Los radicales intentan reventar el acto de Leopoldo López y Yunior García

Varios radicales aguardaban en la entrada del salón de actos de la Facultad de Políticas de la Universidad Complutense de Madrid. Intentaban impedir que dos perseguidos políticos de regímenes como el de Venezuela y la dictadura cubana contaran sus experiencias.

Finalmente, el acto protagonizado por el opositor político Leopoldo López y el dramaturgo cubano Yunior García en la Universidad Complutense de Madrid, en la Facultad de Políticas, ha podido comenzar.

El escrache ha resultado fallido, pero sí que han recibido con gritos y pancartas a los dos opositores exiliados. “¡Fuera los golpistas de Miami!”, o “López asesino”, se podía leer en los carteles de los jóvenes radicales que han intentando acallar a Leopoldo López y a Yunior García.

El venezolano pidió “tolerancia” a los que les impedían comenzar sus ponencias sobre la lucha por la libertad tanto en Venezuela como en Cuba. Finalmente, los extremistas se calmaron y permitieron que los opositores, “exiliados” en España, pudieran contar sus vivencias bajo la represión.

García recordó cómo le dejaron dos palomas muertas en la puerta de su casa y todo manchado de sangre.

“Yo sueño con el día en que nuestros científicos encuentren una vacuna contra la intolerancia”, inició el cubano su intervención, mientras una joven seguía gritando desde el fondo de la sala. “Mi país va cumplir 70 años sin democracia”, continuó el dramaturgo. “Conozco a gente que ha pasado ocho años en la cárcel por escribir un poema. Eso no tiene que ver con la izquierda o la derecha. Eso tiene que ver con la dictadura, el autoritarismo y la tiranía”.

En cuanto a las históricas protestas del 11 de julio, García precisó que los ciudadanos que salieron a las calles de la isla pedían “comida, medicina y libertad”. “Decenas de miles de cubanos salieron a las calles”, indicó, antes de lamentar que, tras las protestas, hay unos “800″ jóvenes presos “con condenas de más de 20 años”. Asismismo, el cubano defendió que el movimiento opositor que ha fundado, Archipiélago, es un grupo sin “recursos”.

García recordó cómo, antes de la manifestación del 15-N organizada por el grupo Archipiélago, le dejaron dos palomas muertas en la puerta de su casa y todo manchado de sangre.

“Que vivan las universidades, laboratorios de pensamiento; y que viva la libertad. Que sean estos laboratorios los que encuentren una vacuna para la demagogia”, indicó López.