Reunión virtual

Xi apoya a Putin para frenar la ampliación de la OTAN al este de Europa

Ambos líderes mantuvieron una reunión virtual y constataron la mejoría de las relaciones entre China y Rusia a un “nivel sin precedentes”

Vladimir Putin durante su encuentro virtual con Xi Jinping
Vladimir Putin durante su encuentro virtual con Xi JinpingMikhail MetzelAP

La iniciativa de Pekín de proponer una reunión virtual entre su presidente, Xi Jinping,  y el presidente ruso, Vladimir Putin,  transforma radicalmente la geopolítica de la implacable expansión hacia el este de la Organización del Tratado del Atlántico Norte y los despliegues militares occidentales en las fronteras de Rusia.

El presidente ruso y su homólogo chino mantuvieron este miércoles una esperada cumbre telemática para abordar las relaciones bilaterales y otros asuntos internacionales, en medio de las crecientes tensiones entre Moscú y Occidente por el aumento de las tropas rusas cerca de la frontera con Ucrania.

En imágenes difundidas por el Kremlin, Putin afirmó que asistirá a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Pekín en febrero, lo que le convierte en el primer líder de otra nación que confirma su asistencia a un evento que Biden ya ha prometido boicotear, como hicieron los líderes de Australia, Canadá y Nueva Zelanda, entre otros. Xi reconoció que estaba deseando recibirle y dar comienzo a un nuevo capítulo en sus relaciones, tras agasajar al que volvió a llamar una vez mas “Mi mejor, mi mas intimo amigo”.

Con la promesa de Putin de asistir a la ceremonia de los Juegos de Pekín y la promesa del Presidente de Corea del Sur, Moon Jae In, de no plantear un boicot diplomático, el mundo podría dividirse en dos grupos en el período previo al evento deportivo mundial, advierten los expertos en asuntos exteriores.

El anuncio de la reunión en Pekín se produjo un día después de la celebrada el domingo en Liverpool (Reino Unido) por los ministros de Asuntos Exteriores del G7, en la que se hicieron eco de la retórica de Washington sobre una supuesta concentración militar rusa en la frontera ucraniana y se amenazó a Moscú con “consecuencias masivas y un grave coste como respuesta”.

La propia reunión del G7 pretendía ser una nueva muestra de unidad occidental frente a Rusia y China para que Occidente se pusiera en primera línea. Por primera vez, los países de la ASEAN también fueron incluidos en esta reunión ministerial, como parte de los planes de la administración del presidente estadounidense de iniciar un nuevo “marco económico indo-pacífico”, en un nuevo intento de hacer retroceder la influencia de China en la región.

En el discurso de apertura del encuentro sino-ruso, ambos elogiaron las relaciones entre las dos potencias, que el mandatario ruso calificó de ejemplo de cooperación interestatal en el siglo XXI.

Se ha creado un nuevo modelo de cooperación entre nuestros países, basado, entre otras cosas, en principios como la no injerencia en los asuntos internos, el respeto a los intereses mutuos, la determinación de convertir la frontera común en un cinturón de paz eterna y la buena vecindad”, dijo Putin.

Xi agradeció al presidente ruso su apoyo y los esfuerzos de China por proteger sus intereses nacionales clave y mostró su oposición con firmeza a los intentos de abrir una brecha entre ambos. Tras señalar que se reunían por trigésimo séptima vez desde 2013, indicó que los dos países “defienden el verdadero significado de la democracia y los derechos humanos”.

China se ha enfrentado a sanciones por los abusos cometidos contra las minorías, especialmente los musulmanes uigures de Xinjiang, y por su represión del movimiento prodemocrático en Hong Kong o los desafíos de seguridad en Taiwán. Por su parte, Rusia se ha topado con críticas por la anexión de la península ucraniana de Crimea y por el envenenamiento y encarcelamiento del líder de la oposición Alexei Navalny.

Ambos líderes coincidieron en que la asociación Aukus acordada entre Estados Unidos, Reino Unido y Australia socava el equilibrio nuclear. “Se ha expresado preocupación por la actividad de los estadounidenses en la reconfiguración de la situación actual en la región de Asia-Pacífico. Y en este sentido, tanto por nuestra parte como por la china, se ha expresado una valoración negativa sobre la creación de nuevas alianzas como el Cuádruple Indo-Pacífico y la unión americana-anglo-australiana”, informó el asesor presidencial ruso, Yuri Ushakov.

En palabras de Ushakov, los mandatarios expresaron su convencimiento de que la alianza “socava los fundamentos del régimen de no proliferación nuclear” y aumenta las tensiones en la región. El presidente ruso recibió el apoyo de su colega chino sobre la petición presentada a Washington de “garantías de seguridad jurídica” que Estados Unidos debe dar a Rusia, en relación con la ampliación de la OTAN al Este y el despliegue de tropas en Ucrania y en los países vecinos de la Federación.

Tanto Moscú como Pekín se han enfrentado a Washington en las últimas semanas. Mientras que la cuestión de Ucrania dominó una reunión virtual entre Biden y Putin la semana pasada, EE.UU. y China han intercambiado afiladas críticas sobre temas como las reivindicaciones territoriales de Pekín en el Mar de China Meridional y el estatus de Taiwán, y el gobierno de la segunda potencia mundial ha advertido de un “enfrentamiento” sobre esta cuestión en octubre.

Antes de la reunión virtual, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, indicó que los dos responsables tratarían las tensiones en Europa y calificó a los dos países de “aliados”. “Vemos una retórica muy, muy agresiva por parte de la OTAN y de Estados Unidos, y esto requiere una discusión entre nosotros y los chinos”, defendió el portavoz.

Los miembros de la OTAN -una poderosa alianza militar- se comprometieron en junio a hacer frente a las amenazas de China, además de las de Rusia. Putin manifestó en la misma reunión que Washington no debería permitir que Ucrania se uniera a la OTAN a cambio de garantías de que las tropas rusas no llevarían a cabo un ataque. Por su parte, Biden declaró que Washington no aceptaría tal exigencia.

Un ataque a un miembro de la OTAN se considera un ataque a todos los países miembros. Ucrania ha querido incorporarse a la alianza desde 2002, pero Rusia se opuso alegando que tal medida supondría una amenaza directa a sus fronteras.