Tras seis meses

Las amargas lecciones del derrumbe del bloque de apartamentos en Miami

Un Gran Jurado emite recomendaciones para que no se repita una tragedia como la de Surfside, que dejó 98 muertos, mientras continúa el debate sobre el futuro del solar

Aún no se ha decidido qué hacer en el solar que deja el edificio derrumbado en Miami
Aún no se ha decidido qué hacer en el solar que deja el edificio derrumbado en MiamiLynne SladkyAgencia AP

Seis meses después de la tragedia de Surfside, que dejó 98 muertos tras el derrumbe de un bloque de apartamentos en esta ciudad del condado de Miami-Dade, se van conociendo respuestas. La vida se paró el pasado 24 de junio para los residentes de la Champlain Towers South, un torre residencial a orillas del Atlántico en Miami Beach Norte, un entorno idílico que se volvió pesadilla cuando parte del edificio se desmoronó en unos segundos. El suceso conmocionó a todo Estados Unidos.

A la espera de que concluya la investigación iniciada por el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología, cuyos resultados podrían tardar años, un Gran Jurado de Miami-Dade emitió este miércoles una serie de recomendaciones para evitar que algo así se repita. Sus conclusiones alimentan la certeza cada vez más extendida de que errores en el diseño original de la piscina y el retraso en emprender obras de mejora por su elevado coste provocaron el desastre.

“Ell Gran Jurado ha llegado a una conclusión clara: ‘salven vidas, no solo dinero”, expresó la fiscal del Estado Katherine Fernandez Rundle.

Las conclusiones del Gran Jurado después de escuchar a decenas de expertos abogan por una revisión en profundidad de aspectos claves de la construcción, un sector que juega un papel clave en la economía local. La ley de Condominios de Florida “necesita desesperadamente una revisión seria”, señalan las conclusiones, que también piden una reforma del Departamento de Negocios y Regulaciones del Estado de Florida. El gobernador, el republicano Ron DeSantis, decidido émulo de Trump y reticente a cualquier restricción a la actividad empresarial, no se ha dado hasta ahora por aludido.

El informe del Gran Jurado propone además que el plazo de 40 años para la revisión integral de los edificios se reduzca ahora a 15.

Entretanto, continúa el debate sobre qué hacer con un solar valorado en más de cien millones de dólares. Algunas familias habían pedido que se convirtiera en un memorial para las víctimas y rechazaban que se volviera a edificar en el lugar, pero otras prefieren que se construya un nuevo edificio para poder continuar con sus vidas.

El terreno, ubicado en primera línea de playa junto al Atlántico, es objeto de deseo de los constructores locales, más en un momento en el que la escasez de oferta y la llegada masiva de estadounidenses del norte que prefieren teletrabajar desde la soleada Florida ha hecho dispararse los precios.

Se llegó a sugerir que un pequeño monumento en un nuevo condominio conciliaría los deseos de quienes quieren honrar a sus muertos y los de quienes prefieren rentabilizar su propiedad, pero un hito que recuerde que allí murió una multitud no parece precisamente el mejor reclamo para quienes buscan comprar una casa junto al mar.

A estas alturas parece claro que el recuerdo de las víctimas no frenará la venta. El juez Michael Hanzman, que ve uno de los muchos pleitos que se han planteado tras el siniestro, autorizó la venta del suelo a condición de que lo obtenido vaya directamente a las víctimas. Hanzman exhortó a las partes a completar la venta lo antes posible, pero son muchos los que se tienen que poner de acuerdo y no todos se fían de la junta del condominio, a la que algunos propietarios han demandado por su retraso en iniciar las obras que habrían solucionado los problemas estructurales del edificio y evitado el trágico desenlace.

Otro asunto pendiente es qué hacer con casi un millón de dólares en efectivo que los equipos de rescate recuperaron entre los escombros. No ha sido posible estimar cuánto corresponde a cada uno de los 136 apartamentos que había en el edificio, y propietarios y administradores tienen que ponerse de acuerdo en cómo repartirlo.