Momento histórico
Finlandia ignora las amenazas de Putin y se acerca a la OTAN
El presidente y la primera ministra finlandeses abogan por solicitar “lo antes posible” la adhesión a la Alianza tras 80 años de no alineamiento militar
Finlandia rompe con ocho décadas de no alineamiento militar y solicitará su ingreso en la OTAN “sin demora”. Así lo anunciaron esta mañana en Helsinki en una histórica declaración conjunta la primera ministra, Sanna Marin, y el presidente Sauli Niinistö. En su opinión, la invasión rusa ha alterado la seguridad en Europa y el ingreso en la Alianza Atlántica garantizará la defensa de Finlandia, un país que comparte 1.340 kilómetros con Rusia.
“Ahora que se acerca el momento de la toma de decisiones, expresamos nuestros puntos de vista iguales, también para información de los grupos y partidos parlamentarios. La membresía en la OTAN fortalecería la seguridad de Finlandia”, se lee en el comunicado conjunto. Hasta ahora, el presidente y la primera ministra habían guardado silencio sobre su posición para no influir en el debate entre los partidos iniciado en abril en el “Eduskunta” (Parlamento).
En opinión de de Marin y Niinistö, “como miembro de la OTAN, Finlandia fortalecería toda la alianza de defensa”, por lo que “debe solicitar la membresía de la OTAN sin demora”. Esperamos que los pasos nacionales que aún se necesitan para tomar esta decisión se tomen rápidamente en los próximos días”, conmina el comunicado al Parlamento, donde existe un amplio consenso a favor de la integración en la Alianza Atlántica. Según estimaciones del diario “Helsingin Sanomat”, 150 de los 199 diputados de la Cámara están a favor de la integración transatlántica y solo 12 en contra. Incluso la Alianza de Izquierdas, tradicionalmente reticente, considera de interés nacional unirse a la organización militar para garantizar su seguridad nacional.
“Hemos necesitado tiempo para que el Parlamento y toda la sociedad establezcan sus posiciones al respecto. También para establecer estrechos contactos internacionales con la OTAN y sus países miembros, así como con Suecia. Hemos querido darle a la discusión el espacio que requería”, señalan.
En marzo, el Gobierno de la socialdemócrata Marin inició una revisión de la política de seguridad y entregó un informe para que el Parlamento lo discutiera en abril, al mismo tiempo que mantuvo conversaciones con todos los grupos parlamentarios para asegurar el respaldo a la decisión de unirse al Tratado de Washington. Paralelamente al proceso interno, el presidente la primera ministra de Finlandia han realizado una gira por los Estados miembros de la OTAN para obtener su apoyo para la adhesión de Helsinki.
Como era de esperar, Moscú reaccionó rápidamente al anuncio diciendo que el ingreso de Finlandia en la OTAN será una amenaza y no hace más estable ni más seguro el continente europeo. Una vez que se consume la adhesión de Helsinki a la OTAN, Rusia doblará su frontera con la Alianza, que pasará de los 1.200 kilómetros actuales a 2.500. “Sin duda” es una amenaza, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria. “Una nueva ampliación de la OTAN no hace más estable ni más seguro nuestro continente”, dijo.
El Ministerio de Defensa ruso anunció, por su parte, que responderá con algún tipo de represalia. “Podría ser una respuesta militar, o de otra manera, para detener la amenaza a la seguridad nacional que ahora está surgiendo”, declaró un portavoz a Reuters. “Helsinki debe ser consciente de la responsabilidad por el paso que se ha dado ahora”, advierte.
Dmitri Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, avisó, pero sin mencionar a Finlandia, sobre el riesgo de un conflicto abierto con la OTAN si la alianza de defensa continúa suministrando armas a Ucrania. “Y tal conflicto siempre corre el riesgo de conducir a una guerra nuclear en toda regla”, informa la agencia de noticias rusa Interfax.
Durante una rueda de prensa el miércoles junto al “premier” británico, Boris Johnson, Niinistö no se dejó intimidar por las amenazas del Kremlin: “Si el caso es que nos unimos, mi respuesta [a Rusia] sería que tú provocaste esto, mírate en el espejo”.
El temor a su poderoso vecino ha marcado la historia de Finlandia desde su independencia de Rusia en 1917. Tras la Segunda Guerra Mundial en ruinas tras tres contiendas en apenas 25 años, el Gobierno finlandés aceptó firmar con la Unión Soviética en 1948 un Tratado de Amistad Cooperación y Asistencia Mutua (TCAM) que ataba de pies y manos la política exterior y de defensa del país nórdico a cambio de ver respetadas sus fronteras.
Helsinki no pudo reconstruirse con el Plan Marshall y tampoco integrarse en la OTAN, como sí lo hicieron sus vecinos nórdicos Noruega, Dinamarca e Islandia. A través del TCAM, Finlandia no solo renunciaba al 10% de su territorio a favor de la URSS y debía reasentar a 400.000 de sus habitantes, sino que se comprometía a impedir desde su territorio cualquier intento de invasión de su poderoso vecino.
La invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero supone un antes y un después en la opinión que despierta la OTAN entre los finlandeses. En enero, apenas el 20% era partidario de ingresar en la Alianza Atlántica y prefería mantener su cooperación económica y política con su vecino. Sin embargo, la agresión contra Ucrania hizo ver a la opinión pública y los dirigentes del país nórdico que su mejor garantía frente a las amenazas de Putin es el paraguas de seguridad de la organización militar. Hoy, entre el 73% y el 76% de los finlandeses apoya la adhesión de la OTAN y apenas un 12% es contrario.
