Accidente aéreo

Un caza F-15 japonés desaparece al poco de despegar con dos pilotos a bordo

Las Fuerzas Armadas creen que el avión de combate se estrelló en las aguas que separan Corea del territorio nipón

Una caza F-15 norteamericano
Una caza F-15 norteamericanoLa RazónLa Razón

Alerta en Japón ante la desaparición de un avión de combate F-15 Eagle este lunes en las aguas del mar que separan Japón y la península de Corea. La Fuerza Aérea de Autodefensa nipona dijo que “se cree que el avión se estrelló”, en palabras del secretario jefe del gabinete, Hirokazu Matsuno. Un equipo de rescate encontró parte de lo que parece ser un panel exterior cerca de la zona donde se perdió el avión, comentó un portavoz de la Fuerza Aérea de Autodefensa al medio Stars and Stripes.

Aviones japoneses U-125A, helicópteros UH-60J y SH-60K, cinco buques de guerra y cinco lanchas patrulleras de la Guardia Costera de Japón buscan a los dos tripulantes desaparecidos, añadió el portavoz. De momento, se desconocen las causas de este accidente aéreo que ha causado consternación en el sector militar.

El ministro de Defensa japonés, Nobuo Kishi, desistimó un informe inicial de los medios sobre el supuesto hallazgo de uno de los pilotos.

El avión desapareció del radar poco después del despegue, alrededor de las 5:30 p.m., tras volar tres millas desde su estación de origen en la Base Aérea de Komatsu en el oeste de Japón. El caza y sus dos tripulantes se dirigían a unas maniobras de guerra rutinarias sobre el Mar de Japón, también conocido como el Mar del Este.

Al parecer, el avión no se dirigía al entrenamiento de Cope North en el que Japón participó con las fuerzas aéreas estadounidenses y australianas en la isla de Guam, agregó el portavoz.

La mayoría de los aviones F-15 japoneses están fabricados por Mitsubishi Heavy Industries. Este ha sido el principal caza nipón durante cuatro décadas. Su principal misión en los últimos años ha sido contener a los aviones chinos y rusos que vuelan sobre el espacio aéreo del país. Japón tiene alrededor de 200 unidades del F-15, la mitad de los cuales serán actualizados por Boeing para extender su vida útil y mejorar la capacidad. Boeing, de hecho, ya ha asegurado un contrato de 471 millones de dólares para modernizar la flota nipona de los F-15 Eagle y se espera que el trabajo, que se llevará a cabo en St. Louis, Missouri, esté terminado a fines de 2028.

La mayoría de los F-15 de Japón son aviones de un solo asiento, y la variante de dos asientos se usa para entrenamiento, como el que ha desaparecido. En 2019, un caza japonés Lockheed Martin F-35 se estrelló en una misión de entrenamiento en el Océano Pacífico después de que su piloto probablemente experimentara desorientación espacial.

Un F-15EX Eagle II dispara un misil en el Golfo de México

La noticia del accidente del F-15 japonés coincide con los avances anunciados esta semana sobre una nueva versión del avión de combate más nuevo de la Fuerza Aérea de EEUU, el F-15EX Eagle II. La Base de la fuerza Aérea Tyndall ha anunciado que esta aeronave ha alcanzado recientemente un hito importante al disparar por primera vez un misil aire-aire avanzado de alcance medio AIM-120D en busca de un dron BQM-167 mientras volaba sobre el Golfo de México.

El lanzamiento, calificado como un éxito, marca un hito ya que es el primer misil que dispara después de más de seis meses de pruebas de vuelo operativas. Este lanzamiento “allanará el camino para disparos de misiles más complejos en el futuro”, dijo Colton Myers, gerente de proyecto de prueba F-15EX.

Sus datos oficiales de rendimiento están clasificados, pero se supone que el misil puede alcanzar objetivos a entre 75 y 100 millas de distancia, según el estado de su avión de lanzamiento. El F-15 Eagle realizó su primer vuelo 1972 y entró en servicio en 1976. Está considerado como uno de los mejores aviones de combate, capaz de derribar a cazas enemigos y también bombarderos. Tanto es así que en 2020 EEUU aprobó una partida de casi mil millones de dólares para comprar ocho unidades nuevas teniendo en cuenta que el 75 % de la flota había superado su vida útil y el 10% permanecía en tierra por problemas estructurales.