Subastado por 107.000 euros el primer SMS enviado a un móvil

Nunca decir «Merry Chistmas» («Feliz Navidad») salió tan caro. Esas dos palabras para felicitar la Navidad en inglés configuraban el sencillo mensaje del primer SMS de la historia enviado el 3 de diciembre de 1992 por la operadora de telefonía Vodafone. Ahora, casi tres décadas después de aquel hito, dicho SMS ha sido subastado y su comprador, un canadiense de identidad no revelada que trabaja en el ámbito de las nuevas tecnologías, ha pagado la friolera de 107.000 euros por él.

La curiosa pieza, en formato de código digital, ha sido presentada en una tablet por la casa de subastas Aguttes en París. El comprador posee de esta forma una réplica digital de esos trece caracteres que configuran la felicitación navideña y el único protocolo de comunicación original que transmitió ese mensaje de texto telefónico (SMS).

Dicho primer SMS de la historia lo recibió en aquel momento Richard Jarvis, director de Operaciones de Vodafone. Neil Papworth, que en 1992 tenía 22 años, fue la persona que escribió ese primer mensaje. En una entrevista contó que por entonces no tenía ni idea «de cómo de populares se iban a volver los mensajes de texto» y que su invención daría lugar a los emojis y a las aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp o Telegram que hoy en día utilizan millones de personas.

«Hace poco les conté a mis hijos que envié ese primer SMS. En retrospectiva, es más claro ver que el mensaje de Navidad que envié fue un momento crucial en la historia del móvil», explicaba Papworth. Aunque ellos fueron los protagonistas como emisor y receptor de ese primer SMS en 1992, lo cierto es que el origen hay que situarlo años antes. El precursor fue el ingeniero finlandés Matti Makkonen, quien, en 1984, en un almuerzo informal, tuvo la idea de crear un sistema de mensajería para redes móviles.

Fines humanitarios

Esta venta navideña tenía un fin solidario. Su beneficio, que la casa de subastas había cifrado previamente entre 100.000 y 200.000 euros, será entregado íntegramente a la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), que ayuda a las personas que han tenido que huir de su país y emigrar en busca de una vida mejor. Esta pieza digital ha sido subastada en forma de código digital o NFT (token no fungible, en inglés). Se trata de un tipo especial de contrato que se graba y almacena en una cadena blockchain y que representa la propiedad exclusiva de una pieza digital única. El mercado de arte digital está experimentando un alza vertiginosa durante 2021. Una especie de «boom». Solo en el tercer trimestre de este año, las ventas de NFT han superado los 9.000 millones de euros.

Como la venta de objetos virtuales no está autorizada en Francia, la casa de ventas Aguttes asoció la operación a un marco digital con una animación en 3D que mostraba el momento en que el teléfono móvil recibía el SMS felicitando las Navidades de aquel ya lejano 1992. La prehistoria de lo que la mensajería móvil llegaría a ser hoy.