Presión a los medios

«Novaya Gazeta»: Rusia pierde a su último periódico crítico con el Kremlin

Dejará de publicar hasta el final del conflicto en Ucrania. El director del diario es uno de los ganadores del Premio Nobel de la Paz 2021

Una mujer pasa delante de la sede del diario «Novaya Gazeta» en Moscú, ayer
Una mujer pasa delante de la sede del diario «Novaya Gazeta» en Moscú, ayerYURI KOCHETKOVAgencia EFE

El Kremlin continúa con su campaña de presión contra los medios de comunicación libres. Centenares de periodistas han dejado de publicar o se han ido del país por miedo a que les caigan 15 años de cárcel por informar sobre una «guerra» o una «invasión» en Ucrania, palabras censuradas por las autoridades rusas. El Gobierno de Vladimir Putin prefiere que se use «operación especial» y quienes no comulguen con su modo de ver el conflicto bélico pueden terminar enfrentándose a graves multas económicas o directamente acabar entre rejas.

Hace tres semanas, cuando comenzó a ver que la contienda no sería tan fácil, el Kremlin promulgó una nueva jurisprudencia contra las críticas al Gobierno y al Ejército ruso que después defendió a capa y espada. «En el contexto de la guerra de información, era necesario adoptar una ley cuya firmeza se adapte a los hechos», explicó el portavoz de Putin, Dimitri Peskov, tras la entrada en vigor de la polémica legislación.

La última víctima de la ley mordaza ha sido el histórico periódico ruso «Novaya Gazeta». Fundado en 1993, en parte gracias a la ayuda del dirigente soviético Mijail Gorbachov, que compró ocho ordenadores con el dinero que recibió con su Premio Nobel de la Paz en 1990. 31 años después, en 2021, su fundador y director, Dimitri Muratov, recibía el mismo galardón por sus «esfuerzos para salvaguardar la libertad de expresión que es una precondición para la democracia y la paz duradera». Pero Putin no se achanta ante un premio Nobel.

El fin de semana, «Novaya Gazeta» y su director Muratov se atrevieron a entrevistar al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. Muratov le hizo una pregunta junto a otros periodistas rusos. No publicaron el contenido de la entrevista y ya habían retirado material sobre la guerra en el país vecino para así cumplir con la nueva ley de medios. Sin embargo, la entrevista con el líder ucraniano, en la que Zelenski criticó duramente a Moscú, irritó al Kremlin y no solo prohibió al medio publicar el encuentro, sino que también les lanzó una segunda advertencia. «Recibimos otra advertencia de Roskomnadzor (el regulador estatal de las comunicaciones)», se puede leer en un aviso en su página web. Tras eso, «suspendemos la publicación del periódico en la web, en las redes y en papel, hasta el final de la ‘operación especial en el territorio de Ucrania’».

El propio Muratov señaló que la decisión fue difícil, pero no quedaba otro remedio. «No hay otra opción. Para nosotros, y lo sé, para vosotros, es una decisión horrible y complicada», indicó. «Estamos muy agradecidos a nuestros lectores. Esperamos regresar en algún momento», lamentó Muratov.

El cierre de «Novaya Gazeta» supone la suspensión del último medio crítico con el Kremlin. A principios de marzo, la radio Eco de Moscú dejó de emitir. Mientras que no se puede acceder ya a las webs de medios como la BBC, Voice of America o Radio Free Europe/Radio Liberty desde territorio ruso. «Hemos recibido dos advertencias del Roskomnadzor. Mejor cerramos, ya que si recibimos una tercera advertencia, nos pueden retirar la licencia y eso significaría nuestra desaparición», indicó a la agencia Efe Nadezhda Prusenkova, jefa de Prensa del rotativo independiente.

Mientras, ayer desde Moscú, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, continuaba dando pasos hacia el total aislamiento de Rusia. Lavrov anunció que el Kremlin está preparando otra ley, esta vez para tomar medidas para restringir los visados de los ciudadanos de los países considerados como «hostiles», es decir, naciones que hayan impuesto sanciones a Rusia por la invasión, entre las que se encuentra España.