Ucrania

El misil ruso SSC-8, el as en la manga de Putin para disuadir a Europa y la OTAN

La producción y pruebas de este sistema de misiles estuvo en el origen de la ruptura del histórico Tratado INF de 1987 sobre armas de corto y medio alcance

El misil de crucero 9M729, mostrado por Rusia en 2019
El misil de crucero 9M729, mostrado por Rusia en 2019foto: RTRT

El sistema de misiles Novator 9M729 -en la denominación OTAN se presenta como SSC-8- es un misil de crucero ruso de tierra que tiene un alcance de entre 500 y 2.500 km. Es muy polémico porque su despliegue por parte de Rusia provocó en 2019 la retirada de Estados Unidos del Tratado INF, firmado en 1987, al final de laGuerra Fría. El despliegue de misiles en Europa ha estado sobre la mesa de negociación entre Rusia y la OTAN y EEUU esta semana. EEUU teme que Moscú pueda desplegar cerca de las fronteras con Europa este sistema para presionar a Europa y a Washington.

El Tratado INF prohibía el desarrollo de misiles balísticos y de crucero -ya fuesen con ojivas nucleares o convencionales- de corto alcance y de medio alcance. Estos misiles son capaces de alcanzar un objetivo de entre 500 y 1.000 Km (corto alcance) y hasta 5.500 km (medio alcance). El acuerdo de 1987 obligó a EEUU y la entonces Unión Soviética a deshacerse de más de 2.600 misiles.

Estados Unidos y la OTAN sostienen que el sistema de misiles SSC-8 desarrollado por Moscú viola no solo el histórico tratado de finales de los ochenta -que ya es papel mojado- sino que representa una nueva amenaza, ya que puede llegar a las capitales europeas en cuestión de minutos. Moscú alega que el SCC-8 tiene un alcance inferior a los 500 kilómetros. Todos los países europeos temen los misiles de alcance intermedio ya que pueden lanzarse desde una plataforma móvil en cualquier área remota y alcanzar sus objetivos en menos de seis minutos.

Rusia comenzó el desarrollo encubierto del SSC-8 (desarrollado por la empresa rusa NPO Novator, que pertenece a la compañía de armas estatal rusa Almas-Antei) a mediados de la década de 2000 e inició las pruebas de vuelo en 2008, si bien fue disparado por primera vez desde una plataforma móvil terrestre en julio de 2014.

El tratado INF permite que ciertos sistemas de misiles de mediano y largo alcance se prueben en tierra, siempre que estén diseñados para su uso en la marina o la fuerza aérea. Sin embargo, EEUU argumentó que Rusia usó esta cláusula INF para ocultar el propósito real del sistema de misiles 9M729 probando un misil terrestre de un alcance prohibido por el acuerdo INF.

Con un tamaño aproximado de 6-8 metros de longitud y 0,514 m de diámetro, el SSC-8 es probablemente una variante del misil 3M-54 Kalibr de la Armada rusa, si bien también se presenta como una versión modificada del Iskander-K.

En enero de 2014, Estados Unidos decidió informar a sus aliados de la OTAN sobre un misil ruso que violaba las regulaciones establecidas en el Tratado INF. El proyectil en cuestión era el SCC-8. En 2017, EEUU anunció que Rusia había desplegado dos batallones de misiles SSC-8. Cada batallón incluye cuatro lanzadores, y cada lanzador suministra seis misiles. La web Missile Threat estima que a diciembre de 2018 Rusia había producido menos de 100 misiles SSC-8.

El 23 de enero de 2019, Rusia exhibió públicamente el misil SSC-8 por primera vez. El teniente general Mikhail Matveevsky, jefe de las fuerzas militares de misiles y artillería, argumentó que el misil presenta una ojiva más poderosa y un sistema de guía mejorado en comparación con el modelo 9M728 anterior.

La OTAN ha dicho que no quiere desplegar misiles con capacidad nuclear similares a los rusos en Europa, pero desde Moscú no se lo creen y aseguran que la reactivación del Comando de Artillería 56, con sede en Wiesbaden, Alemania, por parte del Ejército de EEUU es una clara indicación “indirecta” de que la Alianza Atlántica tiene la intención de desplegar misiles nucleares en el Viejo continente.