Armas

A Rusia no le vale con su arsenal convencional, de momento, para doblegar a Ucrania

Moscú ha lanzado misiles de crucero y según algunas fuentes, armas termobáricas. Las fuerzas ucranianas dicen haber destruido 50 aviones rusos y el 15% de los tanques enemigos

Rusia ha demostrado desde los primeros compases de la guerra su superioridad acorazada y ofensiva con el despliegue de artillería, misiles, tanques y cazas de combate contra Ucrania. La pregunta que muchos se hacen es por qué entonces Moscú no avanza más rápido en la toma de Kiev y otras ciudades asediadas desde hace días, como Mariupol y Jarkov.

Los expertos y gobiernos como el británico hablan de los fallos logísticos rusos, pero también se mencionan problemas como el deficiente manejo de aviones de guerra, lo que habría llevado al derribo de hasta 50 aeronaves rusas por parte de las tropas ucranianas desde el 24 de febrero, cuando comenzó la guerra, según fuentes del Ejército ucraniano. Además, buena parte de los combates se desarrollan en ciudades, donde las tropas ucranianas tienen ventaja sobre el agresor. Rusia podría lanzar ataques masivos sobre las localidades en disputa, pero el coste sería la destrucción total y la probable muerte de miles de personas en unas horas.

La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, ha alertado esta semana de que Moscú esté planeando la utilización de armas químicas y bilógicas. A su vez, Moscú ha denunciado que teme desarrollos de EEUU de materiales biológicos en Ucrania para ser usados contras sus fuerzas. Desde Estados Unidos también se acusa a las tropas del Kremlin del uso de bombas de racimo, prohibidas por la Convención de Ginebra. Mykola Bielieskov, analista del Instituto Nacional de Investigaciones Estratégicas de Ucrania, no cree que de momento se hayan usado armas biológicas en Ucrania, pero no descarta que pueda suceder en un futuro.

Bomba termobárica
Bomba termobáricaTania Nietofreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@731b78c5

Lo que estamos viendo en el frente de batalla es el uso de una amplia gama de armas rusas convencionales, muchas de ellas probadas en la guerra de Siria, donde Moscú envió soldados y aviones de combate para sostener al gobierno de Bachar al Asad en 2015.

Los lanzacohetes múltiples de fabricación rusa "Smerch", al frente, y "Uragan", detrás, en una exhibición en Moscú
Los lanzacohetes múltiples de fabricación rusa "Smerch", al frente, y "Uragan", detrás, en una exhibición en MoscúlarazonAgencia AP

Para destruir instalaciones militares y aeródromos ucranianos, Rusia habría usado bombarderos Tu-22M3 y aparatos de combate Sukhoi Su-30 y Su-25. ¿El problema? Para el analista ucraniano Andrii Datsiuk, “la mayoría de los pilotos rusos no están preparados para trabajar en grandes grupos, en formaciones de aviación”. Según explica este experto militar a LA RAZÓN, actualmente luchando en el frente en Irpin, “se exageran los datos sobre la efectividad de combate y el poder militar del ejército ruso. Hay aviones, pero no todos vuelan. Su número de armas modernas es limitado”.

Con respecto a la artillería, el Ejército de Ucrania ha detectado obuses autopropulsados de 152 mm Msta-S y Gvozdika, así como el obús de fabricación soviética remolcado Msta-B, además de los lanzacohetes múltiples Grad, Uragan y Smerch, que disparan salvas de proyectiles cerca de los objetivos y que habitualmente son utilizados previamente a la invasión terrestre.

Mykola Bielieskov explica el éxito Ucrania radica en la efectividad de sus sistemas antitanque, unas 17.000 piezas -dice- entre las que figuran el misil anticarro Javeliny sistemas NLAW británicos así como lanzagranadas más ligeros proporcionados por Alemania, Suecia y España. “Con esto tendremos suficiente para lo que queda en el ejército ruso”, vaticina.

Imagen de un TOS-1 usado por Rusia y capturado por Ucrania
Imagen de un TOS-1 usado por Rusia y capturado por UcraniaLa Razónfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@731b78c5

Una de las piezas más temidas es elsistema de lanzallamas pesado TOS-1, apodado “pinocho” por la “nariz” que sobresale sobre el chasis del tanque en el que va montado. Este sistema ruso -detectado en Ucrania por el Ministerio de Defensa británico- es capaz de lanzar bombas termobáricas o de vacío, así llamadas porque succionan el aire de los pulmones de sus víctimas. La bomba detona y después libera una nube de químicos tóxicos en el aire capaces de penetrar búnkeres. Según diplomáticos occidentales y analistas, Rusia habría lanzado ya este tipo de armamento en Ucrania.

Las autoridades de Kiev han denunciado el lanzamiento de misiles rusos de crucero contra la población civil, como los Kalibr -que cargan hasta 500 kilos de explosivos con un radio de acción de mil kilómetros de distancia- y los Iskander, con un alcance de hasta 600 kilómetros y una ojiva mucho más poderosa, que habrían sido disparados desde la vecina Bielorrusia hacia objetivos muy seleccionados, principalmente instalaciones militares.

Miembros de las Fuerzas de Defensa Territorial de Ucrania aprenden a utilizar un misil Javelin
Miembros de las Fuerzas de Defensa Territorial de Ucrania aprenden a utilizar un misil JavelinROMAN PILIPEYAgencia EFE

Entre las piezas acorazadas rusas destaca el T-72, ampliamente desplegado en la gran columna de 60 kilómetros que se dirige hacia Kiev. Estos carros blindados y otros como los T-80 y T-90 han sufrido averías y falta de combustible, pero también los ataques letales de los misiles anti tanque Javelin suministrados por Occidente a las fuerzas ucranianas. En los últimos días se han difundido vídeos en las redes sociales de tanques rusos destruidos y abandonados, poniendo de relieve que no siempre el más fuerte tiene ventaja.