Europa

Cumbre extraordinaria

La OTAN se blinda antes posibles ataques químicos y nucleares por parte de Rusia y advierte de “consecuencias severas”

Los líderes de la Alianza piden a China que defienda el orden internacional y que se abstenga de “apoyar el esfuerzo bélico de Rusia de cualquier manera” en Ucrania

El presidente de EEUU, Joe Biden, desembarcó en la capital comunitaria para asistir a un maratón de cumbres, la primera de ellas con los socios de la OTAN. El mensaje es claro: mostrar una unidad sin fisuras de Occidente ante la guerra en Ucrania y simbolizar el aislamiento de Rusia de la escena internacional.

Ésta es la segunda visita del inquilino de la Casa Blanca a Bruselas. La primera se produjo poco después de ser elegido en junio de 2021. Entonces, en la capital comunitaria nadie prestaba demasiada atención a Vladimir Putin y Biden centró sus esfuerzos en reclutar a los aliados europeos para librar una guerra conjunta contra China y hacer olvidar los malos momentos la era Trump.

Muchas cosas han cambiado desde entonces. La guerra de Ucrania ha sacudido fuertemente el orden internacional, ha sacado a la OTAN de su marasmo y ha cambiado las prioridades, pero algunas amenazas continúan. Aunque quizás con un nuevo rostro.

Como preocupación inmediata, la Alianza teme que Rusia utilice un falso pretexto para atacar Ucrania con armas químicas o biológicas en una operación de “falsa bandera”. Por eso, en la reunión se abordó tanto el incremento de ayuda a Ucrania para hacer frente a estas amenazas como la propia defensa de sus miembros.

“Nuestro principal comandante militar, el general (Tod D.) Wolters ha activado los elementos de defensa química, biológica, radiológica y nuclear de la OTAN”, declaró el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, al terminar la cumbre.

A pesar de que el propio Stoltenberg ha reconocido que la utilización de este tipo de armamento podría afectar también a los países limítrofes que pertenecen a la OTAN, no ha querido aclarar cuál sería exactamente la respuesta de los miembros de la organización militar y si esto podría desencadenar la activación de la cláusula de defensa colectiva de la Alianza de uno para todos y todos para uno, lo que supondría una implicación directa en el conflicto. El comunicado final se limita a señalar que la utilización de este tipo de armamento sería “inaceptable” y desencadenaría “consecuencias severas”. “Responderemos, responderemos si él (Vlamidir Putin) las usa y la naturaleza de esa respuesta dependerá de la naturaleza del uso”, aseguró el presidente de EEUU, Joe Biden también de manera críptica al ser preguntado por los periodistas al término de la cumbre del G7.

Al término de la reunión de la Alianza, su secretario general ha advertido a Pekín contra cualquier veleidad de ayuda a Rusia. Aunque China ha apostado por ponerse de perfil y se ha limitado a abstenerse en la resolución de condena a Rusia realizada por la ONU, la inteligencia estadounidense sospecha que puede estar armando a Rusia y la Alianza ve con preocupación el pronunciamiento del gobierno chino en contra de que Ucrania se una a la Alianza, el principal argumento utilizado por el Kremlin para invadir la antigua república soviética.

“Hoy, los aliados de la OTAN han pedido a China que se abstenga de ayudar a Rusiaen la guerra”, aseguró Stoltenberg en rueda de prensa, si bien parte de la diplomacia europea confía en que Pekín puede desempeñar un papel de mediación- aunque sea como mal menor-, ya que es la única potencia que puede influir sobre el Kremlin. “He tenido una conversación con el presidente chino sobre este tema y de manera conjunta con el presidente francés, en la cuál hemos abogado fuertemente por que China condene la invasión de Ucrania”, aseguró Scholz al término del encuentro del G7 que se desarrolló poco después de la cumbre de la OTAN. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, también pidió a Pekín que desempeñe un papel “constructivo”.

“China no debe proveer de ayuda militar o económico por la invasión rusa. En vez de ello, Pekín debería utilizar su influencia significativa en Rusia y promover una solución inmediata y pacífica”, subrayó Stoltenberg en la misma línea.

El comunicado aprobado por los Treinta miembros de la Alianza también pide a Pekín el respeto al “orden internacional incluyendo los principios de soberanía e integridad territorial” y evitar “cualquier tipo de acción que ayudar a Rusiaa eludir las sanciones”. Por su parte, Biden advirtió a Pekín de que “pondrá en peligro” sus lazos con Occidente, especialmente con la UE, si ayuda a Rusia.

A pesar de que el primer ministro ucraniano, Volodímir Zelenski, intervino de manera telemática en esta cumbre y volvió a pedir una zona de exclusión aérea para luchar contra la artillería rusa, los aliados de la OTAN se siguen oponiendo ya que temen que esta participación directa desencadene una Tercera Guerra Mundial. Además, la Alianza dio luz verde oficial al despliegue de cuatro nuevos batallones en Hungría, Eslovaquia, Bulgaria y Rumanía y se espera que de aquí a finales de junio, cuándo se celebre la cumbre en Madrid, los países miembros de la Alianza envíen sus planes para aumentar su presupuesto en Defensa y alcanzar el 2% del PIB.

Además, los aliados decidieron de manera unánime prolongar un año más el mandato de Stoltenberg, que inicialmente finalizaba a finales de septiembre. En medio de la tormenta, no es bueno cambiar de capitán. La organización transatlántica agradeció al noruego su “liderazgo y dedicación en particular en este momento crítico para la seguridad nacional”.