Presidencia de la UE

Macron esquiva en Hungría sus diferencias con Orban

La oposición critica al presidente francés por obviar los ataques al Estado de derecho y la comunidad LGTBI

Un «adversario» político, pero un «socio europeo». Con este difícil equilibrio definió Emmanuel Macron a Viktor Orban, con quien se entrevistó este lunes en Hungría en un encuentro del que ambos mandatarios van a intentar sacar ciertas ventajas políticas. Si bien la Presidencia francesa subrayaba en las horas previas a la visita que las diferencias en cuanto al Estado de derecho o las libertades de la comunidad LGTBI iban a ser tratadas, lo cierto es que Macron y Orban llegaban al encuentro dispuestos a priorizar ciertos puntos que los aproximan y que no tienen una importancia menor.

En concreto la defensa de la energía nuclear como estratégica, la Europa de la defensa y las migraciones, asuntos clave a partir del 1 de enero para la Presidencia semestral francesa de la Unión Europea. Macron se ha desplazado a Budapest en el contexto de una cumbre del llamado Grupo de Visegrado, que integran además de Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia y que suele tener tradición de invitar a sus encuentro al país que va a retomar la Presidencia del bloque europeo.

El mandatario francés pisaba así suelo húngaro, único país europeo que aún no había visitado durante su quinquenio iniciado en 2017, a punto de terminar. Y no por casualidad. Orban ha sido citado en numerosas ocasiones por Macron como el líder de una Europa nacionalista que supone el contrapunto de los europeístas progresistas encarnados por el mandatario francés. «Tenemos desacuerdos políticos que son conocidos, pero tenemos también la voluntad de trabajar juntos por Europa y de ser socios leales», declaró Macron tras entrevistarse con su homólogo húngaro.

El presidente francés apuntó que esos desacuerdos vienen sobre todo del «respeto a las minorías y la lucha contra las discriminaciones y la corrupción». Pero parece que la Presidencia francesa del bloque ha dado impulso a la «realpolitik», la de buscar esos puntos que unen y ya dejar lo demás para mejor ocasión.

«En tres puntos seguramente coincidiremos: amamos a nuestras patrias, queremos una UE más fuerte y opinamos que la UE necesita una autonomía estratégica», señaló Orban.

Ante la visita del jefe de Estado francés, parte de la oposición húngara se ha movilizado. Es el caso de Gabor Eröss, político local de la oposición húngara, miembro de un partido ecologista y consejero del alcalde del distrito 8 de Budapest, quien ha dirigido una carta abierta a Macron.

«La Hungría que usted visita está gobernada por la extrema derecha. Desde hace casi doce años, se repiten las campañas de odio dirigidas a grupos vulnerables y que los estigmatizan: ya sean los gitanos, los sin techo, los inmigrantes o, actualmente, la comunidad gay y lesbiana». Para Gabor Eröss, el discurso de odio y la estigmatización de las minorías sirven para ocultar la «corrupción generalizada que existe en las más altas esferas del poder».

Previo a esta cita, la comunidad LGTBI húngara también se movilizó pidiendo al presidente francés que planteara la cuestión durante su reunión con Orban, en una carta abierta a la revista francesa «LGBT+ Têtu». A su llegada a Budapest, el presidente francés visitó la tumba de la filósofa Agnès Heller, fallecida en 2019. Una figura de la oposición a Orban a la que había recibido en el palacio presidencial del Elíseo en 2018.