Análisis

“El nuevo gobierno alemán tendrá una coordinación más estrecha con EEUU”

Erik Goldstein, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Boston, analiza los restos del nuevo Ejecutivo de coalición en Alemania

Los nuevos altos cargos alemanes Robert Habeck y Michael Kellner
Los nuevos altos cargos alemanes Robert Habeck y Michael KellnerCLEMENS BILANEFE

El Partido Socialdemócrata (SPD) recuperó el liderazgo en Alemania a través de Olaf Scholz, el nuevo canciller federal al frente de una coalición inédita con verdes y liberales, que cierra el periodo de 16 años en el poder de la conservadora Angela Merkel.El nuevo gabinete tiene por delante varios retos que son analizados por Erik Goldstein es profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Boston.

¿Será el nuevo gobierno más progresista o se mantendrá en posiciones moderadas por la influencia de los liberales en la coalición?

Sin duda, el nuevo Gobierno será más progresista que el Gobierno de Merkel. Con la inclusión de los liberales en la coalición, estos planes serán más moderados de lo que hubieran deseado de otro modo sus socios ecologistas de la coalición. Los liberales son conocidos por su responsabilidad fiscal y no querrán exceder lo que se puede gastar. Por otra parte, los Verdes presionarán para que haya más medidas en áreas que recibieron menos atención bajo Merkel, siendo la acción ambiental un aspecto central del Ejecutivo. La coalición está comprometida con una «transición verde» para la industria alemana. El nivel de gasto para este proyecto será un punto de fricción dentro de la coalición.

¿Cuáles podrían ser los efectos en Bruselas de la nueva orientación del Gobierno alemán en la política financiera, de defensa y exterior?

A las relaciones internacionales no le gustan los cambios, prefiere lo ya conocido. La salida de la canciller Merkel después de tantos años, y un cambio de partidos políticos en Berlín provocarán nerviosismo en Bruselas, especialmente en estos ámbitos. Habrá un período de tranquilidad a medida que el nuevo Gobierno alemán sea más conocido por sus socios de la UE. Al final habrá más continuidad que cambio.

Un gran problema será mantener con éxito el compromiso de Estados Unidos con la defensa de Europa, piedra angular de la política de seguridad alemana. Esto significará cumplir con los compromisos de gasto de la OTAN. Es posible que algunos deseen explorar una opción más de la UE, pero esto llevará tiempo. Ambas opciones implican más gastos y también plantean la cuestión de una Alemania más militar, un tema delicado desde la Segunda Guerra Mundial. Los Verdes ocupan el Ministerio de Relaciones Exteriores y sería natural que se centraran en los problemas ambientales globales como la lucha contra el cambio climático. Esto también puede conducir a un endurecimiento de la política hacia Rusia y China, tanto en cuestiones ambientales como en derechos humanos. Esto conducirá a una coordinación más estrecha con el actual Gobierno de Estados Unidos.

Alemania está envejeciendo después de décadas de tasas de natalidad bajas e inmigración. El país se ha quedado más rezagado en términos de digitalización. ¿Cuáles serán las principales caras de Olaf Scholz como nuevo canciller?

La tarea más difícil de Scholz será la gestión de esta coalición. Será un desafío, después de los largos años de Merkel, dirigir el barco del Estado hacia un nuevo rumbo. Una rápida modernización digital es una prioridad. Esto debe suceder a nivel federal y requiere habilidad para negociar la transferencia de responsabilidad desde el nivel estatal. Quizás habrá un Ministerio de Asuntos Digitales. La pandemia de Covid puede proporcionar el ímpetu para esta inversión en infraestructura, ya que la importancia de la infraestructura digital para el trabajo remoto se ha vuelto clara. Será fundamental para la recuperación económica de Alemania de la pandemia. En el frente internacional, será un desafío para Scholz establecerse como una figura importante en el escenario internacional, como lo han hecho la mayoría de sus predecesores. Este ha sido un ingrediente clave del resurgimiento de Alemania como un estado poderoso. El mayor desafío será la gestión de la deuda de Alemania y, por tanto, la estabilidad fiscal de la eurozona.