Aliados

Estados Unidos alerta que China presta ayuda militar a Rusia

Tanto Pekín como Moscú niegan la versión difundida por medios estadounidenses. La Casa Blanca avisa de “consecuencias si hay esfuerzos por evadir las sanciones o apoyar a Rusia”

Las negociaciones diplomáticas para tratar de frenar la invasión rusa en Ucrania han llegado hasta Roma, donde este lunes se reunieron en un hotel de la capital italiana el asesor de seguridad nacional del Gobierno de Estados Unidos, Jake Sullivan y el director de la Oficina de la Comisión de Asuntos Exteriores de China, Yang Jiechi. La reunión se celebró justo después de que trascendiera que Moscú había pedido ayuda financiera y militar a Pekín para continuar con la guerra y evadir las sanciones económicas, según revelaron funcionarios estadounidenses. Una información que fue definida por el Ministerio de Exteriores chino como “desinformación con intenciones siniestras”.

Washington está poniendo a disposición toda su artillería diplomática para convencer a Pekín de que abandone su calculada ambigüedad respecto al conflicto en Ucrania y actúe, quizá como mediador, para frenar al presidente ruso, Vladimir Putin. “Pediremos a China que tenga una posición clara ante una situación que corre el riesgo de convertirse en un conflicto mundial”, adelantó en una nota el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos.

Tras la reunión entre ambas delegaciones no hubo ninguna comunicación oficial, pero para el ministro de Exteriores transalpino, Luigi Di Maio, se trató de un encuentro “histórico”. “Si Estados Unidos y China están hablando de Ucrania en este momento, significa que la línea que nosotros, como gobierno italiano, estamos alentando en todos los lugares está avanzando”, señaló. Según el politólogo experto en Asia, Francesco Scisi, el hecho de que China haya enviado a este encuentro al influyente Yang Jiechi, “lanza un mensaje político clarísimo a Putin: China toma distancias de Rusia y no quiere tener ningún papel de mediación”.

Con un recrudecimiento del conflicto según pasan los días, los aliados de Ucrania tratan de jugar la carta de Pekín para intentar aislar aún más a Putin y hundir la economía rusa. Pero el gigante asiático no parece dispuesto a mancharse las manos. El Gobierno de Xi Jinping se ha negado a condenar la invasión rusa y defiende las “demandas de seguridad legítimas” planteadas por Moscú. Asimismo, China considera que las sanciones impuestas por occidente a la economía rusa perjudican a la recuperación global tras la pandemia.

A pesar de su intención de permanecer al margen del conflicto, China ya ha mostrado su respaldo explícito a Rusia, por ejemplo anunciado la semana pasada el levantamiento de las restricciones a la importación de trigo ruso, que representa más de una cuarta parte del suministro mundial.

El objetivo inicial de la reunión de este lunes en Roma era “coordinar una respuesta internacional fuerte y esbozar una estrategia de seguridad regional y global de la guerra

rusa contra Ucrania”, según informó la Casa Blanca el día anterior. Pero las informaciones difundidas horas antes del encuentro por funcionarios estadounidenses, que apuntan a que Moscú habría pedido ayuda militar y financiera a Pekín dieron una nueva relevancia al encuentro bilateral.

Según varios funcionarios, citados por el New York Times, Washington Post o la CNN, entre otros medios, la respuesta china “ya se ha producido” y afirmaron que si la asistencia finalmente se concretara, el escenario global podría dar un giro radical al cambiar “la situación de la fuerzas sobre el terreno”.

El gobierno chino, por su parte, niega haber recibido una petición de ayuda por parte de las autoridades rusas. “Es completamente falso. China ha expuesto su posición sobre la crisis en Ucrania de forma clara y consistente. Jugamos un papel constructivo y evaluamos la situación de manera imparcial e independiente”, aseguró este lunes el portavoz de Exteriores chino, Zhao Lijian. Una imparcialidad que según Washington no es defendible en el actual escenario.

Antes de aterrizar en Roma, el asesor de seguridad nacional del Gobierno de Estados Unidos, Jake Sullivan, aseguró que Washington estaba “vigilando de cerca” si China proveía apoyo económico o material a Rusia para ayudarlo a evadir el impacto de las sanciones internacionales. Y advirtió que en caso de que así fuera, tendrá que enfrentarse a las consecuencias. “Le hemos comunicado a Pekín que no permaneceremos quietos ni permitiremos que ningún país compense a Rusia por las pérdidas derivadas de las sanciones”, declaró Sullivan, que este martes se reunirá en la capital italiana con el asesor diplomático del Gobierno italiano, Luigi Mattiolo.