Cuba

Carromero comparece como testigo por la muerte de Oswaldo Payá en Cuba nueve años después

Interviene en la audiencia virtual ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por la denuncia de los familiares de Payá y Cepero contra el Estado cubano

Ángel Carromero durante una declaración público sobre la muerte de Payá en una foto de archivo
Ángel Carromero durante una declaración público sobre la muerte de Payá en una foto de archivolarazon

El político español Ángel Carromero, condenado en Cuba por la muerte en un supuesto accidente de automóvil de los opositores Oswaldo Payáy Harold Cepero, aseguró este martes que el juicio al que fue sometido en la isla fue “una farsa” para tapar la responsabilidad del régimen.

Carromero, quien vive en España y que fue dirigente de Nuevas Generaciones del PP madrileño, fue uno de los testigos de la audiencia virtual celebrada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por la denuncia de los familiares de Payá y Cepero contra el Estado cubano por su presunta responsabilidad en lo ocurrido el 22 de julio de 2012 en una carretera cubana.

Ese día Carromero conducía un automóvil con Payá, Cepero y un político sueco, Jens Aron Modig, como pasajeros, que se salió de la carretera y chocó contra un árbol, según la versión del Gobierno cubano .

Sin embargo, el español dijo este martes que durante todo el viaje estuvo vigilado por vehículos de la “seguridad del Estado”, que los siguieron y que uno de ellos los sacó de la carretera con un golpe, que ocasionó un choque. Recordó que ese día Payá había identificado por el color de las placas que se trataba de vehículos “de la comunista”, es decir, del régimen.

“Nos iban siguiendo cada vez más cerca, nos golpearon y nos sacaron de la carretera, me sacaron del coche, me llevaron, perdí el conocimiento”, recordó. Manifestó que despertó golpeado en la cabeza y rodeado de militares e incomunicado en un hospital y que después le hicieron leer una confesión en la que se declaraba culpable del accidente.

En la audiencia ante la CIDH también testificaron, entre otros, Ofelia Acevedo, viuda de Payá, fundadora del Movimiento Cristiano Liberación e ideólogo del Proyecto Varela, y Rosa María Payá, hija de ambos. Ambas urgieron con lágrimas en los ojos que se hace justicia mediante el reconocimiento de que el régimen de los Castro “asesinó” a ambos opositores, como, según dijeron, mostraron las evidencias presentadas.

Subrayaron que antes y después de la muerte de Payá, la familia era hostigada y amenazada por la “seguridad del Estado”. La viuda de Payá contó que incluso antes del “asesinato” en varias ocasiones aflojaron las tuercas del vehículo en que se movilizaba la familia y que gracias a lo cuidadoso que era el líder opositor al manejar pudieron evitar los accidentes.

“SEIS MESES TREMENDOS”

Por su parte, el español dijo que su juicio en Cuba fue una “farsa”, un “montaje contra dos de los opositores principales contra el Gobierno”. Señaló que en Cuba no contó con un abogado independiente porque todos están suscritos al Estado y que durante las visitas que hacía el cónsul español “nunca pudo estar a solas” con el diplomático, pues siempre estaban acompañados de un teniente. “No podía hablar con él libremente (...). No podía comunicarme de forma privada con nadie”, precisó.

Subrayó que tampoco tuvo oportunidad de hacer un peritaje independiente de las pruebas, ni siquiera del vehículo, que era lo más importante. Carromero dijo que “estuvo secuestrado por el régimen (...) seis meses tremendos” y que nunca hizo una confesión sino que fue “obligado” a leerla en cámara, incluso con palabras y jerga que no se utilizan en España.

El español fue acusado de muerte temeraria con resultado de y condenado a 4 años de prisión de acuerdo en Cuba, aunque la mayor parte de su pena la cumplió en España merced a un entre Gobiernos. “Nunca olvidaré lo que fueron esos días en el calabozo”, recalcó. Además señaló que también ha sido amenazado y hostigado en España, entre otros, por movimientos políticos afines al régimen cubano. “Al poco tiempo de regresar a mi país, estaba siendo objeto de ‘posibles acciones’, fue muy desagradable”, relató.

Carromero también contó que tuvo un encuentro después del accidente con el político sueco que viajaba con ellos en el que comentaron que pensaban que los iban a matar. Pero a Modig, dijo el español, “a los dos o tres días lo dejaron ir” gracias a un pacto de silencio.

Durante la audiencia, la familia de Payá reiteró que se trató de un atentado y dijo que hasta el momento no han tenido ningún informe oficial por escrito del Gobierno cubano sobre los hechos. La familia de Payá, junto a la de Cepero, planteó la denuncia ante la CIDH, que tardó nueve años en convocar la primera audiencia pública. Payá anticipó a Efe el lunes que la audiencia de era la ocasión para la presentación de los alegatos finales de las partes y auguró que la CIDH no tardará en pronunciarse.

La CIDH aclaró que el Estado cubano todavía tiene oportunidad de presentar su parte, si lo desea, de forma escrita. Cuba, que no se ha pronunciado ante la organización, está sujeta a la CIDH pese a estar suspendida de la Organización de Estados Americanos (OEA) desde hace décadas. No ocurre lo mismo lugar con la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), motivo por el cual el caso Payá no dará un juicio en ese tribunal.

Pero la hija del opositor dijo a Efe que si, como esperan, la CIDH determina que el Estado cubano tuvo responsabilidad en las muertes de su padre y de Cepero insistirán ante la ONU y la Organización de Estados Americanos (OEA) en la necesidad de " detener la impunidad “del régimen de la isla.