Espionaje
De origen español y comienzos en una granja: Shalev Hulio, el militar responsable de Pegasus
El cofundador del polémico software de NSO ha sido acusado de espiar a más de 50.000 teléfonos, entre los que está Macron, Pedro Sánchez o Mohamed VI
Pedro Sánchez, Margarita Robles, Pére Aragonés... Son algunos de los nombres de los españoles que han denunciado que han sido espiados por el software Pegasus, vinculado a la empresa israelí NSO. Una herramienta que permite a sus responsables no solo acceder de forma remota a un equipo infectado, sino también controlarlo y obtener información personal a su dueño.
Al igual que el presidente de Francia, Emmanuel Macron o el rey de Marruecos, Mohamed VI, políticos y periodistas de España componen los más de 50.000 móviles infectados con este software. Al frente, se encuentra Shalev Hulio, totalmente desconocido para el mundo, ante su deseo de permanecer en las sombras, pero que en las últimas semanas ha tenido que dar declaraciones para aclarar las polémicas suscitadas.
Un comandante presente en los rescates tras el terremoto de Haití de 2010
Shalev Hulio, hoy con 39 años, casado y con dos hijos, nació en la ciudad de Haifa, al norte de Israel. Según medios locales, su madre procede de la segunda generación de supervivientes del Holocausto nazi de Rumanía, mientras que los orígenes de su padre se remontan a judíos expulsados de España que llegaron a Israel tras generaciones de tránsito.
Como muchos israelíes, Hulio hizo el servicio militar obligatorio tras concluir su etapa en Secundaria. Luego estudió en la facultad de derecho.
Fue comandante de búsqueda y captura del ejército de Israel. También tuvo un papel destacado, bajo la órdenes del actual comandante jefe del Tsahal, Aviv Kochavi, en la operación para contener la segunda intifada. Hoy, es otro soldado en la reserva.
En 2010, se encontraba en Puerto Príncipe, a donde había viajado después de que tuviera lugar uno de los terremotos más devastadores de la historia. Aquel seísmo en Haití dejó más de 300.000 muertos, 350.000 heridos y millón y medio de damnificados.
En aquel entonces, solo era un veinteañero y participaba en misiones de rescate. Después de ello, pasó a convertirse en empresario, especializado en la tecnología de acceso a los teléfonos inteligentes de forma remota. Así fundo NSO Group en 2010 a instancias de las agencias de inteligencia europeas.
NSO solo es un acrónimo, pues son las tres iniciales de los tres fundadores de la compañía: la N de Niv Carmi (se fue de la empresa al poco de empezar), la S de Shalev Hulio y la O de Omri Lavie, compañero de instituto y amigo inseparable de Hulio, según explica The Washington Post.
La primera oficina de la empresa se instaló en una granja de pollos. Al poco de empezar, México, su primer gran cliente, les felicitó por la detención de El Chapo, en la que habían conseguido colaborar.
En Israel, este software es considerado como un arma. Si se quiere comercializar con él, se debe contar con el beneplácito de su Ministerio de Defensa. A mediados de abril, el Financial Times explicaba que el gobierno hebreo utiliza el software para llegar a acuerdos con países como Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Arabia Saudí, entre otros. Algo que, como es lógico, el Ejecutivo israelí iba a desmentir.
Numerosas denuncias
Ya en 2016, la compañía se convirtió en centro de atención mundial cuando Ahmed Mansoor, activista de derechos humanos de los Emiratos Árabes Unidos, recibió el considerado mensaje de texto más famoso de todos los tiempos. Un enlace que, al pinchar y ser redireccionado, el software espía se apoderaba de su teléfono.
Tras años en las sombras, el cofundador y CEO de NSO rompió su silencio en 2020, en una entrevista para MIT Technology Review en el que ofrecía sus primeras declaraciones. “La gente no entiende como funciona la inteligencia. En pocas palabras, es un negocio de mierda lleno de dilemas éticos”.
Facebook -dueña de WhatsApp- denunció a NSO el año pasado, empresa a la que acusa que infectar en 2019 una red de servidores de Estados Unidos para hackear cientos de smartphones y espiar a unos 1.4000 objetivos a través de su servicio de mensajería WhatsApp.
En julio de 2020, Facebook también acusó a la empresa israelí de usar servidores ubicados en California (Estados Unidos) para hackear móviles con su spyware a través de WhatsApp. Así lo publicó entonces Bloomberg en su página web, donde relataba cómo esta compañía estaba empleando este mecanismo para espiar a abogados, periodistas, activistas de derechos humanos o funcionarios del Gobierno, entre otros.
Enfado independentista
El líder de ERC, Oriol Junqueras, se ha referido este sábado al espionaje a independentistas mediante el software ‘Pegasus’ admitido por el CNI: “Nos espían no solo ahora. Nos espían mucho y desde siempre, y todos lo sabemos y somos conscientes”.
“Apalizan a la gente que va a votar, nos meten en la cárcel, os mantienen en el exilio. Nos persiguen, nos procesan, quieren quedarse nuestras casas, nos inhabilitan, nos prohíben hacer clases en la universidad”, ha lamentado.
✕
Accede a tu cuenta para comentar