Narcotráfico
Ecuador y Venezuela, la primera parada de la ruta de la droga hacia EE UU
El Cartel de los Soles, vinculado al Ejército venezolano, transporta en aviones la cocaína colombiana hasta México, desde donde pasa al norte por tres vías
“El Cartel de Sinaloa y el Cartel del Golfo son los compradores de la cocaína cultivada en Colombia, Perú y la selva boliviana. Llega a Ecuador y Venezuela por tierra. Desde allí, los carteles envían los cargamentos en aviones a México, Honduras, Nicaragua o Guatemala”. Raúl Benítez, catedrático de Seguridad Nacional en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica que en el largo camino de la cocaína colombiana “las tres grandes rutas terrestres mexicanas son las más importantes porque EEUU tiene un control muy férreo del aire y del mar”. La cocaína llega “generalmente por tierra” a Ecuador y Venezuela. Desde allí, los carteles envían cargamentos en avión a Honduras, Nicaragua, Guatemala, El Salvador o México. Las rutas terrestres son claves para introducir las drogas en EEUU por el menor control que pueden ejercer las autoridades.
Desde Venezuela o Ecuador, la cocaína se transporta en aviones, muchos de ellos propiedad de los carteles, hasta Centroamérica o México. El Cartel de los Soles está vinculado a la Armada y las Fuerza Aérea Venezolana. La catedrática experta en narcotráfico y seguridad en la UNAM, Jazmín Casas, explica su papel en la ruta de la coca: “El Cartel de los Soles opera en el mercado de la cocaína enviando aeronaves a Honduras y El Salvador. Ha habido casos de aterrizajes forzosos muy sospechosos”. Casas explica los vínculos con el narcotráfico del Ejército venezolano: “Ha habido al menos tres casos de aeronaves militares oficiales de la Fuerza Aérea Venezolana en el envío de cargamentos de coca a Honduras, El Salvador o Guatemala”. Casas remarca los pactos entre “el Cartel de los Soles y los grupos narcoterroristas disidentes de las FARC en Colombia para el envío de aeronaves”.
Desde estos países, la cocaína es enviada a EE UU por una de estas tres rutas mexicanas: “La principal ruta terrestre comienza en la Selva del Petén en Guatemala y la Selva Lacandona, en el extremo sureste de México. Es la misma selva con distinto nombre a un lado y otro de la frontera”. “Desde allí la cocaína toma una de las tres vías mexicanas hasta la frontera con EE UU para abastecer a oeste, centro y este de Estados Unidos”, señala Benítez. Pese a que “el narco busca todas las vías, las tres grandes rutas mexicanas son las más importantes”. A pesar de ello, “introducen la droga también por la costa Pacífica estadounidense en contenedores comerciales, barcos medianos y embarcaciones sumergibles a tres metros de profundidad para evitar a los guardacostas”.
Benítez, experto en asuntos de seguridad entre México y EE UU, explica que el camino de la cocaína llegada desde Colombia se junta con la ruta de las drogas químicas fabricadas por los carteles mexicanos en Guerrero o Michoacán. “Hay tres grandes rutas terrestres en México: la ruta Pacífica que va hacia Tijuana rumbo que surte el este de EEUU hasta Vancouver. La ruta Centro que pasa por Zacatecas hacia Ciudad Juárez y llega a California los estados del centro. Y la más corta: la ruta Golfo que va hacia Texas rumbo a Nueva York”. Benítez remarca que “California es el mayor mercado de drogas del mundo”. Benítez resalta que “los carteles mexicanos son poderosos al dominar las autopistas y carreteras que van hacia la frontera con EE UU. Son las mismas rutas de los migrantes, a quienes usan como mulas. Se someten a los peligros de las disputas entre Sinaloa y Jalisco de las rutas centro y este”.
Pese a la cadena perpetua a “El Chapo” Guzmán y la condena de 36 meses a su esposa Emma Coronel tras colaborar con la Justicia rompiendo la ley de silencia del narco, Casas apunta: “El cartel de Sinaloa sigue siendo el más poderoso y mantiene casi intactas sus redes de distribución”. La marihuana tiene un menor peso en la ruta de la droga latinoamericana debido a las leyes que permiten el cultivo, la distribución o la venta de cannabis en muchos estados de EE UU.
La mayor actividad comercial entre China y Latinoamérica ha facilitado el contrabando de los principios activos llamados de uso dual, necesarios tanto para producir medicamentos como para fabricar drogas químicas. “La mayor influencia de China en Latinoamérica ha facilitado la importación de los productos químicos claves para fabricar metanfetamina, heroína y fentanilo”. Casas destaca que las buenas relaciones de Venezuela y Argentina con China han facilitado la ruta de estos estupefacientes: “Apoyados por los acuerdos comerciales, los productos que llegan desde el país asiático no tienen mucha revisión ni restricción. Venezuela y Argentina se convirtieron en la puerta de entrada de la ruta de los precursores químicos de las drogas de diseño. Antes eran más importante. El mercado de distribución de productos de drogas químicas se ha ido ampliando a medida que avanzaban la consolidación de alianzas económicas de China con otros países de la región”.