Tribunales

La Justicia europea avala el recorte de fondos a Polonia y Hungría por no respetar el Estado de derecho

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ratifica la legalidad del nuevo mecanismo, pero sólo deberá utilizarse si peligra la ejecución del dinero europeo

Mateusz Morawiecki, primer ministro polaco
Mateusz Morawiecki, primer ministro polacolarazon

La justicia europea ha avalado hoy el mecanismo para poder cortar los fondos europeos a aquellos países que no respeten el Estado de Derecho, con la mirada dirigida sobre todo a Polonia y Hungría, quienes interpusieron un recurso sobre este tema que hoy ha sido rechazado por un fallo del Tribunal de Justicia de la UE.

En la cumbre del mes de julio de 2020, los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete idearon un nuevo mecanismo para poder cortar el flujo de fondos europeos - incluido el nuevo fondo Next Generation EU para hacer frente a los estragos del coronavirus- dirigido a aquellos países que no respetaran el Estado de Derecho.

La sentencia conocida hoy respalda la legalidad de esta nueva herramienta, pero circunscribe su uso cuándo esté en peligro la ejecución de las ayudas europeas. “El Reglamento tiene por objeto proteger el presupuesto de la Unión de quedar afectado, de un modo suficientemente directo, por la vulneración de los principios del Estado de Derecho, y no sancionar, como tal, dicha vulneración”, asegura este fallo.

La corte europea también puntualiza que “el respeto por parte de los Estados miembros de los valores comunes en los que se fundamenta la Unión, que han sido identificados y son compartidos por esos Estados y que definen la identidad misma de la Unión como ordenamiento jurídico común a tales Estados, entre ellos el Estado de Derecho y la solidaridad, justifica la confianza mutua entre dichos Estados. Así, dado que el respeto de tales valores constituye un requisito para disfrutar de todos los derechos derivados de la aplicación de los Tratados a un Estado miembro, la Unión debe estar en condiciones, dentro de los límites de sus atribuciones, de defender los valores indicados”.

Además, el tribunal europeo también desmonta los argumentos de Polonia y Hungría, al asegurar que este nuevo instrumento no resulta incompatible con otras herramientas como la activación del artículo 7 ( cuya puesta en marcha esta bloqueada desde hace años porque los castigos requieren la unanimidad de las capitales), ya que “persiguen fines diferentes y tienen, cada uno de ellos, un objeto netamente distinto”.

Polonia y Hungría vetaron la aprobación de Next Generation EU en protesta por este nuevo instrumento y los Veintisiete consiguieron que dieran su brazo a torcer, a cambio de poder presentar un recurso previo ante el alto tribunal europeo sobre la legalidad del nuevo mecanismo. A pesar de que técnicamente la Comisión Europea no necesitaba esperar al veredicto de hoy para activar el procedimiento –cuya puesta en marcha puede demorarse entre cinco y ocho meses- la Comisión Europea decidió hacerlo como modo de dar una oportunidad al diálogo.

Esta prudencia del Ejecutivo comunitario no ha sido entendida durante estos meses por todas las instituciones europeas. De hecho, el Parlamento Europeo denunció al Ejecutivo comunitario, al considerar que estaba haciendo dejación de sus funciones.

Pero mientras esperaba este veredicto, la Comisión Europea se ha guardado un conejo en la chistera. Durante estos meses ha mantenido bloqueados 36.000 millones de fondos correspondientes a Polonia del fondo de recuperación europeo y los 7. 200 para Hungría. Además, en el caso de Polonia las instituciones europeas han comenzado los procedimientos para poder retener los fondos europeos que recibe el país si Varsovia no ejecuta las sentencia del Tribunal de Justicia de la UE sobre el cierre de una mina en Turow o los cambios en el régimen disciplinario de los jueces.