Por desafiar a Lukashenko

Bielorrusia condena a 18 años de cárcel al marido de la líder opositora Svetlana Tijanovskaya

Serguei Tijanovski, detenido en mayo de 2020, fue condenado por organizar disturbios antes del inicio de la campaña de las fraudulentas elecciones presidenciales del pasado año

Cartas a Sergei
Cartas a SergeiCLEMENS BILAN / POOLEFE

Serguei Tijanovski pasó en pocos meses de ser un simple bloguero a convertirse en la imagen del cambio en su país, Bielorrusia, la ex república soviética que en 30 años de independencia ha estado gobernada durante 27 por el presidente Aleksander Lukashenko. El opositor volvió este martes a ocupar las cabeceras de los noticiarios por su condena a 18 años de prisión, un fallo que a pocos ha sorprendido.

Esposo de Svetlana Tijanovskaya, le cedió el testigo en mayo de 2020 después de ser arrestado tras anunciar su intención de postularse como candidato a la presidencia de su país, la sentencia de hoy ha supuesto un jarro de agua fría para su familia y los círculos opositores, que tras las multitudinarias protestas de agosto de 2020 han visto cómo sus principales líderes han terminado encarcelados o en el exilio.

El bloguero Serguei Tijanovsky, durante una manifestación en 2020
El bloguero Serguei Tijanovsky, durante una manifestación en 2020TATYANA ZENKOVICHEFE

Tijanovski -nacido en la región de Gómel en 1978- se dio a conocer en el año 2019 al lanzar en YouTube un canal titulado “País para la vida”. En él contaba historias de personas corrientes en diversas regiones de Bielorrusia, que intentaban mejorar las condiciones de vida de su país, alcanzando en pocos meses los 140 mil suscriptores. El opositor empezó a utilizar su influencia en las redes para comenzar un discurso político que hablaba de cambio y de otra manera de resolver los problemas de la gente.

El 9 de mayo de 2020, día de la Victoria de la Unión Soviética sobre el ejército nazi, movilizó a un nutrido grupo de seguidores para llevar a cabo una manifestación de protesta en la ciudad de Babruisk para expresar su desacuerdo con el desfile organizado por las autoridades en la capital, Minsk, durante la pandemia del coronavirus. La manifestación se volvió violenta y los antidisturbios cargaron contra los congregados allí deteniendo a 15 personas entre las que se encontraba el propio Tijanovski.

Días más tarde, el bloguero comunicó su candidatura a la presidencia de Bielorrusia, aunque fue detenido poco después, pasando a encabezar la lista de esa alternativa política su esposa, Svetlana, que aglutinó a las demás candidaturas opositoras llenando auditorios durante sus mítines. Finalmente, el resultado de las elecciones presidenciales de aquel nueve de agosto de 2020 dio como vencedor al presidente Lukashenko, lo que provocó unas revueltas en el país nunca vistas durante su corta historia.

Miles de detenidos y decenas de exiliados han sido el resultado de aquellos días de furia que provocaron además las protestas internacionales de la Unión Europea Y Estados Unidos, que hasta el momento no han reconocido a Lukashenko como vencedor de los comicios.

Tijanovskaya, exiliada en Lituania colgaba hoy en redes sociales un vídeo de apoyo a su marido antes de conocerse la sentencia del tribunal regional de Gómel, que ha considerado culpable al opositor de organizar disturbios masivos, incitar la enemistad social, obstruir el trabajo de la Comisión Electoral Central y organizar acciones que “violan gravemente el orden público”, informó la agencia de noticias Belta.

Además, cinco colaboradores de Tijanovsky han sido condenados a prisión, entre ellos Dimitri Popov, un ciudadano ruso que actuó como administrador de redes sociales para el canal de YouTube, que fue sentenciado a 16 años de prisión. La tarde de hoy, Tijanovskaya calificó el encarcelamiento de su marido como un acto de “venganza”. 

“El dictador se venga públicamente de sus oponentes más fuertes”, publicó en su cuenta de Twitter tras la sentencia del martes. “Mientras esconde a los presos políticos en juicios a puerta cerrada, espera continuar la represión en silencio. Pero el mundo entero observa. No nos detendremos”, sentenciaba la opositora.