusado de cometer torturas y detenciones arbitrarias.

El inspector general del ministerio del interior de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) fue elegido para ocupar el cargo durante cuatro años, respaldado con un 68,9% de los votos en la asamblea general celebrada en Estambul. “Es un honor haber sido elegido presidente. Interpol es una organización construida sobre el espíritu de la colaboración. Trabajaré para construir una organización más transparente y diversa”, celebró al-Raisi tras su victoria. Y presumió: “los EAU se han convertido en uno de los países más seguros del mundo”.

Su llegada al frente de Interpol llega tras generosas aportaciones económicas de su país al ente internacional con base en Lyon (Francia). En 2017, EAU aportó 54 millones de dólares, equivalente casi al total que aportan el resto de países miembros anualmente. En 2020, todos los integrantes de Interpol aportaron 68 millones. También se acusó a Abu Dhabi de abusar del sistema de “avisos rojos” –orden de arresto internacional- para encarcelar a disidentes políticos internos.

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Ali Issa Ahmad, un aficionado al fútbol que dice haber sido torturado por la agencia de seguridad de Emiratos Árabes Unidos durante el torneo de fútbol de la Copa de Asia 2019 indicó que: ``No dejaré de luchar por la justicia por la tortura y los abusos que sufrí bajo la vigilancia de Al-Raisi. Espero que la Interpol no le permita abusar de ninguna otra persona’'. Su abogado, Rodney Dixon, explicó que sus clientes “redoblarán sus esfuerzos para buscar justicia por su tortura y perseguirán al general Al Raisi en los tribunales nacionales dondequiera que viaje en su nuevo cargo”.

Hasta la fecha, al-Raisi estuvo al frente de la política penitenciaria de su país. En los últimos meses, se presentaron denuncias contra él por torturas en Francia y Turquía. Matthew Hedges fue encarcelado durante siete meses en el país árabe en 2018, y aseguró que sufrió torturas y prolongados aislamientos. Había llegado para completar un doctorado universitario, pero le acusaron –sin pruebas- de ser un agente infiltrado del M16 británico. “Es un día triste para la justicia internacional y la policía mundial”, clamó Hedges. Además de amenazarle constantemente, lo sedaron con tranquilizantes. Meses después intentó suicidarse.

Otro represaliado fue Ali Issa Ahmad, hincha de fútbol que fue torturado durante la Copa de Asia en 2019. “No dejaré de luchar por los abusos que sufría bajo la vigilancia de al-Raisi”, señaló. Para este joven de origen sudanés, detenido por vestir una camiseta de Qatar, los Emiratos “utilizarán este nombramiento para mostrarse como buenos policías, pero las cicatrices en mi cuerpo siempre demostrarán la verdad”. Ambos se mostraron en shock por la elección del nuevo presidente. “No sé cómo no se sienten avergonzados por lo que supondrá para la reputación de la organización”, añadió Hedges.

Desde la secretaría general de Interpol, mantuvieron una calculada ambigüedad. “La asamblea general es quien elige a los miembros del comité ejecutivo. Sería inapropiado hacer comentarios respecto a alguno de los candidatos”, defendieron desde el organismo policial.

El abogado de los dos torturados, Rodney Dixon, fue quien presentó la denuncia contra al-Raisi en Turquía. “Lo correcto sería abrir un proceso penal y arrestarlo por estos delitos, y siempre que existan pruebas concluyentes, juzgarlo bajo jurisdicción universal en Estambul”.

Varias oenegés consideran que, de ahora en adelante, la Interpol abandonará su compromiso para perseguir a violadores de derechos humanos. “La elección representa el inicio de una era peligrosa, con regímenes autoritarios capaces de dictar los métodos de vigilancia internacional”, apuntó Sayed Ahmed Alwadeai, director del Instituto de Bahréin para Derechos y Democracia.

Desde EAU se percibe la polémica como una “campaña organizada” de difamación en su contra. Por su parte, la Interpol rechaza la acusación de caer bajo control de estados anti-democráticos, ni que se abusara del sistema de “avisos rojos” para arrestar a periodistas, activistas y opositores.