Combates

Barcos rusos bombardean por primera vez la región de Odesa

Kiev cree que Moscú intentará tomar la ciudad portuaria, clave en los planes de Putin para establecer un corredor desde la región del este de Ucrania hasta Moldavia

Barcos rusos en el Mar Negro cerca de Sebastopol
Barcos rusos en el Mar Negro cerca de SebastopolStringer .REUTERS

Mientras los líderes de los tres países europeos visitan Kiev en una muestra de apoyo a Ucrania, las tropas rusas continúan bombardeando tanto los objetivos de infraestructura como las áreas residenciales de ciudades y pueblos ucranianos. Por primera vez desde que empezó la guerra, varias aldeas a la orilla del mar en la región de Odesa han sido golpeadas por la mañana. Según Sergey Bratchuk, el portavoz de la administración regional, puede ser un signo de preparación para el posible desembarco de las tropas rusas del Mar Negro, un intento de probar las defensas ucranianas a lo largo de la orilla e intimidar psicológicamente a las tropas ucranianas. Según los informes de las autoridades ucranianas, dos aviones de combate rusos SU-30sm fueron derribados.

La torre de televisión de Vinnytsia, la ciudad que aún no ha sufrido muchos bombardeos, fue también golpeada hoy. La televisión y la radio están actualmente fuera de servicio. Objetivos civiles en Zaporiyia, una ciudad importante a 125 km de la planta nuclear más grande de Europa que actualmente está bajo control ruso, fueron bombardeados por primera vez esta noche. Una estación de tren resultó levemente dañada y no se reportaron víctimas. Se espera que los trenes vuelven a pasar por la estación en cuestión de horas.

En Járkov, dos edificios residenciales fueron atacados dejando dos muertos. Una escuela cercana también quedó parcialmente destruida. 500 personas han perdido la vida tras bombardeos en Járkov en las tres semanas de la invasión, según los servicios de emergencia de la ciudad.

Un edificio residencial de 12 pisos en Kiev se derrumbó parcialmente. No se reportaron muertes, pero sí varias personas heridas y evacuados. En la capital ucraniana continúa el toque de queda que impuso ayer el alcalde de la ciudad, Vitali Klichkó, “ante “una posible escalada”. Se prevé que dure hasta las 7 de la mañana del jueves. Dos millones de personas se esconden en los sótanos, las estaciones de metro y en sus casas. Dado que la pandemia de la covid aún está en curso, algunos de ellos se enfrentan al dilema de correr el riesgo de propagar la enfermedad en un refugio antiaéreo densamente poblado o permanecer en sus apartamentos y correr el riesgo de morir a causa de los bombardeos.

Sin embargo, a pesar de los bombardeos y numerosos informes de que los rusos intentan rodear la ciudad, Kiev no está aislada y la moral se mantiene alta, según numerosos testimonios en redes sociales.

El ejército ucraniano afirma haber infligido graves daños al ejército ruso en el último día, contraatacando en algunas direcciones, sobre todo cerca de Mykolaiv en el sur y la ciudad de Severodonetsk en la región de Donetsk. Los rusos están tratando de mantener las posiciones que han alcanzado hasta ahora. La situación en Mariupol es la más difícil, con fuertes combates alrededor y en la ciudad. Sin embargo, unas 20.000 personas han conseguido salir de la ciudad en coches privados. Algunos de ellos ya han llegado a sus destinos sanos y salvos.

Aún así, el convoy humanitario con 12 toneladas de alimentos, agua y ropa para los ciudadanos de la ciudad está continuamente bloqueado por las tropas rusas. La viceprimera ministra Iryna Vereshchuk también dijo en un video que las fuerzas rusas tenían el control de un hospital que capturaron el martes en Mariupol, y que 400 empleados y pacientes estaban siendo rehenes. Según la viceprimera ministra, en toda Ucrania no se acordaron corredores de evacuación con Cruz Roja para el miércoles.

Los soldados rusos muertos

El ejército ucraniano estima que los rusos han perdido 13.800 soldados, 430 tanques, 84 aviones de combate y 108 helicópteros. El 40% de las tropas rusas en Ucrania han quedado incapacitadas de una forma u otra, según Ucrania. Rusia dio a conocer cifras oficiales solo una vez, hace dos semanas, con el número de bajas en 498. Sin embargo, las muertes de soldados y oficiales separados se reconocen aquí y allá en los medios regionales rusos. Diferentes servicios estatales estadounidenses estiman que entre 2.000 y 6.000 soldados rusos perdieron la vida.

Ucrania no publica cifras oficiales de bajas en su ejército; sin embargo, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania Vitaliy Zaluzhnyi afirma que el ejército perdió varias veces menos soldados que el ruso.

Segun un informe de la inteligencia británica, Rusia está redistribuyendo fuerzas desde lugares tan lejanos como su Distrito Militar Oriental, la Flota del Pacífico y Armenia. También busca cada vez más explotar fuentes irregulares, como compañías militares privadas, mercenarios sirios y otros.

Ayer el presidente Zelenski se mostró más optimista sobre la perspectiva de las negociaciones que continuarán hoy a través de videoconferencia. Dijo que Rusia entiende que no va a lograr nada por la fuerza. Sin embargo, uno de sus negociadores, Myjaylo Podolyak, sonó más cauteloso citando “contradicciones fundamentales”. El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, afirmó ayer que las conversaciones se centraron en la “desmilitarización” y “neutralidad” de Ucrania.

Las sanciones y la posición de China

Según varios analistas, además del éxito de la resistencia de los ucranianos, mucho depende de cuán efectivas sean las sanciones occidentales para estrangular la economía de Rusia. Mientras se introducen más y más sanciones todos los días, Europa sigue inyectando dinero a Rusia a cambio de su petróleo y gas. Mientras tanto, China insiste en que no acordó brindar ayuda militar a Rusia. El embajador chino en EEUU, Qin Gang, afirmó ayer que la guerra en Ucrania es perjudicial para China y que habría hecho todo lo posible para evitarla si hubiera sabido las intenciones del presidente Putin. A muchos les resulta difícil de creer, dados “los lazos férreos” entre los países y el hecho de que Putin y el líder chino Xi Jinping se encontraron personalmente hace solo un par de semanas.

En su discurso de ayer Zelenski también se dirigió a los ciudadanos del país vecino. Advirtió que para los rusos esta guerra terminará con la desgracia, la pobreza, un año de aislamiento y un sistema represivo brutal. También pidió a todos los involucrados en la difusión de propaganda rusa que renuncien a sus trabajos.

Esto viene después de que la periodista rusa Marina Ovsyannikova irrumpió el lunes en el telediario de la cadena estatal Canal Uno de Rusia con una pancarta en la que decía: “No a la guerra. No os creáis la propaganda. Os están mintiendo”. Si bien muchos en Occidente y algunos en Ucrania aplaudieran al periodista, también abundan las opiniones escépticas.

Algunos señalan el hecho de que Ovsyannikova ha participado en el lavado de cerebro de los televidentes rusos, lo que ayudó a allanar el camino para la aceptación social de la invasión en Ucrania. Muchos no creen que la máquina de propaganda rusa cuidadosamente orquestada no esté preparada para incidentes de este tipo y permita algo realmente en directo en la televisión. Algunos señalan que el incidente puede haber sido organizado por algunos grupos dentro de las élites rusas que están tratando de mostrarse como menos partidarios de Putin ante el aumento de las sanciones y las posibles reparaciones.