“La mató como a una bestia”: la reacción del padre de Carol Maltesi, asesinada “a martillazos durante un juego erótico”

“Carol era una criatura hermosa, una hija amorosa, una madre que adoraba a su hijo, estaba llena de voluntad. No era una estrella porno como estoy leyendo, era un ángel”. Este es el testimonio de Fabio Maltesi, padre de la joven Carol Maltesi, asesinada por un banquero italiano tras grabar un vídeo pornográfico. El autor del crimen la descuartizó y tras guardar su cuerpo en un congelador decidió tirar los restos del cadáver en un campo. Tras conocerse los detalles de este horrible suceso, el padre de la víctima habló con la prensa italiana para mostrar su repulsa ante lo sucedido.

Fabio Maltesi calificó de “monstruo” al asesino de su hija, quien se hizo pasar por Carol en los mensajes telefónicos que recibía la chica en su móvil, entre ellos los de su padre. ”En las últimas semanas le estaba escribiendo a mi hija y él me respondía haciéndose pasar por mi Carol. Pensé que estaba bien pero él ya la había matado”, comentó Fabio, de 58 años, que vive en Ámsterdam.

El cuerpo de Carol fue hallado por un vecino que paseaba por la localidad lombarda de Borno, en el norte de Italia, cuando encontró cuatro sacos abandonados de los que salía una mano. En el interior estaba el cuerpo de la mujer, que había sido despedazada y desfigurada. La policía filtró las imágenes de partes del cuerpo tatuadas y muchos italianos respondieron a la publicación asegurando que los tatuajes coincidían con los de una actriz porno conocida como Charlotte Angie, identificada inmediatamente como Maltesi, una joven italo-neerlandesa y madre de un niño de seis años.

Un vecino de la joven, Davide Fontana, de 43 años, empleado de banca y bloguero gastronómico, acudió a la policía para denunciar la desaparición de la joven, pero este lunes acabó confesando a los carabinieri que él mismo mató a Maltesi “a martillazos durante un juego erótico”. Fontana explicó que la noche del 10 o del 11 de enero se encontraba en casa de la joven para grabar un vídeo pornográfico en el que ella era atada de pies y manos, cuando empezó a golpear con un martillo sus piernas y cabeza y terminó cortando su cuello por razones que asegura desconocer, según recogen los medios italianos. “Empecé a golpearla con un martillo en todo el cuerpo, no fuerte. Luego, cuando llegué a la cabeza, comencé a golpearla fuerte, no estoy seguro de por qué”, dijo a la policía según una filtración de su testimonio.

El asesino confeso se hizo después con una sierra para cortar el cadáver de la joven y eliminar sus numerosos tatuajes. Posteriormente compró un congelador en Amazon para conservar el cuerpo hasta deshacerse de él, tirándolo en un campo. Durante dos meses, el supuesto homicida usó su teléfono móvil para pagar el alquiler de su víctima y hasta responder a los mensajes que le llegaban, incluidos los mensajes del padre de la víctima que ahora está profundamente horrorizado.

Fabio, el padre, se mostró destrozado con los detalles del crimen: “La mató como a una bestia, nadie merece sufrir así, mi hija ha tenido un destino terrible, he escuchado cosas terribles de cómo la mató, fue diabólico. No lo puedo creer”. Fontana, que está en prisión en Brescia, siguió dando más datos de la noche del asesinato: “Le corté la garganta en un gesto de lástima”.

Carol Maltesi, natural de Sesto Calende, en el municipio de Varese, junto al lago Maggiore, tenía 26 años. Estudió en las antiguas Ursulinas y durante años había practicado la equitación y el baile. Tras el nacimiento de su hijo, en 2016, comenzó a trabajar como dependienta en el aeropuerto de Malpensa y hasta el verano de 2021 estuvo empleada en el centro comercial Rescaldina.

Según el Corriere della Sera, los momentos duros de la covid acercaron a Carol al mundo del porno a través de un perfil en la web Onlyfans -con videos caseros- y después como actriz “hardcore” bajo el nombre de Charlotte Angie . Además del porno, Maltesi también actuó en vivo, se dice en el citado diario, que asegura que en internet “hay muchos carteles que la anuncian en el escenario de clubes en varias ciudades italianas”.

La víctima y su asesino se habían conocido en octubre de 2020 a través de la red social Instagram cuando él vivía en Milán (norte) y mantuvieron una relación sentimental “abierta” mientras se dedicaban a vender fotografías y vídeos pornográficos en una plataforma de internet.