Crisis en Ucrania
Zelenski pide ante Scholz “garantías” que protejan a Ucrania
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski niega que su familia haya huido del país. El canciller alemán espera que Rusia dé “pasos claros hacia una desescalada”
Europa redobla esta semana la ofensiva diplomática en Kiev y en Moscú. Tras un agitado fin de semana donde Estados Unidos ha reiterado la posibilidad de una pronta invasión rusa en Ucrania, las aerolíneas europeas han comenzado a evitar el espacio aéreo ucraniano e incluso donde se escucharon viscerales declaraciones, como aquella del embajador ruso en Suecia cuando afirmó que las sanciones de Occidente “les importan una mierda”, en esta situación visita Ucrania por primera vez el canciller alemán Olaf Scholz. Y mañana conversará con Vladimir Putin en Moscú.
“Es en Ucrania donde hoy se decide la futura arquitectura de seguridad europea, de la cual nuestro país es una parte integral”, indicó Zelenski en una rueda de prensa conjunta con Scholz.
Agregó que trató con Scholz “la necesidad de establecer garantías legales específicas que puedan proteger a Ucrania”.
El mandatario ucraniano criticó la decisión de algunas embajadas de trasladar a su personal al oeste del país en medio del aumento de la tensión con Rusia y afirmó que “si algo pasa en una parte”, eso repercutirá en todo el país.
“No hay una Ucrania Occidental, hay una Ucrania entera”, aseveró Zelenski.
“Creo que deben regresar todos o nosotros, el Estado, sacará conclusiones serias”, remachó.
En cuanto a su familia, Zelenski negó los rumores de que haya abandonado también Ucrania. “Mi familia siempre está conmigo. Siempre está con Ucrania”, aseguró Zelenski.
El diario “Ukrainskaya Pravda” escribió previamente que los oligarcas y empresarios de Ucrania han comenzado a abandonar en masa el país tras las últimas advertencias de EEUU sobre la proximidad de un ataque ruso.
Según el rotativo, solo el domingo, 13 de febrero, fueron fletados cerca de 20 vuelos chárter para llevar al extranjero a hombres ricos de Ucrania y miembros de sus familias.
Por su parte, el canciller alemán, Olaf Scholz, afirmó que espera que Rusia dé “pasos claros” hacia una desescalada de las tensiones en torno a Ucrania, e instó a Moscú a aprovechar el diálogo abierto con Occidente para ello.
“Esperamos pasos claros hacia una desescalada de las actuales tensiones”, señaló Scholz tras reunirse durante casi dos horas con Zelenski.
Scholz reiteró que Alemania está “estrechamente al lado de Ucrania”.
“Coincidimos en nuestra gran preocupación por la situación actual en la frontera entre Rusia y Ucrania. La actividad militar en la frontera ucraniana no tiene ninguna justificación para nosotros. No hay motivos razonables para tal despliegue militar”, recalcó.
Mientras que Scholz se limitó a transmitir su “solidaridad” y su “apoyo” al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se espera que la conversación con su homólogo ruso sea muy diferente. Por de pronto ya ha anunciado que opina lo mismo que sus aliados acerca de las sanciones que se impondrían a Rusia en el caso de un ataque, en concordancia con el comunicado conjunto que lanzó este lunes Alemania junto con el resto de países del G-7. Scholz también dijo que “una agresión militar rusa acarreará graves consecuencias” y mantiene el compromiso de su país en cuestiones de ayudas económicas a Ucrania, aunque todavía no parece dispuesto a enviar además el armamento que pide Kiev.
Hasta la fecha, el Gobierno de Ucrania calcula haber recibido hasta 1.500 millones de dólares en ayuda militar proveniente de Estados Unidos, Polonia, República Checa y Reino Unido, y se espera que Estonia, Letonia y Lituania donen en un futuro cercano cantidades no especificadas de misiles antiaéreos Stinger y misiles Javelin antitanque. Mientras tanto, las tropas de la OTAN desplegadas en Europa están en máxima alerta: Estados Unidos, España, Dinamarca y Países Bajos ya han enviado contingentes de refuerzo a Bulgaria, Rumanía y Polonia, los países más cercanos a Ucrania y por tanto más vulnerables a las consecuencias de un ataque Ruso.
Desde que Joe Biden anunció la semana pasada que bloquearía el Nord Stream 2 en el caso de un ataque ruso, Alemania parece haber despertado para convencerse de la gravedad del conflicto que atañe al este de Europa. Zelenski procurará aumentar el apoyo del canciller alemán en esta cita, antes de que Scholz se reúna con Vladimir Putin en Moscú para reclamar a las autoridades rusas que adopten “con urgencia” alguna medida que permita rebajar las tensiones y el temor a una potencial invasión. Pero desde Kiev se espera que el canciller alemán sea recibido con cierto recelo. La finalización del tendido del Nord Stream 2 (todavía pendiente de aprobación en Europa), una continuación del Nord Stream 1 y que permitirá a Rusia suministrar todavía más gas directamente a Alemania a través del Báltico y evitando Ucrania, no es la mejor noticia que recibieron los ucranianos en 2021.
Asimismo, en Moscú anunciaron que esperan que la conversación entre Putin y el canciller alemán rodee temas como “la situación en Ucrania, las garantías de seguridad para Rusia y el gaseoducto del Nord Stream 2″.
Nadie, ni siquiera el propio Scholz, piensa que la ronda de citas de los próximos dos días servirán para relajar el conflicto.
Rusia acelera el conflicto
El frenesí diplomático en Europa llega a su punto cúspide esta semana. Scholz se encontrará hoy con Volodimir Zelenski mientras mañana se reunirá en Moscú con el presidente Putin, pero el plato fuerte de la diplomacia en la tercera semana de febrero es la petición de Ucrania de sentarse con Rusia para ser informados sobre su actividad militar en la frontera. El gobierno Ucraniano ha exigido hoy una reunión antes de cuarenta y ocho horas mientras el propio Zelenski convocó ayer (sin éxito) un encuentro con la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y Rusia sentadas a la mesa, convocatoria que el Kremlin rechazó de lleno.
El reciente anuncio de que el Consejo de la Duma presentará este miércoles dos proyectos de resolución para que los diputados rusos reconozcan Donetsk y Lugansk, solo sube la temperatura del caldero del Este. Se espera que los próximos días se redoblen los esfuerzos de los dirigentes europeos por frenar un conflicto.
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