Guerra en Ucrania

Alarma mundial por el corte eléctrico en Chernóbil

Un centenar de trabajadores «continúa en la central nuclear desde el inicio de la invasión rusa sin apenas suministros», advierte Balthasar Lindauer, director del Departamento de Seguridad Nuclear del BERD, quien supervisó el gigantesco sarcófago que protege el reactor 4

Una imagen tomada de un vídeo distribuido por el servicio de prensa del Ministerio de Defensa ruso muestra a militares rusos vigilando frente a la central nuclear de Chernóbil en Prípiat, Ucrania
Una imagen tomada de un vídeo distribuido por el servicio de prensa del Ministerio de Defensa ruso muestra a militares rusos vigilando frente a la central nuclear de Chernóbil en Prípiat, UcraniaRUSSIAN DEFENCE MINISTRY PRESS SAgencia EFE

Todos los ojos están puestos en la planta nuclear de Chernóbil, al Norte de Ucrania. Conocida mundialmente por ser el escenario de la mayor catástrofe nuclear de la historia en 1986, la central vuelve a ser objeto de preocupación tanto por las autoridades ucranianas como por la comunidad internacional. El avance de las tropas rusas desde el Norte, ayudadas por Bielorrusia, fue muy rápido en esta zona. Apenas 24 horas después de que el presidente Vladimir Putin anunciara la guerra en Ucrania, el Ejército de Rusia se hizo con el control de Chernóbil.

Chernóbyl representa la ruta directa más corta desde la frontera bielorrusa hasta Kiev. Se trata de una zona pantanosa y con densos bosques, con una distancia de apenas 17 kilómetros entre el territorio y la frontera con Bielorrusia.
Chernóbyl representa la ruta directa más corta desde la frontera bielorrusa hasta Kiev. Se trata de una zona pantanosa y con densos bosques, con una distancia de apenas 17 kilómetros entre el territorio y la frontera con Bielorrusia.José Luis Montoro

Dos semanas después, comienzan a saltar las alarmas. La empresa nuclear ucraniana Energoatom advirtió ayer del riesgo de radiación tras el corte de energía en Chernóbil. Los combates hicieron imposible la reparación inmediata de la línea eléctrica de alta tensión de la planta, que fue capturada por las fuerzas rusas.

Balthasar Lindauer, director del Departamento de Seguridad Nuclear del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD), supervisó en su momento el gigantesco sarcófago que protege el reactor 4, destruido hace 36 años, conocido como Nuevo Confinamiento Seguro. Lindauer recuerda a LA RAZÓN que el personal militar ruso que ha ocupado Chernóbil «no tiene por qué entender el funcionamiento de una central nuclear ni los requerimientos que necesita para mantenerla segura».

Para el experto en seguridad nuclear, «la mayor preocupación respecto a la central de Chernóbil es que los depósitos de fuel se guardan en instalaciones de la época soviética y necesita constantemente enfriarse” y esto se hace a través de un sistema de refrigeración con agua que a su vez necesita energía eléctrica. Si esto falla, entonces hay un grave riesgo. “Existe una posibilidad, por supuesto, de que no alcance estas altas temperaturas y no haya una brecha de seguridad que produzca un accidente. Pero sería muy irresponsable por mi parte especular sobre ello porque lo cierto es que no hay información suficiente para asegurar qué pasará en los próximos días en la instalación». Cabe recordar que los reactores nucleares se apagaron y ya no generan tanto calor como si fuera una central en activo.

En este sentido, el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, indicó ayer que los generadores diesel de reserva sólo pueden alimentar la central durante 48 horas. Según el titular de Exteriores, después de eso, los sistemas de refrigeración de la instalación de almacenamiento de combustible nuclear gastado se detendrán, con lo que las fugas de radiación serán «inminentes».

Lindauer asegura que «actualmente no es posible medir la radiación a distancia. El personal sobre el terreno podría medirla con medios muy sencillos para controlar la radiación. Por lo que al final, es posible que sean los países vecinos los que sean capaces de medir la radiación primero en sus estaciones de control».

La Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA) manifiesta que es la primera vez que se produce una guerra en un país con un programa de energía nuclear tan avanzado y consolidado como Ucrania. Asimismo, inquieta que la IAEA haya anunciado que los sistemas de vigilancia del material nuclear en las instalaciones de residuos radiactivos de Chernóbil han dejado de difundir datos. «No sabemos por qué han dejado de transmitir. Puede que haya sido un corte deliberado», explica Lindauer. Para la IAEA los acontecimientos «violan un pilar de seguridad clave sobre la garantía de suministro de energía ininterrumpido». Con todo, de momento, el organismo internacional no ve «ningún impacto crítico en la seguridad».

«Es una situación muy problemática», confiesa Lindauer quien aplaudió la idea del director de la IAEA, Rafael Grossi, de promover una reunión trilateral con Ucrania y Rusia para garantizar la seguridad de las instalaciones nucleares. Sin embargo, Moscú rechazó que se produjera en Chernóbil tal y como pidió Grossi.

Un centenar de trabajadores ucranianos atrapados

Lindauer asevera además, que los trabajadores ucranianos de la planta nuclear que entraron la noche del 24 de febrero continúan allí. Por un lado, el director Director del Departamento de Seguridad Nuclear del BERD explica que «son personas muy comprometidas y disciplinadas, que no van a dejar de hacer su función a pesar de las circunstancias», pues nadie les puede sustituir.

Zonas de exclusión Chernóbil
Zonas de exclusión ChernóbilTania Nieto

Por otro, Chernóbil está rodeado por soldados rusos y su ruta hacia una zona segura parece tarea imposible, incluso el puente para volver a casa (en Slavutych) ha sido destruido.

«Tienen muy pocos suministros», indica Lindauer sobre las duras condiciones de vida del casi centenar de trabajadores de mantenimiento. Varios familiares han denunciado en medios ucranianos que están exhaustos y que se sienten abandonados. Sus parientes recalcan los complicados turnos así como la escasez de comida y medicinas en un lugar que no está habilitado para vivir.

Sobre el ataque que se produjo la semana pasada al sur, en Zaporiyia, la mayor central nuclear de Europa, Lindauer expone que fue «absolutamente temerario, podría provocar un accidente tremendo». El experto en seguridad nuclear incide en que «incluso los rusos firmaron acuerdos que decían que en condiciones de guerra se debe mantener la integridad de las centrales nucleares».

Central nuclear de Zaporiyia
Central nuclear de ZaporiyiaTania Nieto