Tensión

La ONU pide a Rusia que retire a los soldados de la frontera con Ucrania

El Kremlin acusa a Occidente de «agitar las tensiones» y a EE UU de llevar al poder a «puros nazis» en Kiev, en un bronco debate en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas

Lanzadores de misiles Iskander rusos y vehículos de apoyo que se utilizan en los ejercicios integrales de preparación para el combate previstos con las tropas del Distrito Militar Occidental
Lanzadores de misiles Iskander rusos y vehículos de apoyo que se utilizan en los ejercicios integrales de preparación para el combate previstos con las tropas del Distrito Militar OccidentalRUSSIAN DEFENCE MINISTRY PRESS SAgencia EFE

El Consejo de Seguridad de la ONU, a petición de Estados Unidos, abordó por primera vez este lunes la crisis en Ucrania. Lo hizo con el malestar de Rusia, que no sólo mantiene su postura de negar las acusaciones de una posible invasión militar contra su país vecino sino que, además, participó en el encuentro con los países miembros ante la incertidumbre de tratar de impedir dar explicaciones. «Ya es hora de tener una reunión en público» sobre la crisis de Ucrania y Rusia, declaró Linda Thomas-Greenfield al arrancar la sesión del Consejo de Seguridad en su sede de Nueva York. «No se trata de ninguna payasada, sino que se trata de paz y seguridad», añadió la embajadora de EE UU ante la ONU.

Comparativa de fuerza militar Rusia-Ucrania
Comparativa de fuerza militar Rusia-UcraniaTania Nieto

El debate en el Consejo de Seguridad fue de lo más bronco. Rusia acusó a Occidente de «agitar las tensiones» en torno a Ucrania y dijo que Estados Unidos había llevado al poder a «puros nazis» en Kiev. Mientras el máximo órgano de decisión de Naciones Unidas pedía a Moscú que retire los más de 120.000 soldados que desde hace meses tiene desplegados en la frontera con Ucrania y que mantenga el diálogo con los países occidentales si sus intenciones de reducir la escalada de tensión son «serias».O, de lo contrario, Washington y Londres amenazan con actuar.

«Si Rusia es sincera acerca de abordar nuestras respectivas preocupaciones de seguridad a través del diálogo, EE UU y nuestros aliados continuarán participando de buena fe», señaló Joe Biden a través de un comunicado. «Si, en cambio, Rusia exige alejarse de la diplomacia y atacar Ucrania, asumirá la responsabilidad y enfrentará consecuencias rápidas y severas», añadió el presidente estadounidense.

De hecho, el Congreso de EE UU, por un lado, ya está preparado y a punto de alcanzar un acuerdo para aprobar nuevas sanciones económicas contra Rusia. Reino Unido, por el otro, trasladará a sus aliados esta semana la petición de aumentar la presencia militar en Ucrania con el envío de más tropas. Con la finalidad de ayudar a disuadir cualquier agresión rusa contra Kiev, el anuncio de las intenciones británicas se dio a conocer el pasado fin de semana, considerándolo la «mayor oferta posible» a la OTAN, entre cuyas medidas de urgencia destacarían el envío de más tropas y armamento bélico. Poco antes, el viernes, Biden anunció que enviaría tropas estadounidenses a Europa del Este, así como la puesta en marcha de sanciones económicas contra Rusia si Vladimir Putin decide invadir Ucrania.

La comunidad internacional busca una salida negociada a la que considera una crisis provocada por Rusia al movilizar a miles de soldados y equipamiento militar en la frontera ucraniana, a la vez que decide, con la petición del Consejo de Seguridad de la ONU, otorgarle a Moscú la oportunidad de explicar al resto de los países su reciente comportamiento.

Ante el actual desafío por la creciente tensión en Kiev, la ONU apeló a la «unión» de los países miembros. «Nuestras voces están unidas para pedir a los rusos que se expliquen», adelantó la embajadora Thomas-Greenfield antes de la reunión urgente. «Vamos a la sala preparados para escucharlos, pero no nos vamos a distraer con su propaganda», agregó.

El embajador ruso, Vassily Nebenzia, acusó a la administración Biden de “agitar las tensiones y la retórica y provocar una escalada”. “Casi está usted a favor de esto”, dijo, mirando a Thomas-Greenfield. “Quieres que ocurra. Estás esperando que ocurra, como si quisieras que tus palabras se hicieran realidad’'.

Culpó a Estados Unidos de la destitución en 2014 de un presidente afín al Kremlin en Kiev, diciendo que llevó al poder a “nacionalistas, radicales, rusófobos y puros nazis”, y creó el antagonismo que existe entre Ucrania y Rusia.

Washington prometió ante el Consejo presionar ejercer presión para discutir la concentración de tropas rusas en los límites ucranianos ante los temores a una inminente invasión. Acusaciones que el jefe del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolai Patrushev, rechazó alegando ser «completamente ridículo» que su país amenace a Ucrania. «No queremos la guerra y no la necesitamos en absoluto», aseguró Patrushev.

El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, también cuestionó la defensa de la OTAN de ser una «estructura puramente defensiva», exigiendo a la Alianza que impida la entrada de Ucrania en un futuro, que haga retroceder a las fuerzas de Europa del Este y que detenga el despliegue de armas cerca de las fronteras rusas.

Lavrov y su homólogo estadounidense, Antony Blinken, no lograron avanzar en las conversaciones mantenidas las últimas semanas, incluso de manera presencial en Ginebra. Ambos líderes tiene previsto hablar de nuevo hoy, según anunció el Kremlin.

EE UU sigue a la espera de la reacción de Putin a su respuesta de la semana pasada, mientras intenta seguir impulsando la vía diplomática para resolver el conflicto y anima a Rusia a hacer lo mismo, advirtiéndole en el Consejo de Seguridad de la ONU que sus «acciones hablarán por ellos mismos». Moscú confirmó que el presidente ruso no tiene prisa en responder a la OTAN y al documento de EE UU entregado por escrito y lo hará «cuando sea necesario».

Al tomar la palabra, Ucrania agradeció el apoyo de la ONU, especialmente a EE UU y a sus países aliados, dejando «las puertas abiertas al camino de la diplomacia» con Rusia si hay ausencia de «intenciones agresivas» por su parte y sólo si su país vecino pone fin a “la amenaza del despliegue de tropas en la frontera” y deja de “intimidar a los ucranianos”.

Biden quiso recordar, desde la Casa Blanca, que “la reunión del Consejo de Seguridad es un paso fundamental para reunir a todo el mundo para hablar con una sola voz: rechazar el uso de la fuerza, pedir una reducción de la escalada militar, apoyar la diplomacia como el mejor camino a seguir y exigir responsabilidades a todos los estados miembros para que se abstengan de una agresión militar contra sus vecinos”.

Ataque de la embajada rusa

Por su parte la embajada rusa en EEUU subió de nuevo la tensión con esta nueva declaración: “Washington es quien general tensiones, no Moscú. No vamos a dar un paso atrás y ponernos firmes obedeciendo a las amenazas de las sanciones” de Estados Unidos. Esta fue la respuesta a un comunicado del Departamento de Estado en el que recordaba que fue Rusia la que invadió Ucrania en 2014 y ocupó Crimea. “Es EEUU quien alentó el golpe nacionalista radical en Ucrania como resultado del cual la población de Crimea fue amenazada de exterminio y votó por reunirse con Rusia”, dice el mensaje publicado por la Embajada, sobre una imagen del mapa de Crimea en el que está sobreimpresa la frase “Crimea es Rusia”.