Conflicto
Nicaragua ocupa la Embajada de Taiwán
Taipéi amenaza con acciones legales por “confiscar” su sede en Managua cedida a la Iglesia tras la ruptura de relaciones
Taiwán ha advertido que emprenderá “los procedimientos legales internacionales apropiados para proteger su propiedad diplomática” ante la entrega a China de la antigua Embajada de Taiwán en Managua, cedida por el gobierno de Taipéi hace una semana a la Iglesia católica. El Ministerio de Exteriores de Taiwán, una isla a 260 kilómetros al este de China y al sur de Japón con una población de 23 millones de personas, ha exigido este jueves en un comunicado que “Nicaragua rinda cuentas” por “la ocupación ilegal de su propiedad y su transferencia a la República Popular de China”. Nicaragua está viviendo un tenso divorcio diplomático con Taiwán después de que Nicaragua rompiese sus relaciones el pasado 9 de diciembre y reconociese “una sola China”. El régimen del exguerrillero sandinista, Daniel Ortega, fijó el 23 de diciembre como fecha límite para que Taiwán cerrase su Embajada y sus diplomáticos abandonasen el país centroamericano.
Ante “el poco tiempo para preparar el cierre de la Embajada”, Taiwán decidió ceder todas sus propiedades a la Archidiócesis de Managua. El vicario de la Archidiócesis, Monseñor Carlos Avilés, confirmó al diario nicaragüense La Prensa las donaciones de Taiwán: “Todos sus bienes, entre ellos estaba el edificio, se lo ofrecieron a la Archidiócesis. No había ningún problema. Toda donación material es bien recibida. Ahora a darle buen uso para el servicio de la gente”. Pocas horas después hacerse pública la donación de la sede diplomática, la Procuraduría General de la República anuló la cesión: “El reconocimiento de una sola China implica el inmediato registro de todos los bienes, muebles, equipos y medios a favor el Estado reconocido, con absoluta e irrestricta propiedad y dominio”.
El órgano judicial sostiene que la Embajada de Taiwán en Managua ahora es legítima propiedad de la República Popular China. La Procuraduría acusa a Taiwán de que la cesión de su Embajada a la Iglesia católica implica una usurpación: “No caben transacciones, traslados o traspasos cuya intención solo evidencia la naturaleza ilegal y voraz de quienes pretenden, con maniobras y subterfugios, apropiarse de lo ajeno”. Pekín considera la medida “un acto de justicia”. El comunicado de la Procuraduría termina con una advertencia a la Iglesia católica, enfrentada con el régimen Ortega-Murillo: “Aquellas entidades que insisten en ilegítimos e ilegales reclamos, quedarán expuestas a los Tribunales y acciones judiciales correspondientes”.
Nicaragua rompió sus relaciones diplomáticas con Taiwán el 9 de diciembre ante la presión de China para aislar a Taiwán, isla que reclama como parte de su territorio. El régimen del exguerrillero sandinista, Daniel Ortega, y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, puso fin a 31 años de colaboración política y económica que comenzó en 1990 bajo la Presidencia de Violeta Chamorro.
El mandatario de 76 años se aproxima a China tras consumar su farsa electoral en las elecciones presidenciales del pasado 7 de noviembre. Las elecciones no fueron reconocidas por la UE, EEUU ni la Organización de Estados Americanos. Estas instituciones han pedido la liberación de los presos políticos en Nicaragua. El exguerrillero sandinista se presentaba sin oposición real tras detener a cinco candidatos acusados de “traición a la patria”, la huida al exilio de dos aspirantes presidenciales, la ilegalización de partidos opositores y meses de durísima represión contra colectivos sociales como profesores, sanitarios o feministas. Ortega está afrontando su quinto mandato, cuarto consecutivo desde su regreso al poder en 2007.
Tras la ruptura de Nicaragua, solo 14 países en todo el mundo mantienen relaciones diplomáticas con el gobierno de Taiwán. Taipéi se había convertido en uno de los principales socios comerciales de este país centroamericano de 6,6 millones de habitantes. La Casa Presidencial, ahora llamada “Casa de los Pueblos”, fue una de las primeras donaciones de Taiwán al Estado de Nicaragua. El palacio rojizo, que forma parte del paisaje del centro antiguo de Nicaragua, fue construido en Managua en 1998 por Taiwán con un coste de 10 millones de dólares. El legado de Taiwán en Nicaragua abarca el Estadio Nacional Dennis Martínez de béisbol, la donación de 30 millones de dólares para la construcción de Ciudad Belén, un barrio a las afueras de Managua con 1.426 viviendas para 10.000 habitantes, un Centro de Desarrollo Infantil, cuatro centros de salud y otros proyectos sociales.
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