Covid-19

Detenida una enfermera en Italia que fingía vacunar contra el coronavirus por 400 euros

El pasaporte covid se ha convertido en un salvoconducto imprescindible para la vida cotidiana y los italianos necesitan demostrar que han sido inmunizados

Un sanitario prepara una vacuna de Astrazeneca para administrarla durante la campaña de vacunación del coronavirus en Nápoles, Italia, el 13 de abril de 2021. EFE/ Ciro Fusco
Un sanitario prepara una vacuna de Astrazeneca para administrarla durante la campaña de vacunación del coronavirus en Nápoles, Italia, el 13 de abril de 2021. EFE/ Ciro FuscoCIRO FUSCOEFE

El pasaporte covid se ha convertido en Italia en un salvoconducto imprescindible para la vida cotidiana. Los italianos necesitan demostrar que han sido inmunizados o han pasado la enfermedad para poder realizar cualquier actividad de ocio, viajar en transporte público o acceder a su puesto de trabajo. Es por eso que cada vez son más numerosos los intentos de fraude de los antivacunas para esquivar las restricciones. El último en salir a la luz ha ocurrido en Palermo. La policía detuvo esta semana a una enfermera de un hospital público de la capital siciliana que ofrecía falsas vacunaciones a cambio de unos 100 euros; 400 si se trataba de una falsa segunda dosis.

Anna María Lo Brano citaba a los potenciales clientes en el hub de la Feria del Mediterráneo donde trabajaba en la campaña de vacunación. Más tarde, vaciaba la jeringuilla en una gasa y simulaba inyectar la dosis en el brazo. Las cámaras ocultas colocadas por la policía no dejan lugar a dudas del modus operandi. Tras recibir supuestamente la dosis correspondiente, los falsos vacunados podían descargar el pasaporte covid.

La sanitaria trabajaba junto a dos cómplices, que también han sido detenidos. Uno de ellos era un conocido representante del movimiento antivacunas en Sicilia, Filippo Accetta, cercano a la Liga y a su líder, Matteo Salvini, con quien había participado en una cena del partido este verano. Anteriormente, Accetta era conocido por haberse alzado como portavoz de los desempleados y de los trabajadores de la venta ambulante en Sicilia.

La enfermera y sus dos cómplices están acusados de corrupción, falsedad y malversación, entre otros delitos. La policía ha descubierto al menos una decena de falsos vacunados, entre los que se encuentran un policía y una enfermera que trabajaba en el mismo vacunódromo, pero sospecha que el número de presuntos clientes sea mayor. La investigación sigue abierta y las autoridades no descartan que pueda haber más detenidos en los próximos días.

La investigación comenzó con un control en el puerto de Palermo en septiembre, cuando Accetta, que viajaba en compañía de sus hijos, mostró el resultado negativo de un supuesto test molecular que parecía haber sido falsificado. Conociendo al personaje, la policía decidió pinchar su teléfono para descubrir si existía una trama de falsos PCR. Siguieron sus pasos de cerca hasta el día que fue a vacunarse. Así llegaron hasta la enfermera.

“Con los arrestos de hoy se cierra un capítulo triste y desconcertante. En este caso, todos los trabajadores de la Feria del Mediterráneo nos sentimos traicionados y perjudicados”, ha lamentado el responsable de la emergencia Covid en Sicilia, Renato Costa.

A pesar de que Italia ya ha vacunado con la pauta completa a más del 85% de la población, también está sufriendo un repunte de contagios a causa de la variante ómicron. En los últimos días, el país transalpino registró un 30% más de contagios respecto a la semana anterior, mientras que el número de decesos superó el centenar, la cifra más alta desde mayo cuando se alcanzaron los 170 fallecidos. Es por ese motivo que el Gobierno está estudiando imponer el uso de mascarillas en espacios abiertos y test de antígenos o PCR para participar en fiestas y grandes eventos también a los vacunados.