Perfil del asesino

Salvador Ramos, el niño acosado por tartamudear que quería alistarse a los marines para “matar gente”

Con 18 años, el joven que cometió la matanza en la Escuela Primaria Robb en Uvalde (Texas) llevaba un rifle y chaleco antibalas cuando fue abatido por la policía

Se llamaba Salvador Ramos y tenía 18 años. Nacido en Dakota del Norte pero residente en Uvalde (Texas), estudiaba en la escuela secundaria de esta localidad cuando encontró trabajo en la cadena de alimentación Wendy’s. Este martes, sin embargo, el joven mató por alguna extraña razón a 19 niños y dos profesores de la Escuela Primaria Robb en Uvalde. Antes de la masacre, Ramos disparó a su abuela después de una pelea doméstica y se subió a una furgoneta negra para dirigirse al centro escolar, a escasos metros. Según la policía, el joven iba armado con un rifle y tenía puesto un chaleco antibalas.

Salvador Ramos, el asesino de Texas
Salvador Ramos, el asesino de TexasABC NewsABC News

Las autoridades investigan el perfil de Ramos, si sufría algún tipo de desequilibrio, los orígenes familiares y posibles antecedentes. De momento, hay muchas incógnitas, si bien la prensa local ha publicado que el tirador compró dos armas de asalto el día que cumplió 18 años. The Washington Post ha revelado testimonios de compañeros de clase que le describen como un chico violento que sufrió acoso escolar porque tartamudeaba cuando era un niño y que tenía una mala relación con su madre. Stephen García, el mejor amigo de Ramos en octavo grado, le dijo al periódico que “le acosaban mucho por todo”. Su prima Mia también se refirió al episodio del tartamudeo al decir que le dejó profundas secuelas en su carácter.

Salvador Ramos murió abatido por la policía, que acudió al centro minutos después de que el joven comenzara a disparar a todo el que se le pusiera por delante, sobre todo niños de entre 8 y 10 años. Sus allegados han contado que Salvador Ramos tenía afición a las armas. Hace aproximadamente un año, publicó en las redes sociales fotos de rifles automáticos que “tendría en su lista de deseos”, según contó su amigo Santos Valdez.

La relación con su madre -que tenía problemas con las drogas según los testimonios citados- es otro elemento que citan familiares y allegados de Ramos. En los últimos meses había dejado el domicilio familiar para trasladarse a vivir con su abuela al otro lado de la ciudad. Nadia Reyes, una compañera de secundaria, reveló que el autor de la matanza dijo una vez que quería alistarse en los Marines “para poder matar gente”.

En una cuenta de Instagram, el joven publicó fotos de armas y selfies de él mismo con diversa munición. La cuenta, con el nombre de usuario “salv8dor_”, fue eliminada después de que las autoridades revelaran el nombre del tirador. En las redes sociales aparece ante un espejo con una sudadera, un primer plano granulado en blanco y negro de su rostro y una toma de una persona que sostiene una revista de armas de fuego en su regazo. La misma cuenta compartió una foto de dos rifles colocados uno al lado del otro en sus historias.

Ramos estaba fascinado por las armas. Un conocido suyo explicó a la CNN que le enviaba mensajes y que hace cuatro días le pasó una foto de un rifle “que estaba usando y una mochila llena de siete cartuchos”. ‘Yo estaba como, ‘hermano, ¿por qué tienes esto?’ y él dijo: ‘No te preocupes por eso’. ‘Él respondió con este mensaje de texto: ‘Me veo muy diferente ahora. No me reconocerías”.

Horas antes de cometer el atentado, Ramos le envío un mensaje a una instagramer: “Estoy a punto”, dijo refiriéndose probablemente a su intención de acudir a la escuela de Uvalde y provocar una matanza de niños. Otra pista que sigue la policía es el mensaje del 12 de mayo en Instragram, cuando Ramos etiquetó a una joven de Los Angeles en una foto con armas:

“Vas a volver a publicar mis fotos de armas”, decía @sal8dor_.

“¿Qué tienen que ver tus armas conmigo?”, respondió la joven.

“Solo quería etiquetarte”, le espetó Salvador.

Más tarde, @salv8dor_ le envió un mensaje diciendo: “Estoy a punto”

La joven preguntó “a punto de qué”, a lo que él respondió: “Te lo digo antes de las 11″.

“Tengo un pequeño secreto que quiero contarte”, le dijo en otro mensaje con un emoji de carita sonriente cubriendo su boca.

Ella respondió: “No, solo da miedo”, y agregó: “¿Apenas te conozco y me etiquetas en una foto con algunas armas?”