Repoblación

Israel impulsa la colonización de los Altos del Golán

El Gobierno de Bennett anuncia un plan de 300 millones de euros para doblar la población en 2025. Este estratégico y montañoso enclave fue ocupado en 1967 a Siria

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«El objetivo es doblar los asentamientos en los Altos del Golán», afirmó el primer ministro israelí Naftali Bennett. En una imagen de consenso del heterogéneo Ejecutivo de Israel, ministros izquierdistas y derechistas acompañaron el domingo al «premier» a la cordillera fronteriza, donde anunció un plan de inversiones con el objetivo de expandir la población judía.

Con un desembolso de unos 300 millones de euros, se promoverá la construcción de miles de viviendas, renovación de infraestructuras, desarrollo de carreteras, escuelas y una mejor atención sanitaria. Ello Incluirá la construcción de dos nuevas comunidades –Asif y Matar, con 2.000 casas en cada una–, con las que se pretende atraer a familias israelíes dispuestas a contribuir al impulso económico de la región, donde residen unos 26.000 drusos (escisión del Islam) y 27.000 judíos. «Este es el momento para desarrollar el Golán, tras años de parón en el desarrollo de los asentamientos», celebró Bennett. Según el plan anunciado, la previsión es alcanzar los 100.000 residentes entre los años 2022 y 2025.

Israel ocupó los Altos del Golán, originalmente bajo soberanía siria, durante la Guerra de los Seis Días en 1967. En 1981 aprobó un plan de anexión unilateral no reconocido por la comunidad internacional. En marzo de 2019, el ex presidente Donald Trump dictaminó que EE UU fuera el primer país en reconocer la soberanía israelí sobre el disputado territorio. A nivel numérico e ideológico, los asentamientos del Golán tienen una relevancia menor. En las colonias de Cisjordania y Jerusalén Este viven ya más de 600.000 judíos, que reivindican que todo el territorio pertenece al «Gran Israel», donde hace milenios vivieron sus patriarcas. Tras cada nuevo anuncio de expansión, la comunidad internacional condena la ilegalidad de la medida. Lo consideran territorio palestino ocupado, y un daño a las perspectivas de una solución de dos Estados al viejo conflicto.

Internamente, hay un consenso político mayoritario respecto a la necesidad de controlar permanentemente las elevadas colinas, que ofrecen una ventaja estratégica para combatir la expansión iraní en Siria y Líbano. Aun así, la población local drusa ha mantenido sus vínculos familiares al otro lado de la frontera y la identidad siria, y mayormente rechazó adoptar la ciudadanía israelí tras 1967.

En viviendas drusas del Golán donde ondeaba la bandera tricolor siria, y en pleno estallido de las protestas contra Bachar al Assad en 2011, restaurantes locales servían a turistas y soldados de Israel emitiendo la señal de la televisión oficialista. No obstante, en los últimos años la juventud drusa opta crecientemente por aceptar el pasaporte israelí. Asumen que el territorio difícilmente será devuelto, y la nueva documentación les facilita viajar al extranjero. «Toda persona razonable asume que es preferible un Golán israelí tranquilo y floreciente, en lugar de la alternativa», dijo Bennett.

El «premier» apeló al teletrabajo extendido durante la pandemia, por lo que consideró los Altos del Golán como «una gran opción para quienes prefieren aire limpio, espacio y más calidad de vida». Pero las organizaciones ecologistas se oponen al plan, ya que alegan que se dañará innecesariamente territorios de gran riqueza natural y animal. La medida se promociona como un intento de convertir la región en «la capital de las energías renovables de Israel». con la intención de fomentar 2.000 nuevos empleos. Ello incluirá varios proyectos de tecnología agrícola, o instalaciones masivas de placas fotovoltaicas.

El diputado Ahmad Tibi, de la Lista Unificada (árabe), criticó el plan del ejecutivo: “no importa cuántas reuniones de gabinete mantengáis en el Golán, seguirá siendo territorio sirio ocupado”. Y en alusión a las facciones progresistas en el gobierno, consideró que “todos los miembros de la coalición son responsables de la decisión de expandir las colonias”.

Desde el izquierdista Meretz, dos de sus integrantes acudieron al acto en el Golán, pese a reconocer que “es complicado, nosotros apoyamos la paz y esperemos que un día ocurra”. Uno de sus integrantes, el ministro árabe Esawi Frej, rechazó atender a la reunión en el disputado territorio. La facción islamista Ra’am, que forma parte de la coalición pero sin cargos ministeriales, también evitó participar en la foto.