Opinión

Conmemoración internacional del Holocausto: Nuestra humanidad depende del recuerdo

Si podemos gastar tiempo y dinero para detener una pandemia, ¿por qué no podemos hacer lo mismo para detener la guerra, el odio y el genocidio étnico?

Vista de una estrella de David en el jardín de la ciudad de Aussig, durante una ceremonia conmemorativa al celebrarse hoy el Día Internacional de la Memoria del Holocausto
Vista de una estrella de David en el jardín de la ciudad de Aussig, durante una ceremonia conmemorativa al celebrarse hoy el Día Internacional de la Memoria del HolocaustoDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

Hoy jueves 27 de enero es el Día Internacional de la Memoria del Holocausto, que conmemora la liberación de Auschwitz-Birkenau, el infame campo de concentración en el que perdieron la vida 1,1 millones de hombres, mujeres y niños. Judíos, gitanos, homosexuales y otros fueron marcados para el exterminio o el trabajo, lo que finalmente llevó a la muerte.

Al final de la Segunda Guerra Mundial, se perdieron doce millones de almas, seis millones eran almas judías. Escribo almas por una razón. Cada una tenía una vida antes de la guerra. Eran esposas, madres, hermanas, hijas, maridos, padres, hermanos e hijos. Es difícil imaginar un mundo en el que estas vidas se perdieron en un abrir y cerrar de ojos. La inhumanidad es incomprensible. ¿Qué podría haber sido del mundo si estas personas vivieran? ¿Qué contribuciones a la sociedad podrían haber hecho? Nunca lo sabremos.

Hoy luchamos contra una pandemia. Los científicos y los profesionales de la medicina trabajan sin descanso para reducir la pérdida de vidas, como debe ser. La guerra, el genocidio y la violencia sólo hacen lo que hace una pandemia: matar almas inocentes. Si podemos gastar tiempo y dinero para detener una pandemia, ¿por qué no podemos hacer lo mismo para detener la guerra, el odio y el genocidio étnico?

Parece que las mismas mentiras que difundieron el odio nazi y que condujeron al asesinato de 12 millones de almas son las mismas que se perpetúan hoy en día en las redes sociales. Los estudios han demostrado que la negación del Holocausto es rampante, las teorías de la conspiración que son absolutamente falsas culpan a los judíos de crear y beneficiarse de la pandemia. Los confinamientos gubernamentales para salvar vidas se equiparan con el tratamiento de los judíos en el Holocausto, una analogía terriblemente inexacta, que subestima la gravedad del Holocausto. Hay que poner fin a estas mentiras en las redes sociales para evitar el tipo de ataques violentos y crímenes de odio que han inspirado.

En este día de la memoria, si vamos a decir “¡Nunca más!” o #WEREMBER, tiene que significar algo. Por el bien de doce millones de almas y por nuestra propia humanidad, tiene que significar algo.