Ampliación de la OTAN
¿Qué países europeos se mantienen “neutrales”?
Finlandia y Suecia habían defendido la no alineación hasta que Rusia invadió Ucrania
Con Finlandia y Suecia dando pasos para entrar en la OTAN en medio de la guerra de Rusia en Ucrania, la lista de países “neutrales” o no alineados en Europa parece estar a punto de reducirse.
Al igual que los dos países nórdicos, otras naciones se unieron a la Unión Europea por su promesa de unidad económica y política sin tomar partido en la división Este-Oeste que ha perdurado más allá del final de la Guerra Fría.
Pero la preocupación por la seguridad de la invasión rusa de Ucrania ha cambiado las posturas de Finlandia y Suecia, que durante mucho tiempo han defendido la no alineación, y ha hecho que otros países tradicionalmente “neutrales” se replanteen lo que ese término significa realmente para ellos. Finlandia declaró el domingo que quiere entrar en la OTAN, mientras que Suecia podría seguir su ejemplo, ya que la opinión pública de ambos países nórdicos se ha inclinado a favor de la adhesión.
Aunque los miembros de la UE se han comprometido a defenderse mutuamente en caso de ataque exterior, el compromiso se ha quedado en el papel, ya que el poderío de la OTAN eclipsa las propias nociones de defensa colectiva del bloque.
He aquí un vistazo a algunos países que han consagrado la “neutralidad” en sus leyes o que, en general, se consideran neutrales. Austria, Irlanda, Chipre y Malta son miembros de la UE que no se han incorporado a la OTAN, y Suiza se ha mantenido al margen de ambas.
Posiblemente el país neutral más conocido de Europa, Suiza ha consagrado la neutralidad en su Constitución y los votantes suizos decidieron hace décadas mantenerse fuera de la UE. Pero su Gobierno se ha esforzado en las últimas semanas por explicar su concepto de neutralidad tras alinearse con las sanciones de la UE contra Rusia -y la neutralidad suiza se analiza casi a diario en los medios de comunicación locales estos días-.
Hay pocas posibilidades de que Suiza se desvíe de su neutralidad: su Gobierno ya ha pedido a Alemania que no entregue material militar suizo a Ucrania.
El partido populista de derechas que ocupa el mayor bloque de escaños en el Parlamento se ha mostrado reticente a tomar más medidas contra Rusia, y los suizos protegen ferozmente su papel de mediadores para estados rivales y de centro de acción humanitaria y de derechos humanos. La neutralidad ayuda a afianzar esa reputación.
La neutralidad de Austria es un componente clave de su democracia moderna: como condición para que las fuerzas aliadas abandonasen el país y pudiese recuperar su independencia en 1955, Austria se declaró militarmente neutral.
Desde el inicio de la guerra de Rusia en Ucrania, el canciller Karl Nehammer ha mantenido un delicado equilibrio con respecto a la posición de Austria. Ha mantenido que el país no tiene planes de cambiar su estatus de seguridad, al tiempo que ha declarado que la neutralidad militar no significa necesariamente neutralidad moral -y que Austria condena enérgicamente las acciones de Rusia en Ucrania-.
“Esta es la clave de la neutralidad: Significa cosas diferentes para cada persona”, explicó el historiador Samuel Kruizinga, de la Universidad de Ámsterdam.
La neutralidad de Irlanda ha sido durante mucho tiempo una zona un poco gris. El primer ministro, Micheal Martin, resumió la posición del país a principios de este año como: “No somos políticamente neutrales, pero sí militarmente”.
La guerra en Ucrania ha reabierto el debate sobre lo que significa la neutralidad de Irlanda. Irlanda ha impuesto sanciones a Rusia y ha enviado ayuda no letal a Ucrania en respuesta a la invasión.
Irlanda ha participado en los grupos de combate de la Unión Europea, como parte de los esfuerzos del bloque por armonizar sus ejércitos.
Kruizinga, que ha contribuido a la Historia de la Primera Guerra Mundial sobre la neutralidad de Cambridge, sugirió que cuanto más se parezcan los miembros de la UE y de la OTAN, mejor será para el bloque “presentarse como una potencia geopolítica”.
MALTA
La Constitución de Malta establece que la pequeña isla mediterránea es oficialmente neutral, y que se atiene a una política de “alineación nacional y se niega a participar en cualquier alianza militar”. Un sondeo encargado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, publicado dos semanas antes de la invasión rusa, reveló que una amplia mayoría de los encuestados apoyaba la neutralidad, y sólo un 6% estaba en contra.
El periódico “Times of Malta” informó el miércoles de que el presidente irlandés, Michael Higgins, durante una visita de Estado, subrayó la idea de la “neutralidad positiva” y se unió al presidente maltés, George Vella, para condenar la guerra en Ucrania.
Las relaciones de Chipre con Estados Unidos han crecido considerablemente en la última década, pero la idea de entrar en la OTAN sigue estando fuera de la mesa, al menos por ahora.
El presidente de la isla, dividida étnicamente, aseveró el sábado que “es demasiado pronto” para contemplar un movimiento de este tipo, que invariablemente se encontraría con la fuerte oposición de su rival, Turquía.
Muchos chipriotas, especialmente los de la izquierda política, siguen culpando a la OTAN de la división de facto de la isla tras la invasión de las fuerzas turcas a mediados de la década de 1970. Turquía era miembro de la OTAN en ese momento, y la Alianza no hizo nada para evitar la acción militar.
Reino Unido, miembro incondicional de la OTAN, tiene dos bases militares soberanas en Chipre, que albergan un sofisticado puesto de escucha en la costa oriental en el que coopera personal estadounidense.
Chipre también quiere mantener un barniz de neutralidad, y ha permitido que los buques de guerra rusos se reabastezcan en los puertos chipriotas, aunque ese privilegio se suspendió tras el inicio de la guerra en Ucrania.
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