Los terroristas del Estado Islámico se apresuran a prestar juramento de fidelidad al nuevo “califa”

Dicho y hecho. Lo pidió ayer mismo el nuevo portavoz del Estado Islámico, Abu Omar Al-Muhajir, y los terroristas de la banda se han lanzado en masa a prestar juramento de fidelidad al nuevo “califa” Abu Al-Hassan Al. -Hashimi Al-Qurashi.

Expertos antiterroristas consultados por LA RAZÓN han señalado que nada se sabe de este individuo ya que el nombre que se ha dado es, sin duda, un alias de conveniencia para acreditar que procede de la tribu de Mahoma, condición indispensable para ser “califa” (otra cosa es que lo sea). Está por ver si, como también es tradición, da a conocer sus sermones programáticos, pero el anterior, Ibrahim Hashimi, no lo hizo por razones de seguridad y, aun así, los servicios secretos norteamericanos localizaron su escondite en Siria.

Lo de jurar fidelidad a alguien al que no se conoce y al que ni siquiera se ha escuchado es una prueba más del fanatismo que caracteriza a Isis. Su “califa” y el consejo de la Shura (reunión de jefes) se ha convertido en una referencia ya que, por lo visto, todos saben lo que tienen que hacer, matar y destruir en nombre de Alá.

El citado portavoz recomendaba-exigía a alos terroristas el juramento y que le pidieran a “Dios que lo proteja - como Emir de los Creyentes y Califa de los Musulmanes, para ayudarlo y cuidarlo, y encaminar su opinión y sus errores por el camino de la verdad, y le pedimos, Gloria a Él, que lo inspire como guía y abra el país en sus manos”.

“Oh musulmanes en todas partes, levántense y juren lealtad al Comandante de los Fieles y Califa de los musulmanes, porque él es una de las personas de precedencia y veracidad - lo contamos y Dios lo juzgará - y si pudiéramos, habríamos revelado su nombre y su dibujo, pero para cada posición hay un artículo, así que no se demoren y no duden en jurarle lealtad”, que es tanto como decir que lo van a mantener en la clandestinidad.

La estrategia que vaya a seguir el nuevo “califa” no diferirá mucho de la de sus antecesores, según las mismas fuentes, aunque está por ver si decide volcar parte del esfuerzo de la banda contra Occidente y no limitar, como hasta ahora, a las posibles acciones criminales de los actores, “lobos”, solitarios. Los deseos de venganza por la pérdida de los dos anteriores jefes, Baghdadi y Hashimi, son manifiestas, en especial contra Estados Unidos y sus aliados.