En declaraciones a la CNBC, Jacob Kirkegaard, miembro del German Marshall Fund de Estados Unidos, considera que la adhesión de Finlandia a la OTAN acabaría con la idea de «neutralidad forzada entre el Este y el Oeste». «Esto pone de manifiesto cómo las atroces acciones de Rusia en Ucrania han obligado a los países que antes eran neutrales a comprometerse plenamente con la OTAN en el «o estás plenamente con nosotros, o no te protegeremos»», señala
Desde Bruselas, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, también reaccionó diciendo que la Alianza está dispuesta a integrar a Finlandia de forma “rápida”. “Acojo con satisfacción la declaración conjunta del presidente (finlandés, Sauli) Niinistö y de la primera ministra, (Sanna) Marin, apoyando la solicitud de ingreso en la OTAN sin demora”, indicó Stoltenberg en un mensaje a la prensa. “La membresía finlandesa mostraría que la puerta de la OTAN está abierta y que Finlandia decide su propio futuro”, enfatizó.
Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, habla de un paso histórico que contribuirá a la seguridad en Europa. “La OTAN y la UE nunca han estado más cerca de este tipo de unidad y solidaridad”, escribe en Twitter. Según Michel, el mensaje de la OTAN de Finlandia es una señal poderosa y disuasoria contra Rusia.
Debate parlamentario
El presidente del Parlamento finlandés, el conservador Matti Vanhanen, calificó como un paso muy importante la declaración de Marin y Niinisto. “Fue un paso esperado y extremadamente importante en este proceso”, aseguró. “Ahora el presidente y el Gobierno, estas dos instituciones, tomarán las decisiones oficiales que luego irán al Parlamento”. Serán entonces cuando los diputados comiencen a debatir la adhesión a la OTAN en una sesión parlamentaria el lunes a partir de las diez de la mañana.
La sesión del lunes incluirá un debate sobre la decisión del Gobierno, y será seguida por una reunión del Comité de Política Exterior y de Seguridad que presentará una propuesta basada en la decisión del Gobierno para que los parlamentarios la analicen.
La reacción sueca
La ministra de Exteriores de Suecia, Ann Linde, aseguró a la emisora pública sueca SVT que la declaración de Niinistö y Marin también tendría un impacto en la decisión de Suecia. “La primea ministra y el presidente han enviado un mensaje claro”, dijo Linde. “Hemos tenido una estrecha cooperación durante todo el proceso en todos los niveles”. Linde admitía que tenía una idea clara de cuál sería la decisión de Suecia, pero que aún no estaba lista para revelar su opinión.
Si bien el debate sobre la conveniencia de unirse a la organización transatlántica ha ido en paralelo en los dos países vecinos, Finlandia tomó la delantera tras la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero, mientras el Gobierno sueco se mostró reacio en en un primera momento aañadir más inseguridad en Europa con su ingreso en la OTAN.
El ministro de Defensa sueco, Peter Hultqvist, declaró a la televisión pública SVT que “había esperado esto”, haciéndose eco de Linde al decir que la declaración de Finlandia afectará la decisión de Suecia sobre si unirse o no a la OTAN. “Tomaremos una decisión sueca basada en el análisis sueco y las condiciones suecas, pero es obvio que una declaración finlandesa de este tipo es algo que también debemos incluir en nuestro análisis general y nuestra evaluación de cómo debemos proceder”, dijo el dirigente socialdemócrata, que en el pasado era contrario a unirse a la organización.
Los acontecimientos están sucediendo a un ritmo de vértigo en los dos países nórdicos. Mañana viernes, se dará a conocer el informe sobre seguridad y defensa elaborado por miembros de todos los partidos del “Riksdag” (Parlamento) y el Gobierno de la socialdemócrata Magdalena Andersson. El texto, sin embargo, no hablará explícitamente sobre la adhesión sueca a la Alianza Atlántica. “El informe de más de 20 páginas no establece que Suecia deba ser parte de la OTAN, pero ese sigue siendo el espíritu”, asegura a SVT una fuente que ha formado parte de su elaboración. “No hay declaraciones sobre la OTAN, pero no es posible leer otra cosa que no sea que debemos unirnos”, añade.
El domingo será la siguiente fecha clave porque lo socialdemócratas anunciarán su posición sobre la OTAN a la vista de la invasión rusa de Ucrania. Tras semanas de debate interno, cada vez son más dirigente en el SAP que abogan para abandonar el histórico no alineamiento militar y llamar a las puertas de la Alianza. En esta línea se han pronunciado públicamente los ex ministro de Exteriores Jan Eliasson y Margot Wallström.
Ya el lunes el “Riksdag” (Parlamento) mantendrá un debate monográfico sobre la adhesión. Según informa el diario “Expressen”, ese mismo lunes Andersson convocará una reunión del Gobierno tras la cual Suecia solicitará oficialmente su adhesión a la OTAN. Precisamente, un día antes de que el presidente finlandés inicie una visita de Estado de dos días a Estocolmo en la que tiene previsto una “consulta bilateral” con la primera ministra sueca. Se estima que el proceso de adhesión a la OTAN de Suecia y Finlandia podría ser bastante rápido y concluir a finales de año o principios de 2023.
Satisfacción entre los vecinos nórdicos
La primera ministra dabesa, Mette Frederiksen, dio la bienvenida a la declaración finlandesa y aseguró a través de Twitter que Dinamarca dará la bienvenida a Finlandia a la alianza y hará “todo lo posible” para garantizar un proceso de adhesión rápido después de la solicitud formal de Finlandia.
Mientras, la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, también acogió con satisfacción que “nuestros vecinos del norte están haciendo historia”, y agregó que Estonia “apoya un proceso de adhesión rápido” y tomará “los pasos necesarios rápidamente”.
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